Recuperando una buena practica, y como tocan primarias, me gustaría a estas alturas que ya se dijo casi todo, explicar mi voto brevemente....las razones que me impulsan a votar y apoyar a helvia serian:
1. El trabajo desarrollado hasta el momento en revitalizar la agrupación y su actividad: exposiciones, día de la rosa, actos de dependencia, comercio justo, economía solidaria, plataforma de dependencia, cursos de formación, acogida nuevos militantes y un sin fin de actividades mas que han llevado a cotas de participación antes no conocidas a la agrupación, el partido ahora existe, pese a las múltiples trabas que encontramos en el camino
2. Es una candidatura basada también en la formación, Helvia tiene una profesión y una carrera profesional, no depende ni vive de la política, evidentemente esto le resta tiempo y se lo resto también en esta campaña carencias que supe con su amplio y generoso esfuerzo, tener una profesión, estar formado inmuniza del virus muy peligroso de confundir defender el propio pan con defender tus ideas y proyecto político y me parece algo exigible y éticamente necesario
3. Es una candidatura basada en el consenso y la integración, es nuestra secretaria general, la de todos y para eso fue votada, pese a que muchos no fueron leales con esta máxima.
4. Es una candidatura basada en la humildad y en el trabajo en equipo, tiene banquillo y trabajo con otros
5. La política es mucho más que un conjunto de sonrisas o relaciones públicas, necesita también ideas, proyectos, equipos y en esto Helvia me parece sin duda la mejor candidata sin dejar de sonreír por supuesto
6. Los entornos y los acompañantes, algo importante para saber quien es quien y quien esta en la renovación de verdad o en otras cosas
7. Es la candidatura del esfuerzo y de la solidez, no un experimento de un día o un mes
8. En cuanto a avales y apoyos, es la candidata de la mayoría, muchos de los avales recogidos se hicieron para forzar que hubiese primarias, y eso esta perfecto, porque es un ejercicio de democracia estupendo, pero los votos dirán lo que hay detrás
viernes, 1 de octubre de 2010
lunes, 5 de enero de 2009
la memoria historica cierra heridas, articulo publico 18 septiembre
LA MEMORIA HISTORICA CIERRA HERIDAS
Con reiterada frecuencia aquellos que pretenden “recetar” el olvido para no recordar a las víctimas de la violencia suelen utilizar argumentos pretendidamente de carácter psicológico como la necesidad de no reabrir heridas en una especie de recomendación terapéutica del olvido como tratamiento: pasar página, mirar al futuro, son otras formas de recomendación utilizadas en similar dirección. Argumentos que no son nuevos y son repetidos por los represores y sus cómplices en nuestro país y fuera del mismo para evitar asumir responsabilidades. También suele argumentarse que todo se hace desde el rencor, el odio, la ira y la búsqueda de venganza.
Pues bien, ni desde la experiencia práctica en procesos de acompañamiento psicosocial a víctimas de emergencia o de la violencia política (como el 11 M, Kosovo o Argentina o las exhumaciones en España), ni desde la literatura especializada pueden sostenerse estas posiciones. No hay, por ejemplo, ni una entrevista o proceso de acompañamiento que nos indique que los familiares están motivados por el odio o el rencor, no hay ninguna evidencia de ello.
Quedan, eso sí, deseos de justicia, de recordar y la necesidad como derecho humanitario de primer orden, de encontrar al familiar desaparecido y enterrarlo adecuadamente, cerrar el largo y silenciado durante años ciclo de sufrimiento, devolver al deudo un merecido recuerdo y homenaje enterrándole y honrándole como merece.
Ni las entrevistas y acompañamientos desarrollados con los familiares, ni los conocimientos teóricos de los que disponemos sobre este ámbito, corroboran o apoyan que las víctimas deban guardar silencio para cerrar sus heridas. La legislación internacional y los derechos humanos marcan los tres pilares básicos de actuación consensuada en este ámbito: verdad (conocer lo que ocurrió, “hacer memoria”), justicia y reparación.
Desde una concepción rehabilitadora psicosocial sabemos que no puede haber elaboración de lo vivido, hasta que no se produzca, el reconocimiento de lo perdido y se hable de lo ocurrido cerrando heridas, mal cicatrizadas en este caso, por la imposibilidad de contar lo que paso o la presencia del terror social inoculado por la dictadura. Solo las víctimas directas y sus familiares son “dueños” de su memoria y sólo ellos pueden determinar cuándo olvidar y cuándo recordar. El olvido, además, será siempre relativo, ya que los hechos traumáticos estarán siempre de algún modo presentes en la memoria pues forman parte de la identidad de las personas. Antes de poder mirar al futuro y establecer un olvido siempre relativo es necesario haber podido asimilar lo ocurrido recordando, contándolo.
El dolor por la perdida, cura a largo plazo y es necesario para encajar lo ocurrido y para encauzarlo, para hacer el proceso de duelo; el dolor social lo es también para no repetir errores.
Los dos instrumentos psicosociales básicos con los que contamos para afrontar situaciones como la represión, son la posibilidad de hablar de lo acontecido para recolocar el transcurrir de la vida rota por los acontecimientos y, por otra parte, el reconocimiento social a la persona perdida y la reparación.
La represión masiva fue un instrumento para castigar a las víctimas directas y sus familias, tratando de eliminar su identidad, su recuerdo y la posibilidad de manifestar dolor. Se trataba de establecer un castigo mas allá de la propia muerte, extendido a la familia, borrar a la persona perdida que no merece ni ser enterrada como un ser humano.
La sociedad debe apoyar a las víctimas, partiendo del reconocimiento social e histórico de su condición de tales, posibilitando la expresión de emociones y recuerdos, dando espacio para elaborar lo ocurrido y homenajear y recordar lo perdido.
Por eso tiene poco sentido y resulta maniqueo, hipócrita, malintencionado y sin ninguna base o fundamento científico señalar la necesidad de recordar a las propias víctimas (mediante, por ejemplo, placas en las Iglesias o beatificaciones) recetando el olvido para las otras víctimas para no reabrir sus heridas. El abismo moral existente entre el tratamiento a unas y otras víctimas resulta increíble y al tiempo inaceptable en nuestro país y en cualquier otra parte del mundo.
También podemos usar el sentido común, ¿y si fuese una de su víctimas, de sus seres queridos para quien le recetasen el olvido? Entonces, seguramente, el debate terminaría demostrando lo superfluo que resulta. Por eso, hay que revindicar el desarrollo de medidas de recuperación de la memoria desde la óptica de los derechos humanos. Hay que acompañar al que sufre, ponerse en su lugar y tras escucharle revindicar con él justicia.
Todas las víctimas son iguales, sí, pero no todas han sido recordadas y tratadas igual, no todas obtuvieron reparación, ni reconocimiento, por eso, resulta grotesco recetar el olvido. Las víctimas de la represión sistemática y genocida franquista no son diferentes a las víctimas del 11M, del 11S o de ETA, tampoco de otras víctimas en Argentina o Chile, todas demandan legítimamente ser reconocidas como víctimas, ser reparadas, que se conozca lo que ocurrió y que se les trate con justicia.
Cabe afirmar, por tanto, que los procesos de recuperación de la memoria histórica cierran heridas, cierran procesos y contribuyen a una mejora en las condiciones de vida de los familiares. No se abren traumas, más bien se normaliza la convivencia, se rompen tabúes sociales y políticos, y con ello las personas, atenúan sus propias pesadillas.
J. Guillermo Fouce. Profesor U. Carlos III y coordinador Psicólogos sin Fronteras Madrid.
Pseudociencia de la represión franquista publico, 20 octubre
Dominio público
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Pseudociencia de la represión franquista
20 Oct 2008
09:29
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Tags: Memoria histórica política
JOSÉ GUILLERMO FOUCE
El 22 de septiembre, un grupo de asociaciones presentaron ante el juez Baltasar Garzón listados de personas fusiladas por el franquismo. Junto a estos listados y con objeto de contribuir a demostrar la intencionalidad de las actuaciones desarrolladas por el régimen franquista, Psicólogos sin Fronteras Madrid presentó un informe pericial que firmé como perito, en el que, además de reflejar que las actuaciones ligadas a la memoria histórica cierran heridas o que las entrevistas recogidas hasta la fecha muestran que las familias no manifiestan odio o rencor, se recogía un conjunto de datos que reflejan la intencionalidad de la represión ejercida por el franquismo.
Si el debate es si hubo genocidio o crímenes de lesa humanidad, cabe partir de la definición legal de los mismos en nuestro país en el código penal (a.607): “Ataque generalizado o sistemático contra la población civil por razón de pertenencia a un grupo o colectivo perseguido por motivos políticos, raciales, nacionales o étnicos, culturales, religiosos o de género”.Uno puede encontrar el desarrollo de un complejo y completo entramado de justificaciones pseudo-científicas enmarcadas en el núcleo del mismo régimen y en la dirección justamente mencionada de dar cobertura a ataques generalizados y claramente intencionales a la población civil por razón de pertenencia a un grupo político (y también, supuestamente, racial).
Pueden encontrarse documentadas desde órdenes de depuración dictadas en el BOE por el franquismo, u otras órdenes desarrolladas por los principales dirigentes del movimiento, cartas de apoyo, respaldo y bendición eclesiásticas. Incluso prohombres del régimen desarrollaron investigaciones pretendidamente científicas. Es el caso del coronel y psiquiatra Antonio Vallejo Najera, jefe de los servicios psiquiátricos del Ejército, que, tras formarse en la Alemania pre-nazi, traslada y aplica a España concepciones de limpieza de raza y exterminio de los indeseables, que sirvieron para legitimar la represión generalizada.
Para Vallejo, ser republicano o marxista está íntimamente ligado con la inferioridad mental, la psicopatía y una serie de malformaciones físicas y psíquicas, algo que justifica mediante supuestos experimentos psico-genéticos con presos, realizados con autorización previa y directa de Franco que, a juicio de Vallejo, demuestran científicamente estas relaciones. Como él mismo recoge en su informe “Biopsiquismo del Fanatismo Marxista”: “La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible” y “La inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política o desafectos queda confirmada”.
Los revolucionarios natos eran, según Vallejo, “esquizoides místicos políticos y sujetos que inducidos por sus cualidades biopsíquicas constitucionales y tendencias instintivas, movilizadas por complejos de rencor y resentimiento o por fracaso en sus aspiraciones, propenden, en cierto modo congénitamente, a trastocar el orden social existente”. Y las mujeres, en general, pero particularmente las republicanas, eran para él “seres con muchos puntos de contacto con los niños y los animales y que, al romperse los frenos sociales que se les imponen, son especialmente crueles por faltarle inhibiciones inteligentes y lógicas, además de tener sentimientos patológicos”.
De estas conclusiones que Vallejo cita en su estudio, el psiquiatra extrae posteriormente una serie de recomendaciones para el desarrollo de políticas basadas en la higiene racial y la moral católica: se trata de “limpiar” la raza española retomando el proyecto purificador del genotipo español iniciado por los reyes católicos (como desarrolla en su libro Eugenesis de la raza hispana). Y esas recomendaciones se traducen en actuaciones como separar a las madres republicanas de sus hijos lactantes, el robo de niños o el desarrollo de programas de reeducación política y moral en los campos de concentración. Donde faltaba una adecuada dotación genética resultaban inútiles los esfuerzos dirigidos a moldear un hombre espiritualmente sano; había, entonces, que extirpar el mal, a ser posible de raíz, unas veces con la muerte, otras evitando que se reprodujesen, por ejemplo.
Por otra parte, como señalan Llavona y Bandres, “los brigadistas supervivientes recuerdan la presencia de miembros de la Gestapo que tomaban mediciones antropométricas e interrogaban a los prisioneros”. Algo que deja abierta la hipótesis (mencionada también por Vicenç Navarro), de si pudieron desarrollarse investigaciones que fuesen más allá, en esa misma dirección, como las perforaciones de cráneo desarrolladas por los nazis.
Etiquetar bajo un paraguas supuestamente científico a las poblaciones a las que se pretende perseguir y eliminarlas sistemáticamente es algo necesario en las políticas represivas. Los verdugos no tendrán inconveniente en asesinar al sometido si se le juzga como enfermo mental, al estar justificado que se le someta a un trato igualmente infrahumano y sentirán, además, que asesinan cumpliendo una misión elevada: salvar la patria.
Por eso, conocer nuestra historia, conocer el papel de la ciencia y conocer los mecanismos de la represión sistemática es un ejercicio necesario y sano, además de un elemento más de juicio para concluir que lo que ocurrió en nuestro país fue mucho más que una guerra civil entre hermanos. Porque tras la guerra, el régimen franquista sometió a civiles que ni siquiera participaron en la lucha armada y hubo una persecución sistemática a colectivos de personas que tenían en común una ideología calificada como enferma, contaminadora de la raza y justificadamente reprimida: ser republicano o ser marxista se tradujo en una condena a muerte que, finalmente, desembocó en un genocidio.
José Guillermo Fouce es profesor de la Universidad Carlos III y coordinador de Psicólogos son Fronteras de Madrid
Ilustración de Patrick Thomas
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20 Oct 2008
09:29
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JOSÉ GUILLERMO FOUCE
El 22 de septiembre, un grupo de asociaciones presentaron ante el juez Baltasar Garzón listados de personas fusiladas por el franquismo. Junto a estos listados y con objeto de contribuir a demostrar la intencionalidad de las actuaciones desarrolladas por el régimen franquista, Psicólogos sin Fronteras Madrid presentó un informe pericial que firmé como perito, en el que, además de reflejar que las actuaciones ligadas a la memoria histórica cierran heridas o que las entrevistas recogidas hasta la fecha muestran que las familias no manifiestan odio o rencor, se recogía un conjunto de datos que reflejan la intencionalidad de la represión ejercida por el franquismo.
Si el debate es si hubo genocidio o crímenes de lesa humanidad, cabe partir de la definición legal de los mismos en nuestro país en el código penal (a.607): “Ataque generalizado o sistemático contra la población civil por razón de pertenencia a un grupo o colectivo perseguido por motivos políticos, raciales, nacionales o étnicos, culturales, religiosos o de género”.Uno puede encontrar el desarrollo de un complejo y completo entramado de justificaciones pseudo-científicas enmarcadas en el núcleo del mismo régimen y en la dirección justamente mencionada de dar cobertura a ataques generalizados y claramente intencionales a la población civil por razón de pertenencia a un grupo político (y también, supuestamente, racial).
Pueden encontrarse documentadas desde órdenes de depuración dictadas en el BOE por el franquismo, u otras órdenes desarrolladas por los principales dirigentes del movimiento, cartas de apoyo, respaldo y bendición eclesiásticas. Incluso prohombres del régimen desarrollaron investigaciones pretendidamente científicas. Es el caso del coronel y psiquiatra Antonio Vallejo Najera, jefe de los servicios psiquiátricos del Ejército, que, tras formarse en la Alemania pre-nazi, traslada y aplica a España concepciones de limpieza de raza y exterminio de los indeseables, que sirvieron para legitimar la represión generalizada.
Para Vallejo, ser republicano o marxista está íntimamente ligado con la inferioridad mental, la psicopatía y una serie de malformaciones físicas y psíquicas, algo que justifica mediante supuestos experimentos psico-genéticos con presos, realizados con autorización previa y directa de Franco que, a juicio de Vallejo, demuestran científicamente estas relaciones. Como él mismo recoge en su informe “Biopsiquismo del Fanatismo Marxista”: “La idea de las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente en otros trabajos. La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible” y “La inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política o desafectos queda confirmada”.
Los revolucionarios natos eran, según Vallejo, “esquizoides místicos políticos y sujetos que inducidos por sus cualidades biopsíquicas constitucionales y tendencias instintivas, movilizadas por complejos de rencor y resentimiento o por fracaso en sus aspiraciones, propenden, en cierto modo congénitamente, a trastocar el orden social existente”. Y las mujeres, en general, pero particularmente las republicanas, eran para él “seres con muchos puntos de contacto con los niños y los animales y que, al romperse los frenos sociales que se les imponen, son especialmente crueles por faltarle inhibiciones inteligentes y lógicas, además de tener sentimientos patológicos”.
De estas conclusiones que Vallejo cita en su estudio, el psiquiatra extrae posteriormente una serie de recomendaciones para el desarrollo de políticas basadas en la higiene racial y la moral católica: se trata de “limpiar” la raza española retomando el proyecto purificador del genotipo español iniciado por los reyes católicos (como desarrolla en su libro Eugenesis de la raza hispana). Y esas recomendaciones se traducen en actuaciones como separar a las madres republicanas de sus hijos lactantes, el robo de niños o el desarrollo de programas de reeducación política y moral en los campos de concentración. Donde faltaba una adecuada dotación genética resultaban inútiles los esfuerzos dirigidos a moldear un hombre espiritualmente sano; había, entonces, que extirpar el mal, a ser posible de raíz, unas veces con la muerte, otras evitando que se reprodujesen, por ejemplo.
Por otra parte, como señalan Llavona y Bandres, “los brigadistas supervivientes recuerdan la presencia de miembros de la Gestapo que tomaban mediciones antropométricas e interrogaban a los prisioneros”. Algo que deja abierta la hipótesis (mencionada también por Vicenç Navarro), de si pudieron desarrollarse investigaciones que fuesen más allá, en esa misma dirección, como las perforaciones de cráneo desarrolladas por los nazis.
Etiquetar bajo un paraguas supuestamente científico a las poblaciones a las que se pretende perseguir y eliminarlas sistemáticamente es algo necesario en las políticas represivas. Los verdugos no tendrán inconveniente en asesinar al sometido si se le juzga como enfermo mental, al estar justificado que se le someta a un trato igualmente infrahumano y sentirán, además, que asesinan cumpliendo una misión elevada: salvar la patria.
Por eso, conocer nuestra historia, conocer el papel de la ciencia y conocer los mecanismos de la represión sistemática es un ejercicio necesario y sano, además de un elemento más de juicio para concluir que lo que ocurrió en nuestro país fue mucho más que una guerra civil entre hermanos. Porque tras la guerra, el régimen franquista sometió a civiles que ni siquiera participaron en la lucha armada y hubo una persecución sistemática a colectivos de personas que tenían en común una ideología calificada como enferma, contaminadora de la raza y justificadamente reprimida: ser republicano o ser marxista se tradujo en una condena a muerte que, finalmente, desembocó en un genocidio.
José Guillermo Fouce es profesor de la Universidad Carlos III y coordinador de Psicólogos son Fronteras de Madrid
Ilustración de Patrick Thomas
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PARA OLVIDAR, PRIMERO HAY QUE RECORDAR
PARA OLVIDAR, PRIMERO HAY QUE RECORDAR
José Guillermo Fouce, Profesor Universidad Carlos III y Coordinador Psicólogos sin Fronteras Madrid
Me gustaría comenzar esta reflexión con algunas sencillas preguntas. Cuando un día estimado lector, muera usted o muera alguien a quien quiere, su pareja, su hijo, su padre, su madre… como por nuestra condición humana resulta inevitable ¿Cómo le gustaría que le recordasen? ¿Qué le gustaría que ocurriese? Si además su muerte hubiese sido una muerte violenta, un asesinato ¿Qué le pediría a sus familiares? ¿Qué le gustaría que hiciesen? ¿Qué le pediría a la sociedad en la que vive?
Por supuesto no hay una respuesta única a estas preguntas, pero sí cabe establecer algunos elementos comunes a todos los seres humanos. Nos gustaría que se supiese lo que nos ocurrió y se nos hiciese justicia, que se reparase nuestra perdida a nuestros familiares, que se respetase nuestra última voluntad de ser enterrados o incinerados con dignidad, como seres humanos. Querríamos también que nuestros familiares continúen su vida, mezclando recuerdo con olvido, olvido siempre relativo y solo tras cumplir nuestro “deber” con el ser querido y perdido. Querríamos que la sociedad nos reconozca nuestro papel de víctimas, nos acompañe y reconozca la perdida y lo perdido, reparándolo.
Para que se produzca además este olvido relativo primero hay que hablar, expresar emociones y sentimientos, verbalizar lo ocurrido, reconocer la perdida, recolocar las emociones y pensamientos, habilitar un espacio de nuestra memoria para la persona perdida.
Nadie en una perdida olvida por completo, guarda en su memoria lo ocurrido, lo aprendido con la perdida y a la persona que perdió.
Esto es lo que nos enseña la evidencia y la literatura con respecto a las pérdidas y su elaboración; en el plano colectivo, es lo mismo que señalan los derechos humanos: verdad, justicia y reparación. Pero si atendemos a otras fuentes, como la religión, lo que viene al caso dadas las circunstancias, la misma señala también la necesidad de enterrar a la persona perdida de acuerdo a las creencias, recordarla en el tiempo, homenajearla, dignificar su perdida.
Por eso resulta hoy ingenuo, además de imposible e increíble cuando no hipócrita, cínico cuando no inmoral, “recetar o defender” el olvido, cuando además el mismo se defiende solo para los que no comulgan con las propias ideas, porque a las victimas propias se las sigue homenajeando, incluso llevándolas a los altares, cuando quien receta el olvido o lo defiende bendijo como santa cruzada la caza y muerte del otro, legitimando los fusilamientos, los enterramientos en las cunetas o la represión y el miedo a los familiares frente a toda su doctrina, la del perdón, la del recuerdo, la del propósito de enmienda o los actos de constricción.
Si en ningún caso se puede decir que los dos bandos implicados en la guerra fueron y actuaron igual, mucho menos se puede decir lo mismo del tratamiento que se dio a las victimas, unas fueron homenajeadas casi cotidianamente y lo siguen siendo, se conoció y reconoció lo que les ocurrió, se reparó económicamente y materialmente lo perdido, se enterró a los propios muertos. Mientras las otras victimas, muchísimas más en número, siguen enterradas mayoritariamente en las cunetas, siguen sin ser reconocidas, sigue sin conocerse y reconocerse lo que les ocurrió, siguen sin repararse su perdida.
Estas tareas pendientes, que seguirán presentes pese a que pretendan ocultarse o detener su movimiento, no pueden ser abordadas desde una óptica meramente individual, del dolor individual o de la familia, porque los hechos son colectivos y la verdad, la justicia o las reparaciones simbólicas o materiales no son de carácter individual ni pueden serlo. La sociedad debe reconocer lo ocurrido, hacer justicia, reparar a las victimas durante tantísimo tiempo silenciadas, darles voz, escucharlas, conocer su pasado y dignificarlas, algo que va más allá de las fosas, aunque estas sean hoy un elemento central.
Por eso, como nos recuerda amnistía internacional, solo se puede pasar página, si primero se lee, solo se puede olvidar y de manera relativa si antes se conoce lo ocurrido, se entierra a las victimas donde corresponde, se las repara, si se hace justicia y se las dignifica.
José Guillermo Fouce, Profesor Universidad Carlos III y Coordinador Psicólogos sin Fronteras Madrid
Me gustaría comenzar esta reflexión con algunas sencillas preguntas. Cuando un día estimado lector, muera usted o muera alguien a quien quiere, su pareja, su hijo, su padre, su madre… como por nuestra condición humana resulta inevitable ¿Cómo le gustaría que le recordasen? ¿Qué le gustaría que ocurriese? Si además su muerte hubiese sido una muerte violenta, un asesinato ¿Qué le pediría a sus familiares? ¿Qué le gustaría que hiciesen? ¿Qué le pediría a la sociedad en la que vive?
Por supuesto no hay una respuesta única a estas preguntas, pero sí cabe establecer algunos elementos comunes a todos los seres humanos. Nos gustaría que se supiese lo que nos ocurrió y se nos hiciese justicia, que se reparase nuestra perdida a nuestros familiares, que se respetase nuestra última voluntad de ser enterrados o incinerados con dignidad, como seres humanos. Querríamos también que nuestros familiares continúen su vida, mezclando recuerdo con olvido, olvido siempre relativo y solo tras cumplir nuestro “deber” con el ser querido y perdido. Querríamos que la sociedad nos reconozca nuestro papel de víctimas, nos acompañe y reconozca la perdida y lo perdido, reparándolo.
Para que se produzca además este olvido relativo primero hay que hablar, expresar emociones y sentimientos, verbalizar lo ocurrido, reconocer la perdida, recolocar las emociones y pensamientos, habilitar un espacio de nuestra memoria para la persona perdida.
Nadie en una perdida olvida por completo, guarda en su memoria lo ocurrido, lo aprendido con la perdida y a la persona que perdió.
Esto es lo que nos enseña la evidencia y la literatura con respecto a las pérdidas y su elaboración; en el plano colectivo, es lo mismo que señalan los derechos humanos: verdad, justicia y reparación. Pero si atendemos a otras fuentes, como la religión, lo que viene al caso dadas las circunstancias, la misma señala también la necesidad de enterrar a la persona perdida de acuerdo a las creencias, recordarla en el tiempo, homenajearla, dignificar su perdida.
Por eso resulta hoy ingenuo, además de imposible e increíble cuando no hipócrita, cínico cuando no inmoral, “recetar o defender” el olvido, cuando además el mismo se defiende solo para los que no comulgan con las propias ideas, porque a las victimas propias se las sigue homenajeando, incluso llevándolas a los altares, cuando quien receta el olvido o lo defiende bendijo como santa cruzada la caza y muerte del otro, legitimando los fusilamientos, los enterramientos en las cunetas o la represión y el miedo a los familiares frente a toda su doctrina, la del perdón, la del recuerdo, la del propósito de enmienda o los actos de constricción.
Si en ningún caso se puede decir que los dos bandos implicados en la guerra fueron y actuaron igual, mucho menos se puede decir lo mismo del tratamiento que se dio a las victimas, unas fueron homenajeadas casi cotidianamente y lo siguen siendo, se conoció y reconoció lo que les ocurrió, se reparó económicamente y materialmente lo perdido, se enterró a los propios muertos. Mientras las otras victimas, muchísimas más en número, siguen enterradas mayoritariamente en las cunetas, siguen sin ser reconocidas, sigue sin conocerse y reconocerse lo que les ocurrió, siguen sin repararse su perdida.
Estas tareas pendientes, que seguirán presentes pese a que pretendan ocultarse o detener su movimiento, no pueden ser abordadas desde una óptica meramente individual, del dolor individual o de la familia, porque los hechos son colectivos y la verdad, la justicia o las reparaciones simbólicas o materiales no son de carácter individual ni pueden serlo. La sociedad debe reconocer lo ocurrido, hacer justicia, reparar a las victimas durante tantísimo tiempo silenciadas, darles voz, escucharlas, conocer su pasado y dignificarlas, algo que va más allá de las fosas, aunque estas sean hoy un elemento central.
Por eso, como nos recuerda amnistía internacional, solo se puede pasar página, si primero se lee, solo se puede olvidar y de manera relativa si antes se conoce lo ocurrido, se entierra a las victimas donde corresponde, se las repara, si se hace justicia y se las dignifica.
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Los resistentes, articulo periodico publico21 noviembre
Tags: justicia Memoria histórica sociedad
JOSÉ GUILLERMO FOUCE
Cada vez que trabajamos como psicólogos en el acompañamiento a las víctimas de grandes catástrofes humanitarias o naturales, como el 11-M, El Salvador, Argentina, Spanair o los represaliados por el franquismo, con reiterada frecuencia los periodistas –expresando lo que piensa la mayoría de las personas corrientes–, nos preguntan por el trauma, por el estrés post traumático, por el sufrimiento, por el dolor y las patologías psiquiátricas de las víctimas. Sin embargo, nosotros recordamos mucho más las increíbles capacidades de resistencia que muestran las víctimas, su fortaleza, su entereza, su salud mental, incluso los momentos de humor en medio de la tragedia.
Recordamos y actuamos, además, durante mucho tiempo después de que los focos se marchen y ya no esté de actualidad la tragedia.
Veámoslo a través de un precioso ejemplo extraído del libro Sin destino (2002) del premio Nobel húngaro Imre Kertész: “Incluso allá, al lado de las chimeneas, había habido, entre las torturas, en los intervalos de las torturas, algo que se parecía a la felicidad. Todos me preguntaban por las calamidades, por los ‘horrores’, cuando para mí esa había sido la experiencia que más recordaba”. Imre está contando nada menos que la vida en Auschwitz y Buchenwald. Otros textos, nuevamente sobre los campos de concentración y los mecanismos de supervivencia a los mismos como los de Primo Levi o Victor Frankl, señalan en similar dirección: la capacidad de resistencia, la resiliencia de las víctimas.En algunos de estos acompañamientos psicológicos, en nuestra particular situación de violencia total y totalitaria –la represión fascista ejercida por el franquismo–, uno recuerda y trabaja mucho más con recuerdos de la resistencia personal como lo eran las canciones a la muerte, “a La Paca”, que cantaban al unísono los condenados en las cárceles y campos de concentración conjurando así el terror ante la amenaza de una muerte cercana y generando cohesión y unidad entre los resistentes, entre las víctimas.
Es con los elementos de resistencia, de resiliencia, en términos psicológicos aceptados y desarrollados hoy (entre otros organismos por la propia Organización Mundial de la Salud), en el apoyo social, la búsqueda de sentido, la cohesión con el grupo, la flexibilidad, el humor, el crecimiento personal, donde preferimos trabajar como profesionales de la intervención psicosocial en emergencias, crisis y catástrofes naturales y humanitarias.
Porque vale más y es más eficaz trabajar con los elementos positivos que hacerlo con los negativos, vale más, y además es la situación más habitual, potenciar los recursos y competencias que tratar de cubrir los déficits y síntomas negativos. La mayoría de las personas que se ven involucradas en situaciones de violencia, en situaciones vitales estresantes, superan con crecimiento estas dificultades, resisten las tensiones y sufrimientos. Esta es la realidad, los hombres y mujeres somos capaces de superar muchas más cosas de las que creemos con el apoyo de nuestros semejantes.
Uno puede fijar la mirada en el dolor, la patología y el sufrimiento que, sin duda, existen, pero también puede hacerlo en los elementos de afrontamiento y resistencia que, sin duda, también están presentes. Se trata de hacer un trabajo desde lo positivo, desde las competencias, desde las resistencias.
Para que este crecimiento y superación se den, uno de los elementos más importantes es que se nos reconozca el papel de víctima, que se nos apoye emocionalmente, materialmente, simbólicamente, desde nuestro entorno cercano y desde la sociedad. Por eso, cuando hablamos de derechos humanos, de los derechos de las víctimas, de todas las víctimas, hablamos de verdad, justicia y reparación. Y por eso, cuando hoy en nuestro país, con argumentos basados en, por ejemplo, el olvido supuestamente terapéutico –el mismo que emplearon en su tiempo Pinochet o Videla u otros para defender leyes de amnistía e impunidad a los crímenes cometidos–, se intenta hurtar el derecho inalienable y universal de las víctimas a ser reconocidas como tales, conocer lo ocurrido, obtener justicia y recibir reparación, uno no puede sino estar, por coherencia y en función de lo aprendido, con ellas, acompañándolas en la pelea por el reconocimiento de lo obvio.
Ante crímenes de lesa humanidad como los cometidos por el franquismo, no caben medias tintas, caminos intermedios. Hay que comprometerse en el apoyo y acompañamiento a las víctimas como antes las víctimas de la otras violencias en la guerra recibieron este apoyo, acompañamiento, reparación, verdad y justicia.
Puede haber parones judiciales aparentes, como lo es quizás lo recientemente sucedido con Garzón, momentos de euforia al encontrar una fosa, momentos de decepción al no recibir apoyo, pero, como canta León Gieco de manera admirable: “Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia… La memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento”. Siempre despierta, como la justicia que se reclama y proclama, aunque a algunos no les convenga y traten de taparla como ocurrió en Argentina, en Chile o ahora en nuestro país.
José Guillermo Fouce es profesor de la universidad Carlos III y coordinador de Psicólogos sin Fronteras Madrid
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derechos humanos,
memoria historica,
resiliencia
EN LA CARRETERA A 0º POR HORA. PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS EN AUTOESCUELAS
TÍTULO: EN LA CARRETERA A 0º POR HORA. PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS EN AUTOESCUELAS
AUTORES: José Guillermo Fouce Fernández: Doctor en psicología, fue Coordinador CAID Torrejón de Ardoz (Madrid) del 2001 a Julio del 2007
PALABRAS CLAVE: prevención drogas, conducción, alcohol
RESUMEN: El fin último que persigue este innovador programa es fomentar hábitos de vida saludables con repercusión a nivel comunitario (reducción de los índices de siniestralidad en carretera) y a nivel personal (mejora de la calidad de vida) en los habitantes de nuestro municipio. Mediante la colaboración activa y conjunta entre las autoescuelas del municipio y los técnicos de prevención de drogodependencias del CAID, se trabaja para lograr el objetivo fundamental del programa: la reducción de las conductas de riesgo asociadas a la conducción bajo los efectos de alcohol y otras drogas, en los futuros conductores. Las dos líneas de actuación principales que conforman el programa son dos intervenciones paralelas y complementarias: por una parte, la impartición de talleres-conferencia dirigidos a los alumnos de las autoescuelas sobre alcohol, drogas y conducción. Entre los ejes principales de contenidos se encuentran binomios como: el alcohol y accidentes de tráfico, alcohol y efectos físicos y psicológicos sobre el organismo, alcohol y normativa legal. Las sesiones formativas tendrán lugar en la propia autoescuela por técnicos municipales; por otra, la entrega en la propia autoescuela del material preventivo “En la carretera… a 0º por hora”. Una breve guía didáctica con un diseño innovador y sugerente a través de la cual se pretende concienciar a los conductores de su responsabilidad al volante en materia de seguridad vial .
TITLE: IN the HIGHWAY To 0º PER HOUR. PROGRAM OF ALCOHOL PREVENTION AND OTHER DRUGS IN DRIVING SCHOOLS
KEY WORDS: prevention drugs, conduction, alcohol
SUMMARY: The last aim that persecutes this innovating program is to foment healthful habits of life with repercussion at communitarian level (reduction of the indices of sinisterness in highway) and at personal level (improvement of the quality of life) in the inhabitants of our municipality. By means of the active collaboration and it combines between the driving schools of the municipality and the technicians of prevention of drugs of the CAID, one works to obtain the main target of the program: the reduction of the conducts of risk associated to the conduction under the alcohol effects and other drugs, in the conductive futures. The two main lines of performance that the§conform the program are two parallel and complementary interventions: factory-conference teaching directed to the students of the driving schools on alcohol, drugs and conduction. Between the main axes of contents are binomials like: the alcohol and physical and psychological traffic accidents, alcohol and effects on the organism, alcohol and legal norm. The formativas sessions will the delivery in§take place in the own driving school by municipal technicians. the own driving school of the preventive material “In the highway… to 0º per hour”. A brief didactic guide with an innovating and suggestive design through which he tries himself to concienciar to the conductors of his responsibility to the steering wheel in the matter of security via
1. INTRODUCCIÓN- FUNDAMENTACIÓN
El programa que ahora presentamos y su evaluación se enmarca dentro de las directrices presentadas en la Estrategia Nacional sobre Drogas 2000 – 2008 (Plan Nacional sobre Drogas, Ministerio del Interior) y en el Plan Estratégico de Seguridad Vial 2005 – 2008 diseñado por la DGT.
A lo largo del teimpo, repetidamente, las encuestas sobre siniestrabilidad reflejan datos que asocian consumo de alcohol y otras drogas y accidentes de trafico: “el alcohol esta presente en 5 de cada 10 accidentes...junto a droga y medicamentos presente en 58 % siniestros... el alcohol es el responsable del 30 al 50 % accidentes”. (Encuesta nacional de salud, DGT, 1994); “el 60 % conductores muertos en accidente de trafico había ingerido alcohol, drogas o medicamentos e incluso una mezcla de varias. Seis de cada diez fallecidos”. (Estudio Universidad Valladolid y DGT, 1997); “Un trago de 4000 muertos... Entre el 40 y el 80% de los fallecidos en accidente de circulación habían bebido. Entre 4 y 8 de cada diez fallecidos, 4000 muertos al año” (DGT, 1999); “alcohol y drogas: efectos mortales... el análisis de muestras fluidos orgánicos del Instituto nacional de Toxicología señala que el 41 por ciento de los muertos habían ingerido alguna cantidad alcohol (DGT, 2001); “alcohol y medicamentos una pareja peligrosa... según encuestas recientes 8 de cada 10 conductores toma simultáneamente alcohol y medicamentos” (DGT, 2002); “continúa el peligro... el alcohol solo o combinado con otras sustancias como medicamentos u otras drogas estaba presente en casi la mitad de los conductores muertos en accidente de circulación en el año 2001 en niveles similares a los del año anterior”. (Instituto nacional toxicología, DGT, 2003); “Demasiadas Rayas en la carretera... más del 10% de los conductores fallecidos en accidente en 2004 había consumido droga” (DGT, 2003).
Es decir que entre el 50% y el 80% de los accidentes de tráfico, según datos reflejados por la Dirección General de Tráfico, están relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas lo cual supone una constatación demostrada de una relación tremendamente negativa entre drogas en general y alcohol en particular y conducción.
España ocupa además uno de los últimos lugares de la Unión Europea en materia de seguridad vial, siendo fundamental en esta situación, la repercusión que el consumo de alcohol tiene en la alta siniestralidad que se registra en las carreteras españolas.
Según tráfico, si se consiguiese erradicar el consumo de alcohol entre los conductores podrían evitarse la muerte de al menos cuatro mil personas.
Pero no sólo es el alcohol la única droga que afecta negativamente a la conducción elevando el riesgo de accidente, también el cannabis, la cocaína, los medicamentos o el tabaco tienen efectos negativos. Es científicamente innegable que las drogas son perjudiciales e impiden conducir con seguridad pero muchas personas siguen consumiendo drogas antes e incluso durante la conducción aumentando en los últimos años los que consumen cocaína.
Las drogas disminuyen la capacidad de manejo de un vehículo con efectos diversos, sean estos de sedación (alcohol, morfina, heroína, etc.) haciendo que se tarde más en reaccionar. Otras como las anfetaminas o la cocaína tendrán un efecto estimulante alterando la percepción del riesgo o propiciando que se cometan más errores. Respecto al cannabis, datos recientes refieren mayor probabilidad de sufrir un accidente tras su consumo (DGT, 2004).
El consumo de drogas afectará siempre a la conducción hasta en pequeñas cantidades o con consumos no habituales. Constatada ampliamente esta realidad, cabría pues ponerse manos a la obra para tratar de prevenirla.
Entre la batería de medidas que podemos tomar con respecto al problema destacan, sin duda, las modificaciones legislativas establecidas para castigar con mayor dureza las infracciones ligadas al consumo de sustancias. Detectar y perseguir la asociación drogas- conducción es, sin duda, una medida eficaz y necesaria.
Pero complementariamente a estas medidas de índole legal y policial, se desarrollan otro conjunto de intervenciones de carácter preventivo y sensibilizador que intentan concienciar a los conductores, especialmente a los noveles y a los jóvenes, de la necesidad de romper la asociación entre consumo de drogas y conducción para evitar los peligros subyacentes a esta situación.
Con cierta frecuencia, entre las campañas generales de sensibilización para una conducción segura, las temáticas ligadas al consumo de sustancias en general, y en particular el alcohol, ocupan un lugar muy importante.
Pero no basta con acciones universales, ligadas a los grandes medios de comunicación, hay que establecer otro tipo de medidas concretas que refuercen los objetivos preventivos desde la óptica de la sensibilización, la formación o el establecimiento de hábitos saludables y protectores para los conductores.
En este sentido, las autoescuelas, como espacios de formación de conductores, suponen un aliado fundamental y clave en la incorporación de actitudes, intenciones de conducta y hábitos saludables para los nuevos conductores.
Por todo ello, desarrollamos y ponemos en marcha el presente proyecto de actuación para la prevención del consumo de drogas mientras se conduce.
Para el desarrollo del mismo, hemos establecido una alianza imprescindible con las diferentes autoescuelas del municipio como colaboradoras y coadyuvantes del proyecto.
Así mismo, decidimos desarrollar instrumentos llamativos de trabajo en la sensibilización y prevención, buscando un lema llamativo “En la carretera a 0º por hora” y un logo atrayente “Rojebrio”. El manual informativo dispone de viñetas para hacerlo más atractivo y fácil de leer y posibilitar una interacción significativa con las personas destinatarias.
El programa, de acuerdo con otras experiencias analizadas previamente, se plantea de manera escalonada y guiado por el desarrollo de estrategias de bajo coste para los usuarios, en tiempo y en esfuerzo.
El desarrollo de estrategias preventivas que intenten modificar hábitos no saludables de conducta debe incidir en la información, sensibilización y cambio actitudinal lo cual supone establecer estrategias preventivas y formativas que incidan en estos aspectos.
Pretendemos por tanto, contribuir desde nuestro espacio de responsabilidad y de posibilidad, a establecer una sensibilización y formación preventiva eficaz y significativa con los nuevos conductores en general y con los jóvenes en particular complementando acciones de carácter universal basadas normalmente en los medios de comunicación, con acciones de carácter directo y de bajo coste como la formación con nuevos conductores o el reparto de guías informativas y de sensibilización.
Por último, consideramos fundamental, establecer sistemas de evaluación de lo que proponemos, para ser capaces de determinar en que medida lo mismo resulta eficaz y eficiente, siendo conscientes de que el tipo de intervención propuesta (breve, universal, de baja exigencia) puede no suponer el cambio estable de hábitos y tendencias aunque sí puede contribuir a este tipo de objetivos más generales mediante el esfuerzo sumativo y multiplicador de acciones establecidas a diferentes niveles (medios de comunicación de masas, acciones legales, establecimiento de sanciones, folletos informativos, etc.)
2. OBJETIVOS
2.1. OBJETIVOS GENERALES
§ Directo: Reducción de las conductas de riesgo asociadas a la conducción bajo los efectos de sustancias y, por tanto, la reducción de la siniestralidad en carretera.
§ Indirecto: impedir o retrasar la aparición de conductas de consumo y abuso de las distintas drogas.
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
§ Informar sobre los efectos que el consumo de alcohol y otras drogas puede tener sobre la conducción, a todos los niveles (físico, psicológico, legal,...)
§ Fomentar hábitos de vida saludables con efectos a nivel individual (mayor calidad de vida) y a nivel comunitario (descenso en los índices de siniestralidad en carretera).
§ Formar en un consumo responsable.
3. METODOLOGÍA
3.1. TIPO DE INTERVENCIÓN
La intervención desarrollada es una intervención preventiva de carácter universal dirigida a la reducción de la demanda de drogas por los conductores a través de la puesta en marcha de dos tipos de estrategias:
Informativa : difusión de información sobre:
§ Características de las drogas y sus efectos sobre el organismo y sobre la conducción.
§ Accidentalidad asociada al consumo de estupefacientes.
§ Normativa sobre la conducción bajo los efectos de alcohol y otras drogas.
§ Mitos y realidades sobre el binomio alcohol-conducción.
§ Pautas para reducir riesgos a través de un consumo responsable.
2. Formativa: ampliación y profundización de la información dada en el manual para fomentar una correcta internalización de la misma y que pase a formar parte del bagaje conductual del conductor.
3.2. ÁMBITO DE INTERVENCIÓN
§ Geográfico: autoescuelas de Torrejón de Ardoz.
§ Temporal: intervenciones continuas todo el año natural.
§ Población diana:
o De forma directa: alumnos de las autoescuelas.
o De forma indirecta: población general de conductores.
3.3. ACTIVIDADES A DESARROLLAR
Difusión
Para difundir el programa entre la población del municipio en general y la población de autoescuelas en particular, se utiliza una estrategia de acercamiento progresivo a la población diana a través de diversas acciones coordinadas y complementarias.
En un primer momento, se realiza una presentación institucional del programa a través de los medios de comunicación locales. Con esta acción, se consigue no sólo informar de la existencia del programa a la población de autoescuelas, lo que facilita los ulteriores acercamientos, sino que también se consigue acercar, el programa en particular y la prevención en general, a toda la población del municipio, lo que constituye un factor facilitador del conocimiento y posterior implantación de la labor preventiva entre la comunidad.
Posteriormente, se envía una carta desde concejalía a cada una de las autoescuelas del municipio, en la que de manera concisa se presenta el programa, sus objetivos y dinámica de funcionamiento, y se les invita a su participación emplazándoles para una visita de los técnicos de prevención municipales en la que se desarrollará el programa de forma exhaustiva. Tras la recepción de la carta, los técnicos municipales se ponen en contacto telefónicamente con los responsables de las autoescuelas y conciertan una cita.
Por último, se realiza la visita presencial a las autoescuelas, en la que el técnico municipal explica detenidamente el programa y entrega al responsable una muestra de los materiales: 5 manuales, dossier explicativo del proceso de funcionamiento, fichas de solicitud de talleres, fichas de solicitud de materiales y cuestionarios de evaluación del manual.
Reparto del Manual
El manual “En la carretera a 0º por hora” se distribuye atendiendo a dos tipos de demandas, pudiendo enmarcar la distribución en masiva y selectiva.
En la distribución masiva se entrega el manual a todo aquél que lo demande a través de las fichas de solicitud entregadas en las autoescuelas. De esta forma, aunque la distribución se ciña a la población de alumnos de autoescuelas, será masiva entre esta población porque no requerirá ningún requisito para su entrega.
En la distribución selectiva se entregará el manual a todos aquellos alumnos que asistan a los talleres presenciales, de tal forma que completarán todo el ciclo informativo-formativo previsto para el programa.
En ambos casos, junto al manual se hace entrega de un cuestionario de valoración del mismo.
Talleres formativos
Los talleres formativos tiene como objetivo desarrollar de forma más profunda y específica los contenidos del manual. Para ello se hace hincapié en los efectos del consumo de sustancias, tanto a nivel general como sobre la conducción en particular y se proporcionan pautas para no consumir y, en su caso, reducir al máximo los riesgos. Los talleres están estructurados de forma dinámica en la que la exposición de los contenidos se realiza mediante técnicas grupales de discusión. Así se fomenta la adquisición de un aprendizaje significativo más útil a la hora de interiorizar y utilizar los conceptos desarrollados.
Los talleres se desarrollan a petición de la autoescuela, para lo cual utilizan las fichas entregadas en la visita del técnico municipal. Tienen una duración de una hora y son coincidentes con la hora de clase teórica. Principalmente se desarrollan en los horarios nocturnos (clase de las 20:00 horas) debido a la mayor asistencia de alumnos y al perfil específico de los mismos (más jóvenes y, por lo tanto, parte de la población de más riesgo a la hora de consumir sustancias). La fecha y la hora exactas siempre vienen determinadas por las autoescuelas, estando el servicio de formación a disposición de las necesidades de las mismas. No obstante, y tras consensuarlo con varias autoescuelas, se intenta hacer coincidir el taller con la parte del temario correspondiente a conducción segura; de esta forma, se asegura una media de 3 talleres anuales por grupo y autoescuela, teniendo en cuenta que dan una vuelta al libro cada 2 – 3 meses y, por otro lado, se refuerzan los contenidos necesarios para el examen teórico de conducción.
El desarrollo de los talleres corre a cargo de un formador del municipio. Este formador se pone en contacto con la autoescuela previamente a la fecha del taller para cerrar cuestiones organizativas. En este sentido, también se llegó a un acuerdo con las autoescuelas para que no avisasen a los alumnos de la sustitución de la clase teórica ordinaria por el taller específico de alcohol y conducción, pues se comprobó que, en aquellos sitios en que se había avisado previamente, la asistencia descendió considerablemente. A comienzo del taller y tras la presentación del mismo, el formador/a entrega a todos los asistentes uno de los manuales del programa junto a una ficha de petición/recepción del mismo, en la que se reflejan los datos personales básicos. El objetivo de poseer esta información, es la posterior realización de las evaluaciones telefónicas sobre el manual. Una vez realizados estos trámites, da comienzo el taller con el formato anteriormente descrito. Cuando finaliza, el formador/a hace entrega a los alumnos de un cuestionario anónimo breve en el que se evalúa su opinión sobre el taller (desarrollo, contenidos, formador/a) y que se cumplimenta y recoge en ese mismo momento.
3.4. CRONOGRAMA
El programa que ahora presentamos se desarrollo durante el año 2005 (continuándose el desarrollo en el 2006 pero aún sin terminar el proceso de evaluación) con la siguiente distribución en calendario:
ACTIVIDADES
ENERO
FEBRER
MARZO
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SEPTIEM
OCTUBR
NOVIEM
DICIEM
DIFUSIÓN PROGRAMA
X
X
X
X
REPARTO MANUALES
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
TALLERES FORMATIVOS
X
X
X
X
X
X
X
X
X
4. RECURSOS
ð HUMANOS:
o Técnicos municipales para la realización de la difusión, reparto de manuales y evaluación del programa.
o Formador/a para desarrollar los talleres y elaborar informe de valoración anual de los mismos.
ð MATERIALES:
o Diseño y elaboración de la guía “En la carretera ... a 0º por hora”
o Llaveros con el logo del programa “Rojebrio” que se entregan a los alumnos asistentes a los talleres.
o Materiales necesarios para el desarrollo de los talleres.
5. SISTEMA DE EVALUACIÓN
Se realizarán evaluaciones en las que se valorará tanto el cumplimiento de las actividades propuestas (evaluación de proceso) como la consecución de los objetivos establecidos (evaluación de resultados).
Para la evaluación de proceso, se realizará un análisis cuantitativo de cada una de las actividades programadas (difusión, reparto de manuales, talleres formativos).
La difusión se evaluará a través de la realización de un calendario de visitas y un análisis posterior con el que se dilucidarán los ratios reales obtenidos sobre la población diana.
Para evaluar el alcance conseguido con el reparto de los manuales, se obtendrá el sumatorio total de los manuales entregados y se realizarán cálculos porcentuales comparativos.
En cuanto a la realización de los talleres formativos, el análisis será de nuevo cuantitativo, obteniendo cifras globales y ratios porcentuales.
Para la evaluación de los resultados, los análisis cuantitativos anteriores se complementarán con análisis cualitativos de cada una de las actividades con los que se valorará el logro de los objetivos inicialmente establecidos.
La eficacia y las mejoras en el proceso de difusión se evaluarán a través de un cuestionario expresamente diseñado para los profesores y responsables de las autoescuelas con los que se mantienen los contactos. En este cuestionario, aparte de la valoración de otros aspectos que desarrollaremos posteriormente, se les pide su opinión sobre el proceso de difusión desde principio a fin (contactos epistolares, telefónicos y presenciales), así como sus propuestas de mejora. El cuestionario está compuesto de preguntas abiertas y se pide su cumplimentación al finalizar la edición anual del programa (época estival).
Para valorar la consecución de los objetivos establecidos con la publicación del manual, se aplican sendos cuestionarios a profesores y alumnos. El cuestionario consta de 10 ítems (7 cerrados tipo Likert y 3 abiertos) con los que se evalúa el formato, los contenidos, la utilidad y las propuestas de mejora. El cuestionario se cumplimenta, en el caso de los profesores, al finalizar la edición anual junto al anterior y, en el caso de los alumnos, tras un plazo aproximado de un mes tras la recepción del manual, bien entregándolo el alumno en la propia autoescuela o a través de una encuesta telefónica realizada por los formadores.
Por último, la valoración de los talleres se hará a través de tres fuentes de información: profesores, alumnos y formador/a. En cuanto a los profesores, la evaluación la realizarán en el cuestionario abierto mencionado en el proceso de difusión, en el que existe un bloque específico de valoración de los talleres; como en los casos anteriores, se cumplimentará al finalizar la edición anual. Los alumnos, valorarán la eficacia de los talleres, así como su utilidad y la labor del formador/a a través de un cuestionario diseñado para el caso que cumplimentarán anónimamente al finalizar el taller. Por último, el formador/a elaborará un informe evaluativo de los talleres, en el que reflejará tanto un análisis de los resultados de los cuestionarios de los alumnos, como un análisis propio junto a propuestas de mejora.
1. EVALUACIÓN DEL PROCESO
1.1. Difusión
ð Septiembre – Octubre 2005 :
§ Presentación en medios informativos locales.
§ Envío de cartas de presentación de Concejalía a las autoescuelas.
§ Presentación institucional del programa desde Alcaldía.
§ Toma de contacto telefónico de los técnicos municipales con las autoescuelas para fijar cita de presentación del programa.
ð Noviembre 2005:
§ Comienzo de visitas presenciales de los técnicos municipales a las distintas autoescuelas.
§ El proceso de difusión ha sido continuo enlazando con el seguimiento posterior de los contactos. De esta forma se han realizado en torno a 160 visitas presenciales y 250 llamadas telefónicas a las autoescuelas del municipio.
ð Datos cuantitativos:
Gráfico de resultados
Difusión alcanzada sobre población diana
Gráfico 1 : Difusión alcanzada sobre población diana
1.2. Reparto de Manuales
ð Los manuales comenzaron a repartirse en noviembre de 2005 y ha continuado su distribución a lo largo de la presente edición del programa.
ð Atendiendo a las formas de distribución se obtienen las siguientes cifras de reparto:
o Distribución asociada a la difusión: inicialmente se destinaron 5 manuales por autoescuela para conocimiento del programa. Total de manuales repartidos: 155.
o Distribución masiva: a petición de los alumnos de las autoescuelas tras entrega de ficha de solicitud. Total: 100 manuales.
o Distribución selectiva: manuales repartidos entre los asistentes a los talleres presenciales realizados en las autoescuelas. Total: 201 manuales.
ð Total de manuales repartidos: 456.
Manuales entregados por tipo de distribución
Gráfico 2 : Manuales repartidos por tipo de distribución
1.3. Talleres formativos
ð Los talleres han tenido lugar durante los meses de marzo, abril y mayo de 2006.
ð Datos cuantitativos:
Datos cuantitativos talleres formativos
Autoescuelas solicitantes
15
Talleres impartidos
16
Alumnos asistentes
201
Horario más demandado
Clase teórica nocturna: 20:00 horas
Gráfico porcentual sobre población diana
Gráfico 3 : Talleres formativos impartidos
2. EVALUACIÓN DE RESULTADOS
Tal y como está especificado en el proyecto, la evaluación de resultados se realiza a través del análisis de la información obtenida a través de tres fuentes: profesorado, alumnado y formador/a. Para ello, se les aplica diversos cuestionarios de evaluación con los que se valora las diferentes actividades del programa. De esta forma, tendríamos:
Instrumentos de Evaluación
Nombre
Destinatario
Actividades que evalúa
Cuestionario Global para Profesores
Profesorado y responsables de autoescuelas
Difusión
Manual
Talleres
Cuestionario de Valoración del Manual
Profesorado
Alumnado
Manual
Cuestionario de Valoración de Talleres
Alumnado
Talleres
Informe Evaluativo de Talleres
Formador/a
Talleres
En la presente edición, debido a las características inherentes a la implantación de un nuevo programa, sólo disponemos de datos provenientes del Cuestionario Global para Profesores, que si bien no recoge la opinión de todos los agentes implicados sí recoge la evaluación de todas las actividades del programa por parte del profesorado de las autoescuelas; asimismo disponemos de los datos provenientes del Cuestionario de Valoración del Manual aplicado a los profesores.
Análisis de los datos obtenidos:
2.1. Cuestionario Global para Profesores
ð El cuestionario consta de 4 bloques evaluativos, en los que se valora el proceso de difusión, el manual (a través del Cuestionario de Valoración del Manual), los talleres y sugerencias de mejora del programa.
ð La evaluación se ha realizado con las 15 autoescuelas que desarrollaron talleres.
ð Resultados:
Proceso de Difusión
Gráfico 4 : Grado de satisfacción del proceso de difusión
Valoración del Manual
Gráfico 5 : Valoración del manual
Valoración Talleres
Gráfico 6 : Valoración de los talleres
2.2. Sugerencias de mejora:
o Contenido del taller:
§ Mayor desarrollo del binomio alcohol – conducción (7 propuestas).
§ Utilización de medios audiovisuales (5 propuestas).
§ Mostrar imágenes de accidentes y sus consecuencias (4 propuestas).
§ Ampliar el desarrollo de los efectos sobre la conducción de otras sustancias distintas al alcohol (2 propuestas).
§ Lenguaje adaptado a la comprensión del grupo (1 propuesta).
o Cuestiones organizativas:
§ Talleres trimestrales (6 propuestas).
§ Mayor intensidad de la campaña en épocas especiales, tales como las Fiestas Populares de la localidad, las navidades, el verano, etc (4 propuestas).
§ Ampliar la difusión del programa a otros ámbitos, como por ejemplo en los colegios, ofertando su puesta en marcha en 5º y 6º de Primaria como parte de un proyecto de Educación Vial (2 propuestas).
§ Ofertar el programa a otros colectivos (no sólo a los alumnos de las autoescuelas), en cuyo caso la autoescuela cedería su local para los talleres (1 propuesta).
3. DIFICULTADES HALLADAS
A lo largo del proceso de implantación del programa nos hemos topado con ciertas dificultades que han enlentecido, en algunos casos, o imposibilitado, en otros, la correcta aplicación del mismo.
Análisis de dichas dificultades por actividad concreta:
ð DIFUSIÓN
o En este caso no ha habido ninguna dificultad destacable, consiguiendo el objetivo fundamental de realizar la difusión entre el 100% de la población diana.
ð REPARTO DE MANUALES
o En cuanto a la distribución difusora y la distribución selectiva, no ha habido ninguna dificultad reseñable, ya que en ambos casos se han cumplido las expectativas y objetivos marcados para esos tipos de distribución.
o En el caso de la distribución masiva, hallamos una media de 3.1 manuales por autoescuela entregados a petición expresa de los alumnos. Esta cifra es demasiado baja, por lo que debemos analizar las posibles causas de esta demanda tan pobre; entre ellas podemos señalar:
§ La presentación del programa a los alumnos de las autoescuelas dependía exclusivamente del profesor y no de los técnicos municipales. Sin entrar a valorar las razones, probablemente esta presentación no se haya llevado a cabo por los profesores con el mismo interés que tendrían los técnicos, especialmente en aquellos casos en los que no se hayan realizado talleres o hayan mostrado desinterés por el programa desde un principio.
§ En aquellas autoescuelas que realizaron taller se repartió un número elevado de manuales entre todos los asistentes, lo que reduce la posibilidad de nuevas peticiones.
§ En conclusión y enlazando las dos posibles causas anteriores: la difusión masiva del manual ha dependido, en gran medida, de las autoescuelas que no han realizado talleres que, a su vez y salvo excepciones, son las que han mostrado menos interés desde un principio.
ð IMPARTICIÓN DE TALLERES:
o Aquí hallamos una serie de dificultades que imposibilitaron la total implantación de esta actividad en la población diana. Las enumeramos a continuación.
o Autoescuelas que se manifestaron muy interesadas pero que no pudieron concretar el taller por una brusca disminución de alumnado durante abril y mayo.
o Autoescuelas interesadas con las que no se pudo cerrar el taller por dificultades para contactar con los profesores (horarios nocturnos).
o Autoescuelas interesadas pero que tuvieron problemas por ausencia de profesorado durante los meses de marzo y abril.
o Autoescuelas interesadas con las que no se pudo cerrar el taller por problemas de horario con el formador.
o Autoescuelas que manifestaron interés en un principio pero que decidieron no hacer el taller a la hora de concretarlo.
o Autoescuelas que no manifestaron interés desde un primer momento.
4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS. CONCLUSIONES
4.1. Difusión
Los datos que arroja el análisis del proceso de difusión son bastante satisfactorios, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, conclusión respaldada por las imperceptibles sugerencias de mejora realizadas por los profesores encuestados.
En cuanto al análisis cuantitativo (gráfica 1) observamos una eficacia a la hora de llegar a la población diana del 100%, lo que cumple plenamente el objetivo principal de esta fase: difundir el programa entre la población de autoescuelas del municipio.
Los tiempos empleados en la difusión, aunque en un principio pueden parecer excesivos (3 meses), vemos que no son tal al subrayar que se trata del lanzamiento inicial de un programa que no tenía ningún tipo de antecedente en nuestro municipio. Esto conlleva una serie de pasos previos a la visita directa a las autoescuelas, como son la presentación en medios de comunicación, la presentación epistolar desde Concejalía y la presentación institucional a través de Alcaldía, que abarcaron los dos primeros meses y que alargaron los tiempos empleados en el proceso total de difusión. Este aparente obstáculo se convierte en una ventaja por dos razones fundamentales:
ð En primer lugar, facilita la posterior entrada del programa en las autoescuelas, al ser ya conocido con antelación a la visita del técnico municipal.
ð En segundo lugar, logra cumplir uno de los objetivos secundarios de cualquier programa de prevención: conseguir que la población general conozca su existencia.
En cuanto al análisis cualitativo (gráfica 4) observamos un grado de satisfacción general con el proceso de difusión que oscila entre muy alto y alto:
ð En la categoría que valora el grado de satisfacción respecto a la adecuación de los horarios de visitas y llamadas efectuados por los técnicos municipales de prevención, el 53.3% de los profesores encuestados se encuentran bastante satisfechos y el 46.6% restante se muestran muy satisfechos con los horarios en que se realizaron las visitas y las llamadas telefónicas.
ð En cuanto al grado de satisfacción respecto a la rapidez y oportunidad de las respuestas dadas desde el área de prevención de drogodependencias, los valores oscilan nuevamente entre un 46.6% muy satisfechos y un 53.3% bastante satisfechos.
ð Respecto a la categoría de claridad de las propuestas e instrucciones un 66.6% se encuentran muy satisfechos y un 33.3% bastante satisfechos.
ð Por último, el 73.3% de los profesores encuestados refieren una valoración muy alta de los contactos personales y telefónicos realizados y el 26.6% restante refieren una valoración bastante alta de esta categoría.
Agrupando estos resultados, podemos concluir que las autoescuelas evaluadas muestran gran satisfacción y acuerdo con la forma en que se ha realizado la difusión, aprobando tanto los aspectos más formales y objetivos (horarios) como los más proclives a valoraciones subjetivas sujetas a circunstancias personales (valoración de contactos).
Sin embargo, debemos señalar un aspecto que si bien no empaña estos resultados sí les resta cierta validez general: la ausencia de valoración del proceso de difusión de aquellas autoescuelas que no participaron finalmente en la impartición de talleres. Este es un aspecto difícil de solventar por un motivo fundamental: las razones por las que finalmente no se impartieron los talleres, ya mencionadas en un punto previo, son enormemente variadas, lo que no nos permite elaborar una estrategia homogénea de evaluación en estos casos. Cuestión pendiente de analizar para elaborar un protocolo de actuación ante casuísticas como ésta.
En resumen, la actividad de difusión realizada ha sido ampliamente reconocida, tanto a nivel de resultados (cumplimiento de la actividad) como a nivel de proceso (cumplimiento de los objetivos). En próximas ediciones se reducirá significativamente el tiempo dedicado a la difusión inicial y podremos aprovechar ese remanente temporal para hacer una difusión más selectiva entre las autoescuelas y conseguir una mayor participación en el programa completo. En líneas generales, la actividad difusora seguirá la misma dinámica, pues ha demostrado su validez en resultados y proceso.
4.2. Reparto de Manuales
En este análisis incluimos tanto los datos cuantitativos de reparto de manuales como las evaluaciones cualitativas del manual que han realizado los profesores.
Los datos arrojados por el análisis cuantitativo (gráfico 2) ponen de manifiesto diferencias importantes entre los tres tipos de difusión realizados: selectiva, difusora y masiva. Si bien en los dos primeros tipos se han cumplido los objetivos establecidos en su planificación inicial, en la distribución masiva los datos son poco alentadores.
ð En primer lugar, el porcentaje de manuales repartidos en este tipo de modalidad representa sólo el 22% del total, cifra escasa si tenemos en cuenta que esta difusión debería ser la más alta para conseguir el objetivo de acercar el programa y su contenido preventivo a la mayor parte de la población diana.
ð En segundo lugar, al extraer la media aritmética de difusión masiva, hallamos que tan sólo 3.1 alumnos por autoescuela han recibido el manual a través de esta modalidad.
En ambos casos, podríamos señalar como posibles causas las referidas anteriormente en el apartado de “Dificultades halladas” por lo que no van a ser nuevamente expuestas. No obstante, debemos tenerlo en cuenta a la hora de proponer mejoras para próximas ediciones.
Respecto al análisis cualitativo del manual (gráfico 5) afloran dos tendencias de respuesta acordes a dos grandes bloques de evaluación del contenido del manual: presentación y utilidad.
ð El bloque que agrupa la categoría global referente a la presentación de los contenidos, está compuesto por las subcategorías de “Comprensión de los contenidos”, “Claridad de la presentación” y “Formato atractivo”. En los tres casos, la tendencia de respuesta ha sido homogénea copando los valores de “mucho” y “bastante” el 100% de las respuestas. En este caso los resultados son plenamente satisfactorios.
ð El bloque englobado por la categoría de utilidad de los contenidos, refleja las respuestas recogidas en las subcategorías de “Utilidad de la información”, “Cambio de actitudes” y “Cambio de creencias”. En esta categoría la tendencia es algo heterogénea y más crítica respecto a la anterior. Respecto a la “Utilidad de la información” un 86,6% de los encuestados han señalado que la información presentada es bastante o muy útil. Este dato aislado en sí es muy satisfactorio; sin embargo, genera cierta contradicción al compararse con las respuestas dadas en las otras dos subcategorías: en los dos casos (fomento del cambio de actitudes y del cambio de creencias) el 46.6% de los profesores han señalado que la lectura del manual fomenta poco ese cambio, frente a un 33.3% que han señalado que el fomento es regular y un 20% que creen que favorece bastante el cambio. Una posible explicación de estos resultados radica en la insuficiencia de cualquier material informativo para provocar estos cambios en actitudes y creencias; aunque la información sea útil, por sí sola no provoca una interiorización significativa de los contenidos que conlleve ese cambio buscado. Por esta razón, la optimización del programa se logra con su desarrollo total, complementando la información escrita del manual con la exposición dinámica de los talleres lo que facilita el acceso al bagaje interior de cada cual.
En conclusión, los resultados del proceso de reparto y valoración de los manuales son muy enriquecedores a la hora de establecer análisis que conducen a mejorar los protocolos de actuación establecidos en esta primera edición. En general, el análisis realizado arroja resultados satisfactorios, con ciertas limitaciones que se habían vislumbrado en el proyecto teórico inicial y que han sido corroboradas por los datos de aplicación. Esto conduce a la reelaboración del proyecto y de protocolos concretos para buscar la excelencia, objetivo final de cualquier actividad que se emprenda y que conlleva la mejora continua de la misma.
4.3. Talleres formativos
En este caso, las evaluaciones han medido, por un parte, la aceptación que ha tenido la propuesta de esta actividad mediante el porcentaje de talleres realizados sobre la población diana y, por otra, el desarrollo de los mismos (organización, dinámica y contenido).
Respecto al porcentaje de participación en esta actividad, obtenemos un 52% de autoescuelas que no han realizado taller frente a un 48% que sí lo han hecho (gráfico 3). Es decir, aproximadamente la mitad de la población diana ha completado el programa en su totalidad realizando todas las actividades propuestas. Las razones por las que no participaron el resto de autoescuelas ya han sido expuestas en el bloque de “Dificultades halladas”. Allí se puede observar una gran variabilidad de motivos que podemos agrupar en tres categorías en función del origen:
ð Origen: autoescuelas. En este caso, las razones por las que no se han realizado los talleres estriban en cuestiones internas de la dinámica de las autoescuelas y, por lo tanto, no se puede actuar sobre ellas desde el área de prevención del CAID. Así, estarían reflejadas aquellas autoescuelas que no realizaron talleres por tener un descenso brusco de alumnado en las fechas previstas, y aquellas, que sufrieron ausencia de profesorado en esas fechas.
ð Origen: área de prevención del CAID. Aquí se reflejan aquellos casos en los que no se realizaron talleres por cuestiones organizativas de Prevención. Señalaríamos aquellas autoescuelas que no realizaron taller por dificultades para contactar con los profesores en horario nocturno y, aquellas, que no pudieron cuadrar la fecha de celebración del taller con la disponibilidad del formador. En ambos casos, estas razones son resolubles desde el área de Prevención y así se tendrá en cuenta en la organización de próximas ediciones.
ð Origen: autoescuelas + área de prevención CAID. Esta tercera categoría refleja aquellos casos en los que la no participación en la actividad es achacable a ambas entidades. Así, englobaríamos aquellas autoescuelas que no hicieron los talleres por un desinterés inicial en todo el programa o por un interés parcial en un principio que finalmente no cuajó. Responsabilizamos de este desinterés a las dos entidades: a las autoescuelas porque tendrían sus motivos que en ningún caso evaluamos y al área de prevención por no realizar una difusión y presentación del programa acertadas.
En el caso de la valoración de los talleres realizados los resultados son muy positivos , ya que el total de las autoescuelas evaluadas consideran la organización, la dinámica y el contenido de los talleres buenos o muy buenos (gráfico 6). En este sentido, se harán ligeras modificaciones tendentes a incluir las sugerencias de mejora realizadas por los profesores sobre el contenido de los talleres (señaladas en el apartado de evaluación de resultados) que desde el área de prevención nos han parecido positivas.
5. PROPUESTAS DE ACTUACIÓN PARA PRÓXIMA EDICIÓN
Para la próxima edición señalamos resumidamente las propuestas de mejora que ya se han ido detallando en la evaluación de cada actividad:
ð Cuestiones generales:
o Continuidad del programa durante todo el año natural, englobando ciclos completos de aplicación de todas las actividades con periodicidad trimestral.
o Cumplimentación de las evaluaciones a través de todos los instrumentos elaborados a tal fin y con la participación de todos los agentes implicados.
o Elaboración de un informe final de evaluación de toda la edición.
o Mayor intensidad de la campaña en épocas especiales.
ð Difusión:
o Disminución del período inicial destinado a la difusión.
o Incremento de una difusión más detallada y selectiva entre las autoescuelas.
ð Reparto y utilidad de los manuales:
o Mantenimiento de los protocolos de actuación en las modalidades de reparto selectivo y difusor.
o Aumento de la cantidad de manuales entregados en la modalidad de reparto masivo:
§ Indirectamente a través del refuerzo de la difusión selectiva y específica para autoescuelas y alumnado.
§ Directamente a través de la simplificación de los procesos de obtención del manual.
o Mantenimiento del manual actual.
o Incremento de la percepción de cambio en actitudes y creencias en la problemática tratada, a través de estrategias que incidan en la realización completa del programa.
ð Talleres formativos:
o Periodicidad trimestral.
o Mayor flexibilidad en la adecuación de horarios de los técnicos de prevención y el formador.
o Fomento de la participación a través de la mejora de la difusión.
o Inclusión y/o modificación de algunos contenidos de los talleres:
§ Mayor desarrollo del binomio alcohol-conducción.
§ Utilización de imágenes de accidentes y sus consecuencias.
§ Inclusión de los efectos sobre la conducción de otras sustancias.
o Utilización de medios audiovisuales.
o Lenguaje adaptado a la comprensión del grupo.
BIBLIOGRAFÍA
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ü Calafat, A (2000) “Salir de marcha y consumo de drogas”, Madrid, Delegación el Gobierno para el PNsD
ü Congreso “Jóvenes, noche y alcohol” Plan Nacional de Drogas, Madrid, 12, 13 y 14 de enero.
ü DGT (1994) “Alcohol en 5 de cada 10 accidentes”. Revista Tráfico
ü DGT (1995) “el ritmo de la noche” Revista Tráfico
ü DGT (1997) “Mezcla explosiva” Revista Tráfico
ü DGT (1999) “Un trago de 4000 muertos”. Revista Tráfico
ü DGT (200) “Las drogas de diseño” Revista Tráfico
ü DGT (2001) “Alcohol y drogas: efectos mortales” Revista Tráfico
ü DGT (2002) “Alcohol y medicamentos una pareja peligrosa” Revista Tráfico
ü DGT (2003) “Continúa el peligro” Revista Tráfico
ü DGT (2004) “Cannabis y conducción de vehículos: nuevas evidencias” Revista Tráfico
ü DGT (2006) “Demasiadas Rayas en la carretera”: Revista Tráfico
ü Elzo, J. (2002) “¿Qué esta pasando en la noche?” Congreso sobre “Jóvenes, Noche y Alcohol” organizado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas. Madrid, Palacio de Congresos. 12- 14 de Febrero de 2002
ü Elzo, j. Comas, D. Vielva, I. ; Laespada, T. Y Salazar, L. (2000), “ las culturas de las drogas en los jóvenes”, Vitoria, Gobierno Vasco
ü Encuesta escolar sobre drogas (2000, 2001, 2002) Plan Nacional de drogas
ü Encuesta hábitos consumo drogas jóvenes Torrejón, (2001) sin publicar, documento interno de trabajo, CAID de Torrejón de Ardoz, Madrid
ü Jornadas de “Menores y consumo de drogas: líneas de actuación”. 2002. 20 horas. FEMP y PND
ü Pallares G. Y Feixa, C. (2000) “Espacios e itinerarios para el ocio juvenil nocturno” Revista de Estudios de Juventud, nº 50, septiembre 2000, INJUVE
ü V Jornadas de adolescentes y drogas. Proyecto Hombre. 20 horas. 2001
AUTORES: José Guillermo Fouce Fernández: Doctor en psicología, fue Coordinador CAID Torrejón de Ardoz (Madrid) del 2001 a Julio del 2007
PALABRAS CLAVE: prevención drogas, conducción, alcohol
RESUMEN: El fin último que persigue este innovador programa es fomentar hábitos de vida saludables con repercusión a nivel comunitario (reducción de los índices de siniestralidad en carretera) y a nivel personal (mejora de la calidad de vida) en los habitantes de nuestro municipio. Mediante la colaboración activa y conjunta entre las autoescuelas del municipio y los técnicos de prevención de drogodependencias del CAID, se trabaja para lograr el objetivo fundamental del programa: la reducción de las conductas de riesgo asociadas a la conducción bajo los efectos de alcohol y otras drogas, en los futuros conductores. Las dos líneas de actuación principales que conforman el programa son dos intervenciones paralelas y complementarias: por una parte, la impartición de talleres-conferencia dirigidos a los alumnos de las autoescuelas sobre alcohol, drogas y conducción. Entre los ejes principales de contenidos se encuentran binomios como: el alcohol y accidentes de tráfico, alcohol y efectos físicos y psicológicos sobre el organismo, alcohol y normativa legal. Las sesiones formativas tendrán lugar en la propia autoescuela por técnicos municipales; por otra, la entrega en la propia autoescuela del material preventivo “En la carretera… a 0º por hora”. Una breve guía didáctica con un diseño innovador y sugerente a través de la cual se pretende concienciar a los conductores de su responsabilidad al volante en materia de seguridad vial .
TITLE: IN the HIGHWAY To 0º PER HOUR. PROGRAM OF ALCOHOL PREVENTION AND OTHER DRUGS IN DRIVING SCHOOLS
KEY WORDS: prevention drugs, conduction, alcohol
SUMMARY: The last aim that persecutes this innovating program is to foment healthful habits of life with repercussion at communitarian level (reduction of the indices of sinisterness in highway) and at personal level (improvement of the quality of life) in the inhabitants of our municipality. By means of the active collaboration and it combines between the driving schools of the municipality and the technicians of prevention of drugs of the CAID, one works to obtain the main target of the program: the reduction of the conducts of risk associated to the conduction under the alcohol effects and other drugs, in the conductive futures. The two main lines of performance that the§conform the program are two parallel and complementary interventions: factory-conference teaching directed to the students of the driving schools on alcohol, drugs and conduction. Between the main axes of contents are binomials like: the alcohol and physical and psychological traffic accidents, alcohol and effects on the organism, alcohol and legal norm. The formativas sessions will the delivery in§take place in the own driving school by municipal technicians. the own driving school of the preventive material “In the highway… to 0º per hour”. A brief didactic guide with an innovating and suggestive design through which he tries himself to concienciar to the conductors of his responsibility to the steering wheel in the matter of security via
1. INTRODUCCIÓN- FUNDAMENTACIÓN
El programa que ahora presentamos y su evaluación se enmarca dentro de las directrices presentadas en la Estrategia Nacional sobre Drogas 2000 – 2008 (Plan Nacional sobre Drogas, Ministerio del Interior) y en el Plan Estratégico de Seguridad Vial 2005 – 2008 diseñado por la DGT.
A lo largo del teimpo, repetidamente, las encuestas sobre siniestrabilidad reflejan datos que asocian consumo de alcohol y otras drogas y accidentes de trafico: “el alcohol esta presente en 5 de cada 10 accidentes...junto a droga y medicamentos presente en 58 % siniestros... el alcohol es el responsable del 30 al 50 % accidentes”. (Encuesta nacional de salud, DGT, 1994); “el 60 % conductores muertos en accidente de trafico había ingerido alcohol, drogas o medicamentos e incluso una mezcla de varias. Seis de cada diez fallecidos”. (Estudio Universidad Valladolid y DGT, 1997); “Un trago de 4000 muertos... Entre el 40 y el 80% de los fallecidos en accidente de circulación habían bebido. Entre 4 y 8 de cada diez fallecidos, 4000 muertos al año” (DGT, 1999); “alcohol y drogas: efectos mortales... el análisis de muestras fluidos orgánicos del Instituto nacional de Toxicología señala que el 41 por ciento de los muertos habían ingerido alguna cantidad alcohol (DGT, 2001); “alcohol y medicamentos una pareja peligrosa... según encuestas recientes 8 de cada 10 conductores toma simultáneamente alcohol y medicamentos” (DGT, 2002); “continúa el peligro... el alcohol solo o combinado con otras sustancias como medicamentos u otras drogas estaba presente en casi la mitad de los conductores muertos en accidente de circulación en el año 2001 en niveles similares a los del año anterior”. (Instituto nacional toxicología, DGT, 2003); “Demasiadas Rayas en la carretera... más del 10% de los conductores fallecidos en accidente en 2004 había consumido droga” (DGT, 2003).
Es decir que entre el 50% y el 80% de los accidentes de tráfico, según datos reflejados por la Dirección General de Tráfico, están relacionados con el consumo de alcohol y otras drogas lo cual supone una constatación demostrada de una relación tremendamente negativa entre drogas en general y alcohol en particular y conducción.
España ocupa además uno de los últimos lugares de la Unión Europea en materia de seguridad vial, siendo fundamental en esta situación, la repercusión que el consumo de alcohol tiene en la alta siniestralidad que se registra en las carreteras españolas.
Según tráfico, si se consiguiese erradicar el consumo de alcohol entre los conductores podrían evitarse la muerte de al menos cuatro mil personas.
Pero no sólo es el alcohol la única droga que afecta negativamente a la conducción elevando el riesgo de accidente, también el cannabis, la cocaína, los medicamentos o el tabaco tienen efectos negativos. Es científicamente innegable que las drogas son perjudiciales e impiden conducir con seguridad pero muchas personas siguen consumiendo drogas antes e incluso durante la conducción aumentando en los últimos años los que consumen cocaína.
Las drogas disminuyen la capacidad de manejo de un vehículo con efectos diversos, sean estos de sedación (alcohol, morfina, heroína, etc.) haciendo que se tarde más en reaccionar. Otras como las anfetaminas o la cocaína tendrán un efecto estimulante alterando la percepción del riesgo o propiciando que se cometan más errores. Respecto al cannabis, datos recientes refieren mayor probabilidad de sufrir un accidente tras su consumo (DGT, 2004).
El consumo de drogas afectará siempre a la conducción hasta en pequeñas cantidades o con consumos no habituales. Constatada ampliamente esta realidad, cabría pues ponerse manos a la obra para tratar de prevenirla.
Entre la batería de medidas que podemos tomar con respecto al problema destacan, sin duda, las modificaciones legislativas establecidas para castigar con mayor dureza las infracciones ligadas al consumo de sustancias. Detectar y perseguir la asociación drogas- conducción es, sin duda, una medida eficaz y necesaria.
Pero complementariamente a estas medidas de índole legal y policial, se desarrollan otro conjunto de intervenciones de carácter preventivo y sensibilizador que intentan concienciar a los conductores, especialmente a los noveles y a los jóvenes, de la necesidad de romper la asociación entre consumo de drogas y conducción para evitar los peligros subyacentes a esta situación.
Con cierta frecuencia, entre las campañas generales de sensibilización para una conducción segura, las temáticas ligadas al consumo de sustancias en general, y en particular el alcohol, ocupan un lugar muy importante.
Pero no basta con acciones universales, ligadas a los grandes medios de comunicación, hay que establecer otro tipo de medidas concretas que refuercen los objetivos preventivos desde la óptica de la sensibilización, la formación o el establecimiento de hábitos saludables y protectores para los conductores.
En este sentido, las autoescuelas, como espacios de formación de conductores, suponen un aliado fundamental y clave en la incorporación de actitudes, intenciones de conducta y hábitos saludables para los nuevos conductores.
Por todo ello, desarrollamos y ponemos en marcha el presente proyecto de actuación para la prevención del consumo de drogas mientras se conduce.
Para el desarrollo del mismo, hemos establecido una alianza imprescindible con las diferentes autoescuelas del municipio como colaboradoras y coadyuvantes del proyecto.
Así mismo, decidimos desarrollar instrumentos llamativos de trabajo en la sensibilización y prevención, buscando un lema llamativo “En la carretera a 0º por hora” y un logo atrayente “Rojebrio”. El manual informativo dispone de viñetas para hacerlo más atractivo y fácil de leer y posibilitar una interacción significativa con las personas destinatarias.
El programa, de acuerdo con otras experiencias analizadas previamente, se plantea de manera escalonada y guiado por el desarrollo de estrategias de bajo coste para los usuarios, en tiempo y en esfuerzo.
El desarrollo de estrategias preventivas que intenten modificar hábitos no saludables de conducta debe incidir en la información, sensibilización y cambio actitudinal lo cual supone establecer estrategias preventivas y formativas que incidan en estos aspectos.
Pretendemos por tanto, contribuir desde nuestro espacio de responsabilidad y de posibilidad, a establecer una sensibilización y formación preventiva eficaz y significativa con los nuevos conductores en general y con los jóvenes en particular complementando acciones de carácter universal basadas normalmente en los medios de comunicación, con acciones de carácter directo y de bajo coste como la formación con nuevos conductores o el reparto de guías informativas y de sensibilización.
Por último, consideramos fundamental, establecer sistemas de evaluación de lo que proponemos, para ser capaces de determinar en que medida lo mismo resulta eficaz y eficiente, siendo conscientes de que el tipo de intervención propuesta (breve, universal, de baja exigencia) puede no suponer el cambio estable de hábitos y tendencias aunque sí puede contribuir a este tipo de objetivos más generales mediante el esfuerzo sumativo y multiplicador de acciones establecidas a diferentes niveles (medios de comunicación de masas, acciones legales, establecimiento de sanciones, folletos informativos, etc.)
2. OBJETIVOS
2.1. OBJETIVOS GENERALES
§ Directo: Reducción de las conductas de riesgo asociadas a la conducción bajo los efectos de sustancias y, por tanto, la reducción de la siniestralidad en carretera.
§ Indirecto: impedir o retrasar la aparición de conductas de consumo y abuso de las distintas drogas.
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
§ Informar sobre los efectos que el consumo de alcohol y otras drogas puede tener sobre la conducción, a todos los niveles (físico, psicológico, legal,...)
§ Fomentar hábitos de vida saludables con efectos a nivel individual (mayor calidad de vida) y a nivel comunitario (descenso en los índices de siniestralidad en carretera).
§ Formar en un consumo responsable.
3. METODOLOGÍA
3.1. TIPO DE INTERVENCIÓN
La intervención desarrollada es una intervención preventiva de carácter universal dirigida a la reducción de la demanda de drogas por los conductores a través de la puesta en marcha de dos tipos de estrategias:
Informativa : difusión de información sobre:
§ Características de las drogas y sus efectos sobre el organismo y sobre la conducción.
§ Accidentalidad asociada al consumo de estupefacientes.
§ Normativa sobre la conducción bajo los efectos de alcohol y otras drogas.
§ Mitos y realidades sobre el binomio alcohol-conducción.
§ Pautas para reducir riesgos a través de un consumo responsable.
2. Formativa: ampliación y profundización de la información dada en el manual para fomentar una correcta internalización de la misma y que pase a formar parte del bagaje conductual del conductor.
3.2. ÁMBITO DE INTERVENCIÓN
§ Geográfico: autoescuelas de Torrejón de Ardoz.
§ Temporal: intervenciones continuas todo el año natural.
§ Población diana:
o De forma directa: alumnos de las autoescuelas.
o De forma indirecta: población general de conductores.
3.3. ACTIVIDADES A DESARROLLAR
Difusión
Para difundir el programa entre la población del municipio en general y la población de autoescuelas en particular, se utiliza una estrategia de acercamiento progresivo a la población diana a través de diversas acciones coordinadas y complementarias.
En un primer momento, se realiza una presentación institucional del programa a través de los medios de comunicación locales. Con esta acción, se consigue no sólo informar de la existencia del programa a la población de autoescuelas, lo que facilita los ulteriores acercamientos, sino que también se consigue acercar, el programa en particular y la prevención en general, a toda la población del municipio, lo que constituye un factor facilitador del conocimiento y posterior implantación de la labor preventiva entre la comunidad.
Posteriormente, se envía una carta desde concejalía a cada una de las autoescuelas del municipio, en la que de manera concisa se presenta el programa, sus objetivos y dinámica de funcionamiento, y se les invita a su participación emplazándoles para una visita de los técnicos de prevención municipales en la que se desarrollará el programa de forma exhaustiva. Tras la recepción de la carta, los técnicos municipales se ponen en contacto telefónicamente con los responsables de las autoescuelas y conciertan una cita.
Por último, se realiza la visita presencial a las autoescuelas, en la que el técnico municipal explica detenidamente el programa y entrega al responsable una muestra de los materiales: 5 manuales, dossier explicativo del proceso de funcionamiento, fichas de solicitud de talleres, fichas de solicitud de materiales y cuestionarios de evaluación del manual.
Reparto del Manual
El manual “En la carretera a 0º por hora” se distribuye atendiendo a dos tipos de demandas, pudiendo enmarcar la distribución en masiva y selectiva.
En la distribución masiva se entrega el manual a todo aquél que lo demande a través de las fichas de solicitud entregadas en las autoescuelas. De esta forma, aunque la distribución se ciña a la población de alumnos de autoescuelas, será masiva entre esta población porque no requerirá ningún requisito para su entrega.
En la distribución selectiva se entregará el manual a todos aquellos alumnos que asistan a los talleres presenciales, de tal forma que completarán todo el ciclo informativo-formativo previsto para el programa.
En ambos casos, junto al manual se hace entrega de un cuestionario de valoración del mismo.
Talleres formativos
Los talleres formativos tiene como objetivo desarrollar de forma más profunda y específica los contenidos del manual. Para ello se hace hincapié en los efectos del consumo de sustancias, tanto a nivel general como sobre la conducción en particular y se proporcionan pautas para no consumir y, en su caso, reducir al máximo los riesgos. Los talleres están estructurados de forma dinámica en la que la exposición de los contenidos se realiza mediante técnicas grupales de discusión. Así se fomenta la adquisición de un aprendizaje significativo más útil a la hora de interiorizar y utilizar los conceptos desarrollados.
Los talleres se desarrollan a petición de la autoescuela, para lo cual utilizan las fichas entregadas en la visita del técnico municipal. Tienen una duración de una hora y son coincidentes con la hora de clase teórica. Principalmente se desarrollan en los horarios nocturnos (clase de las 20:00 horas) debido a la mayor asistencia de alumnos y al perfil específico de los mismos (más jóvenes y, por lo tanto, parte de la población de más riesgo a la hora de consumir sustancias). La fecha y la hora exactas siempre vienen determinadas por las autoescuelas, estando el servicio de formación a disposición de las necesidades de las mismas. No obstante, y tras consensuarlo con varias autoescuelas, se intenta hacer coincidir el taller con la parte del temario correspondiente a conducción segura; de esta forma, se asegura una media de 3 talleres anuales por grupo y autoescuela, teniendo en cuenta que dan una vuelta al libro cada 2 – 3 meses y, por otro lado, se refuerzan los contenidos necesarios para el examen teórico de conducción.
El desarrollo de los talleres corre a cargo de un formador del municipio. Este formador se pone en contacto con la autoescuela previamente a la fecha del taller para cerrar cuestiones organizativas. En este sentido, también se llegó a un acuerdo con las autoescuelas para que no avisasen a los alumnos de la sustitución de la clase teórica ordinaria por el taller específico de alcohol y conducción, pues se comprobó que, en aquellos sitios en que se había avisado previamente, la asistencia descendió considerablemente. A comienzo del taller y tras la presentación del mismo, el formador/a entrega a todos los asistentes uno de los manuales del programa junto a una ficha de petición/recepción del mismo, en la que se reflejan los datos personales básicos. El objetivo de poseer esta información, es la posterior realización de las evaluaciones telefónicas sobre el manual. Una vez realizados estos trámites, da comienzo el taller con el formato anteriormente descrito. Cuando finaliza, el formador/a hace entrega a los alumnos de un cuestionario anónimo breve en el que se evalúa su opinión sobre el taller (desarrollo, contenidos, formador/a) y que se cumplimenta y recoge en ese mismo momento.
3.4. CRONOGRAMA
El programa que ahora presentamos se desarrollo durante el año 2005 (continuándose el desarrollo en el 2006 pero aún sin terminar el proceso de evaluación) con la siguiente distribución en calendario:
ACTIVIDADES
ENERO
FEBRER
MARZO
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SEPTIEM
OCTUBR
NOVIEM
DICIEM
DIFUSIÓN PROGRAMA
X
X
X
X
REPARTO MANUALES
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
TALLERES FORMATIVOS
X
X
X
X
X
X
X
X
X
4. RECURSOS
ð HUMANOS:
o Técnicos municipales para la realización de la difusión, reparto de manuales y evaluación del programa.
o Formador/a para desarrollar los talleres y elaborar informe de valoración anual de los mismos.
ð MATERIALES:
o Diseño y elaboración de la guía “En la carretera ... a 0º por hora”
o Llaveros con el logo del programa “Rojebrio” que se entregan a los alumnos asistentes a los talleres.
o Materiales necesarios para el desarrollo de los talleres.
5. SISTEMA DE EVALUACIÓN
Se realizarán evaluaciones en las que se valorará tanto el cumplimiento de las actividades propuestas (evaluación de proceso) como la consecución de los objetivos establecidos (evaluación de resultados).
Para la evaluación de proceso, se realizará un análisis cuantitativo de cada una de las actividades programadas (difusión, reparto de manuales, talleres formativos).
La difusión se evaluará a través de la realización de un calendario de visitas y un análisis posterior con el que se dilucidarán los ratios reales obtenidos sobre la población diana.
Para evaluar el alcance conseguido con el reparto de los manuales, se obtendrá el sumatorio total de los manuales entregados y se realizarán cálculos porcentuales comparativos.
En cuanto a la realización de los talleres formativos, el análisis será de nuevo cuantitativo, obteniendo cifras globales y ratios porcentuales.
Para la evaluación de los resultados, los análisis cuantitativos anteriores se complementarán con análisis cualitativos de cada una de las actividades con los que se valorará el logro de los objetivos inicialmente establecidos.
La eficacia y las mejoras en el proceso de difusión se evaluarán a través de un cuestionario expresamente diseñado para los profesores y responsables de las autoescuelas con los que se mantienen los contactos. En este cuestionario, aparte de la valoración de otros aspectos que desarrollaremos posteriormente, se les pide su opinión sobre el proceso de difusión desde principio a fin (contactos epistolares, telefónicos y presenciales), así como sus propuestas de mejora. El cuestionario está compuesto de preguntas abiertas y se pide su cumplimentación al finalizar la edición anual del programa (época estival).
Para valorar la consecución de los objetivos establecidos con la publicación del manual, se aplican sendos cuestionarios a profesores y alumnos. El cuestionario consta de 10 ítems (7 cerrados tipo Likert y 3 abiertos) con los que se evalúa el formato, los contenidos, la utilidad y las propuestas de mejora. El cuestionario se cumplimenta, en el caso de los profesores, al finalizar la edición anual junto al anterior y, en el caso de los alumnos, tras un plazo aproximado de un mes tras la recepción del manual, bien entregándolo el alumno en la propia autoescuela o a través de una encuesta telefónica realizada por los formadores.
Por último, la valoración de los talleres se hará a través de tres fuentes de información: profesores, alumnos y formador/a. En cuanto a los profesores, la evaluación la realizarán en el cuestionario abierto mencionado en el proceso de difusión, en el que existe un bloque específico de valoración de los talleres; como en los casos anteriores, se cumplimentará al finalizar la edición anual. Los alumnos, valorarán la eficacia de los talleres, así como su utilidad y la labor del formador/a a través de un cuestionario diseñado para el caso que cumplimentarán anónimamente al finalizar el taller. Por último, el formador/a elaborará un informe evaluativo de los talleres, en el que reflejará tanto un análisis de los resultados de los cuestionarios de los alumnos, como un análisis propio junto a propuestas de mejora.
1. EVALUACIÓN DEL PROCESO
1.1. Difusión
ð Septiembre – Octubre 2005 :
§ Presentación en medios informativos locales.
§ Envío de cartas de presentación de Concejalía a las autoescuelas.
§ Presentación institucional del programa desde Alcaldía.
§ Toma de contacto telefónico de los técnicos municipales con las autoescuelas para fijar cita de presentación del programa.
ð Noviembre 2005:
§ Comienzo de visitas presenciales de los técnicos municipales a las distintas autoescuelas.
§ El proceso de difusión ha sido continuo enlazando con el seguimiento posterior de los contactos. De esta forma se han realizado en torno a 160 visitas presenciales y 250 llamadas telefónicas a las autoescuelas del municipio.
ð Datos cuantitativos:
Gráfico de resultados
Difusión alcanzada sobre población diana
Gráfico 1 : Difusión alcanzada sobre población diana
1.2. Reparto de Manuales
ð Los manuales comenzaron a repartirse en noviembre de 2005 y ha continuado su distribución a lo largo de la presente edición del programa.
ð Atendiendo a las formas de distribución se obtienen las siguientes cifras de reparto:
o Distribución asociada a la difusión: inicialmente se destinaron 5 manuales por autoescuela para conocimiento del programa. Total de manuales repartidos: 155.
o Distribución masiva: a petición de los alumnos de las autoescuelas tras entrega de ficha de solicitud. Total: 100 manuales.
o Distribución selectiva: manuales repartidos entre los asistentes a los talleres presenciales realizados en las autoescuelas. Total: 201 manuales.
ð Total de manuales repartidos: 456.
Manuales entregados por tipo de distribución
Gráfico 2 : Manuales repartidos por tipo de distribución
1.3. Talleres formativos
ð Los talleres han tenido lugar durante los meses de marzo, abril y mayo de 2006.
ð Datos cuantitativos:
Datos cuantitativos talleres formativos
Autoescuelas solicitantes
15
Talleres impartidos
16
Alumnos asistentes
201
Horario más demandado
Clase teórica nocturna: 20:00 horas
Gráfico porcentual sobre población diana
Gráfico 3 : Talleres formativos impartidos
2. EVALUACIÓN DE RESULTADOS
Tal y como está especificado en el proyecto, la evaluación de resultados se realiza a través del análisis de la información obtenida a través de tres fuentes: profesorado, alumnado y formador/a. Para ello, se les aplica diversos cuestionarios de evaluación con los que se valora las diferentes actividades del programa. De esta forma, tendríamos:
Instrumentos de Evaluación
Nombre
Destinatario
Actividades que evalúa
Cuestionario Global para Profesores
Profesorado y responsables de autoescuelas
Difusión
Manual
Talleres
Cuestionario de Valoración del Manual
Profesorado
Alumnado
Manual
Cuestionario de Valoración de Talleres
Alumnado
Talleres
Informe Evaluativo de Talleres
Formador/a
Talleres
En la presente edición, debido a las características inherentes a la implantación de un nuevo programa, sólo disponemos de datos provenientes del Cuestionario Global para Profesores, que si bien no recoge la opinión de todos los agentes implicados sí recoge la evaluación de todas las actividades del programa por parte del profesorado de las autoescuelas; asimismo disponemos de los datos provenientes del Cuestionario de Valoración del Manual aplicado a los profesores.
Análisis de los datos obtenidos:
2.1. Cuestionario Global para Profesores
ð El cuestionario consta de 4 bloques evaluativos, en los que se valora el proceso de difusión, el manual (a través del Cuestionario de Valoración del Manual), los talleres y sugerencias de mejora del programa.
ð La evaluación se ha realizado con las 15 autoescuelas que desarrollaron talleres.
ð Resultados:
Proceso de Difusión
Gráfico 4 : Grado de satisfacción del proceso de difusión
Valoración del Manual
Gráfico 5 : Valoración del manual
Valoración Talleres
Gráfico 6 : Valoración de los talleres
2.2. Sugerencias de mejora:
o Contenido del taller:
§ Mayor desarrollo del binomio alcohol – conducción (7 propuestas).
§ Utilización de medios audiovisuales (5 propuestas).
§ Mostrar imágenes de accidentes y sus consecuencias (4 propuestas).
§ Ampliar el desarrollo de los efectos sobre la conducción de otras sustancias distintas al alcohol (2 propuestas).
§ Lenguaje adaptado a la comprensión del grupo (1 propuesta).
o Cuestiones organizativas:
§ Talleres trimestrales (6 propuestas).
§ Mayor intensidad de la campaña en épocas especiales, tales como las Fiestas Populares de la localidad, las navidades, el verano, etc (4 propuestas).
§ Ampliar la difusión del programa a otros ámbitos, como por ejemplo en los colegios, ofertando su puesta en marcha en 5º y 6º de Primaria como parte de un proyecto de Educación Vial (2 propuestas).
§ Ofertar el programa a otros colectivos (no sólo a los alumnos de las autoescuelas), en cuyo caso la autoescuela cedería su local para los talleres (1 propuesta).
3. DIFICULTADES HALLADAS
A lo largo del proceso de implantación del programa nos hemos topado con ciertas dificultades que han enlentecido, en algunos casos, o imposibilitado, en otros, la correcta aplicación del mismo.
Análisis de dichas dificultades por actividad concreta:
ð DIFUSIÓN
o En este caso no ha habido ninguna dificultad destacable, consiguiendo el objetivo fundamental de realizar la difusión entre el 100% de la población diana.
ð REPARTO DE MANUALES
o En cuanto a la distribución difusora y la distribución selectiva, no ha habido ninguna dificultad reseñable, ya que en ambos casos se han cumplido las expectativas y objetivos marcados para esos tipos de distribución.
o En el caso de la distribución masiva, hallamos una media de 3.1 manuales por autoescuela entregados a petición expresa de los alumnos. Esta cifra es demasiado baja, por lo que debemos analizar las posibles causas de esta demanda tan pobre; entre ellas podemos señalar:
§ La presentación del programa a los alumnos de las autoescuelas dependía exclusivamente del profesor y no de los técnicos municipales. Sin entrar a valorar las razones, probablemente esta presentación no se haya llevado a cabo por los profesores con el mismo interés que tendrían los técnicos, especialmente en aquellos casos en los que no se hayan realizado talleres o hayan mostrado desinterés por el programa desde un principio.
§ En aquellas autoescuelas que realizaron taller se repartió un número elevado de manuales entre todos los asistentes, lo que reduce la posibilidad de nuevas peticiones.
§ En conclusión y enlazando las dos posibles causas anteriores: la difusión masiva del manual ha dependido, en gran medida, de las autoescuelas que no han realizado talleres que, a su vez y salvo excepciones, son las que han mostrado menos interés desde un principio.
ð IMPARTICIÓN DE TALLERES:
o Aquí hallamos una serie de dificultades que imposibilitaron la total implantación de esta actividad en la población diana. Las enumeramos a continuación.
o Autoescuelas que se manifestaron muy interesadas pero que no pudieron concretar el taller por una brusca disminución de alumnado durante abril y mayo.
o Autoescuelas interesadas con las que no se pudo cerrar el taller por dificultades para contactar con los profesores (horarios nocturnos).
o Autoescuelas interesadas pero que tuvieron problemas por ausencia de profesorado durante los meses de marzo y abril.
o Autoescuelas interesadas con las que no se pudo cerrar el taller por problemas de horario con el formador.
o Autoescuelas que manifestaron interés en un principio pero que decidieron no hacer el taller a la hora de concretarlo.
o Autoescuelas que no manifestaron interés desde un primer momento.
4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS. CONCLUSIONES
4.1. Difusión
Los datos que arroja el análisis del proceso de difusión son bastante satisfactorios, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, conclusión respaldada por las imperceptibles sugerencias de mejora realizadas por los profesores encuestados.
En cuanto al análisis cuantitativo (gráfica 1) observamos una eficacia a la hora de llegar a la población diana del 100%, lo que cumple plenamente el objetivo principal de esta fase: difundir el programa entre la población de autoescuelas del municipio.
Los tiempos empleados en la difusión, aunque en un principio pueden parecer excesivos (3 meses), vemos que no son tal al subrayar que se trata del lanzamiento inicial de un programa que no tenía ningún tipo de antecedente en nuestro municipio. Esto conlleva una serie de pasos previos a la visita directa a las autoescuelas, como son la presentación en medios de comunicación, la presentación epistolar desde Concejalía y la presentación institucional a través de Alcaldía, que abarcaron los dos primeros meses y que alargaron los tiempos empleados en el proceso total de difusión. Este aparente obstáculo se convierte en una ventaja por dos razones fundamentales:
ð En primer lugar, facilita la posterior entrada del programa en las autoescuelas, al ser ya conocido con antelación a la visita del técnico municipal.
ð En segundo lugar, logra cumplir uno de los objetivos secundarios de cualquier programa de prevención: conseguir que la población general conozca su existencia.
En cuanto al análisis cualitativo (gráfica 4) observamos un grado de satisfacción general con el proceso de difusión que oscila entre muy alto y alto:
ð En la categoría que valora el grado de satisfacción respecto a la adecuación de los horarios de visitas y llamadas efectuados por los técnicos municipales de prevención, el 53.3% de los profesores encuestados se encuentran bastante satisfechos y el 46.6% restante se muestran muy satisfechos con los horarios en que se realizaron las visitas y las llamadas telefónicas.
ð En cuanto al grado de satisfacción respecto a la rapidez y oportunidad de las respuestas dadas desde el área de prevención de drogodependencias, los valores oscilan nuevamente entre un 46.6% muy satisfechos y un 53.3% bastante satisfechos.
ð Respecto a la categoría de claridad de las propuestas e instrucciones un 66.6% se encuentran muy satisfechos y un 33.3% bastante satisfechos.
ð Por último, el 73.3% de los profesores encuestados refieren una valoración muy alta de los contactos personales y telefónicos realizados y el 26.6% restante refieren una valoración bastante alta de esta categoría.
Agrupando estos resultados, podemos concluir que las autoescuelas evaluadas muestran gran satisfacción y acuerdo con la forma en que se ha realizado la difusión, aprobando tanto los aspectos más formales y objetivos (horarios) como los más proclives a valoraciones subjetivas sujetas a circunstancias personales (valoración de contactos).
Sin embargo, debemos señalar un aspecto que si bien no empaña estos resultados sí les resta cierta validez general: la ausencia de valoración del proceso de difusión de aquellas autoescuelas que no participaron finalmente en la impartición de talleres. Este es un aspecto difícil de solventar por un motivo fundamental: las razones por las que finalmente no se impartieron los talleres, ya mencionadas en un punto previo, son enormemente variadas, lo que no nos permite elaborar una estrategia homogénea de evaluación en estos casos. Cuestión pendiente de analizar para elaborar un protocolo de actuación ante casuísticas como ésta.
En resumen, la actividad de difusión realizada ha sido ampliamente reconocida, tanto a nivel de resultados (cumplimiento de la actividad) como a nivel de proceso (cumplimiento de los objetivos). En próximas ediciones se reducirá significativamente el tiempo dedicado a la difusión inicial y podremos aprovechar ese remanente temporal para hacer una difusión más selectiva entre las autoescuelas y conseguir una mayor participación en el programa completo. En líneas generales, la actividad difusora seguirá la misma dinámica, pues ha demostrado su validez en resultados y proceso.
4.2. Reparto de Manuales
En este análisis incluimos tanto los datos cuantitativos de reparto de manuales como las evaluaciones cualitativas del manual que han realizado los profesores.
Los datos arrojados por el análisis cuantitativo (gráfico 2) ponen de manifiesto diferencias importantes entre los tres tipos de difusión realizados: selectiva, difusora y masiva. Si bien en los dos primeros tipos se han cumplido los objetivos establecidos en su planificación inicial, en la distribución masiva los datos son poco alentadores.
ð En primer lugar, el porcentaje de manuales repartidos en este tipo de modalidad representa sólo el 22% del total, cifra escasa si tenemos en cuenta que esta difusión debería ser la más alta para conseguir el objetivo de acercar el programa y su contenido preventivo a la mayor parte de la población diana.
ð En segundo lugar, al extraer la media aritmética de difusión masiva, hallamos que tan sólo 3.1 alumnos por autoescuela han recibido el manual a través de esta modalidad.
En ambos casos, podríamos señalar como posibles causas las referidas anteriormente en el apartado de “Dificultades halladas” por lo que no van a ser nuevamente expuestas. No obstante, debemos tenerlo en cuenta a la hora de proponer mejoras para próximas ediciones.
Respecto al análisis cualitativo del manual (gráfico 5) afloran dos tendencias de respuesta acordes a dos grandes bloques de evaluación del contenido del manual: presentación y utilidad.
ð El bloque que agrupa la categoría global referente a la presentación de los contenidos, está compuesto por las subcategorías de “Comprensión de los contenidos”, “Claridad de la presentación” y “Formato atractivo”. En los tres casos, la tendencia de respuesta ha sido homogénea copando los valores de “mucho” y “bastante” el 100% de las respuestas. En este caso los resultados son plenamente satisfactorios.
ð El bloque englobado por la categoría de utilidad de los contenidos, refleja las respuestas recogidas en las subcategorías de “Utilidad de la información”, “Cambio de actitudes” y “Cambio de creencias”. En esta categoría la tendencia es algo heterogénea y más crítica respecto a la anterior. Respecto a la “Utilidad de la información” un 86,6% de los encuestados han señalado que la información presentada es bastante o muy útil. Este dato aislado en sí es muy satisfactorio; sin embargo, genera cierta contradicción al compararse con las respuestas dadas en las otras dos subcategorías: en los dos casos (fomento del cambio de actitudes y del cambio de creencias) el 46.6% de los profesores han señalado que la lectura del manual fomenta poco ese cambio, frente a un 33.3% que han señalado que el fomento es regular y un 20% que creen que favorece bastante el cambio. Una posible explicación de estos resultados radica en la insuficiencia de cualquier material informativo para provocar estos cambios en actitudes y creencias; aunque la información sea útil, por sí sola no provoca una interiorización significativa de los contenidos que conlleve ese cambio buscado. Por esta razón, la optimización del programa se logra con su desarrollo total, complementando la información escrita del manual con la exposición dinámica de los talleres lo que facilita el acceso al bagaje interior de cada cual.
En conclusión, los resultados del proceso de reparto y valoración de los manuales son muy enriquecedores a la hora de establecer análisis que conducen a mejorar los protocolos de actuación establecidos en esta primera edición. En general, el análisis realizado arroja resultados satisfactorios, con ciertas limitaciones que se habían vislumbrado en el proyecto teórico inicial y que han sido corroboradas por los datos de aplicación. Esto conduce a la reelaboración del proyecto y de protocolos concretos para buscar la excelencia, objetivo final de cualquier actividad que se emprenda y que conlleva la mejora continua de la misma.
4.3. Talleres formativos
En este caso, las evaluaciones han medido, por un parte, la aceptación que ha tenido la propuesta de esta actividad mediante el porcentaje de talleres realizados sobre la población diana y, por otra, el desarrollo de los mismos (organización, dinámica y contenido).
Respecto al porcentaje de participación en esta actividad, obtenemos un 52% de autoescuelas que no han realizado taller frente a un 48% que sí lo han hecho (gráfico 3). Es decir, aproximadamente la mitad de la población diana ha completado el programa en su totalidad realizando todas las actividades propuestas. Las razones por las que no participaron el resto de autoescuelas ya han sido expuestas en el bloque de “Dificultades halladas”. Allí se puede observar una gran variabilidad de motivos que podemos agrupar en tres categorías en función del origen:
ð Origen: autoescuelas. En este caso, las razones por las que no se han realizado los talleres estriban en cuestiones internas de la dinámica de las autoescuelas y, por lo tanto, no se puede actuar sobre ellas desde el área de prevención del CAID. Así, estarían reflejadas aquellas autoescuelas que no realizaron talleres por tener un descenso brusco de alumnado en las fechas previstas, y aquellas, que sufrieron ausencia de profesorado en esas fechas.
ð Origen: área de prevención del CAID. Aquí se reflejan aquellos casos en los que no se realizaron talleres por cuestiones organizativas de Prevención. Señalaríamos aquellas autoescuelas que no realizaron taller por dificultades para contactar con los profesores en horario nocturno y, aquellas, que no pudieron cuadrar la fecha de celebración del taller con la disponibilidad del formador. En ambos casos, estas razones son resolubles desde el área de Prevención y así se tendrá en cuenta en la organización de próximas ediciones.
ð Origen: autoescuelas + área de prevención CAID. Esta tercera categoría refleja aquellos casos en los que la no participación en la actividad es achacable a ambas entidades. Así, englobaríamos aquellas autoescuelas que no hicieron los talleres por un desinterés inicial en todo el programa o por un interés parcial en un principio que finalmente no cuajó. Responsabilizamos de este desinterés a las dos entidades: a las autoescuelas porque tendrían sus motivos que en ningún caso evaluamos y al área de prevención por no realizar una difusión y presentación del programa acertadas.
En el caso de la valoración de los talleres realizados los resultados son muy positivos , ya que el total de las autoescuelas evaluadas consideran la organización, la dinámica y el contenido de los talleres buenos o muy buenos (gráfico 6). En este sentido, se harán ligeras modificaciones tendentes a incluir las sugerencias de mejora realizadas por los profesores sobre el contenido de los talleres (señaladas en el apartado de evaluación de resultados) que desde el área de prevención nos han parecido positivas.
5. PROPUESTAS DE ACTUACIÓN PARA PRÓXIMA EDICIÓN
Para la próxima edición señalamos resumidamente las propuestas de mejora que ya se han ido detallando en la evaluación de cada actividad:
ð Cuestiones generales:
o Continuidad del programa durante todo el año natural, englobando ciclos completos de aplicación de todas las actividades con periodicidad trimestral.
o Cumplimentación de las evaluaciones a través de todos los instrumentos elaborados a tal fin y con la participación de todos los agentes implicados.
o Elaboración de un informe final de evaluación de toda la edición.
o Mayor intensidad de la campaña en épocas especiales.
ð Difusión:
o Disminución del período inicial destinado a la difusión.
o Incremento de una difusión más detallada y selectiva entre las autoescuelas.
ð Reparto y utilidad de los manuales:
o Mantenimiento de los protocolos de actuación en las modalidades de reparto selectivo y difusor.
o Aumento de la cantidad de manuales entregados en la modalidad de reparto masivo:
§ Indirectamente a través del refuerzo de la difusión selectiva y específica para autoescuelas y alumnado.
§ Directamente a través de la simplificación de los procesos de obtención del manual.
o Mantenimiento del manual actual.
o Incremento de la percepción de cambio en actitudes y creencias en la problemática tratada, a través de estrategias que incidan en la realización completa del programa.
ð Talleres formativos:
o Periodicidad trimestral.
o Mayor flexibilidad en la adecuación de horarios de los técnicos de prevención y el formador.
o Fomento de la participación a través de la mejora de la difusión.
o Inclusión y/o modificación de algunos contenidos de los talleres:
§ Mayor desarrollo del binomio alcohol-conducción.
§ Utilización de imágenes de accidentes y sus consecuencias.
§ Inclusión de los efectos sobre la conducción de otras sustancias.
o Utilización de medios audiovisuales.
o Lenguaje adaptado a la comprensión del grupo.
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ü V Jornadas de adolescentes y drogas. Proyecto Hombre. 20 horas. 2001
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PREVENIR EN OTRA ONDA
TITULO: PREVENIR EN OTRA ONDA
AUTORES: JOSÉ GUILLERMO FOUCE. Doctor en psicología. Coordinador del CAID de Torrejón de Ardoz (Madrid) y presidente de Psicólogos Sin Fronteras Madrid
MONICA M. FOSSOUL PALICIO. Psicóloga educativa. Vicepresidenta de Psicólogos Sin Fronteras Madrid
DIRECCIÓN: C/ Gloria Fuertes, nº 11, 2º E. 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)
mailto:guiller@correo.cop.es;monicafoss@gmail.com;
RESUMEN:
El articulo que ahora presentamos es el resultado de la confluencia de dos grandes líneas de actuación que venimos desarrollando desde hace algunos años, por una parte, la investigación para constatar la relación entre música y drogas en las letras de un gran número de grupos musicales y, por otra parte, y más relevante en esta oportunidad, aprovechar esta constatación y estos diversos materiales obtenidos para desarrollar un programa preventivo novedoso que hemos denominado “Prevenir en otra onda” para jóvenes de 3 y 4º de la E.S.O. y de 1º y 2º de Bachillerato. En el texto se presentan los resultados obtenidos en la primera ejecución de este programa preventivo, así como las principales conclusiones obtenidas.
PALABRAS CLAVE: prevención, drogas, jóvenes, música
ABSTRAC:
The article that now we present is the result of the confluence of two big lines of performance that we come developing for some years, on one hand, the investigation to state the relation between music and drugs in the letters of a great number of musical groups and, on the other hand, and more relevant in this opportunity, to take advantage of this verification and these diverse materials obtained to develop a preventive novel program that we have named " To provide in another wave " for young men of 3 and 4 º ESO and with 1 º and 2 º BUP. In the text there appear the results obtained in the first execution of the preventive notable program, as well as the principal obtained conclusions.
KEY WORDS: Prevention, drugs, young people, music
1. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es fruto de una ya larga línea de intervención e investigación que tuvo como primer hito a destacar la publicación en la Revista Española de Drogodependencias (2002) y después en la Revista Adicciones (2004), de dos estudios que analizaban descriptivamente la relación entre letras de canciones españolas escuchadas por los jóvenes y tópicos temáticos relacionados con las drogas.
Esta investigación dio lugar a una aplicación práctica , estructurando el material analizado en un completo programa de prevención de drogodependencias para jóvenes escolares de 3º y 4º de la ESO y 1º y 2º de Bachillerato, que hemos denominado “Prevenir en otra onda” y que consta de cinco sesiones en cada curso señalado.
Este programa se llevó a cabo como proyecto piloto financiado por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, durante los meses de Marzo y Abril del 2004 en el Colegio Menesiano de Madrid, con unos resultados en general muy positivos, tanto en lo que se refiere a datos cuantitativos de diferencias significativas(por ejemplo, respecto al consumo de alcohol y cannabis antes y después del programa), como en datos cualitativos vinculados a la satisfacción con el programa así como la influencia atribuida a éste en la toma de decisiones futuras en cuanto al consumo de drogas o cambios en el consumo de sustancias . Más adelante tendremos ocasión de analizarlo con detalle.
2. FUNDAMENTACIÓN
El trabajo en prevención de drogas con los jóvenes es hoy un ámbito de especial interés entre otras cuestiones, por los datos epidemiológicos que presenta este grupo de edad. Sin embargo, está no es una tarea sencilla y nos encontramos con importantes problemas para desarrollarla. Además, podemos preguntarnos, en esta misma dirección, si esta todo inventado en materia de prevención o más bien estamos iniciando un largo trayecto.
También podemos cuestionarnos sobre la forma de conectar con los jóvenes y las necesarias explicaciones multi causales de este complejo fenómeno.
Por eso, para desarrollar “Prevenir en otra onda” partimos de un modelo consolidado, el modelo bio-psico–social y los factores de riesgo y protección asociados al mismo, en el que se contempla el consumo de sustancias desde la interacción de dimensiones, factores y variables psicológicas, sociales y biológicas o si lo preferimos: droga, persona y ambiente. La drogodependencia (tanto en lo que respecta a la adquisición como al mantenimiento y la extinción), el uso de sustancias o el abuso, son todos procesos complejos en el que la interacción entre múltiples factores es lo fundamental. Planteado así, el concepto clave es el uso que se haga de las drogas, que se convierte, por otra parte, en una construcción social, en una situación cultural, por lo que debemos contar con los sujetos para su conceptualización y comprensión.
Si se pretende, por tanto, desarrollar acciones de prevención con los jóvenes, hay que contactar con ellos, hay que contar con ellos. Como señala Funes (1996) hay que tener en cuenta el significado que para estos mismos jóvenes tienen estos consumos. Así, no podemos caer en interpretar sus conductas bajo nuestro prisma; sino que, muy al contrario, de nuevo tendremos que verlo desde su punto de vista, por tanto, desde otra onda, desde su contexto y comunicarnos desde esta flexibilidad.
Siendo así, se nos presenta como fundamental conocer y manejar el mundo que vive el joven a quien vamos a dirigirnos.
En esta dirección, no hace falta explicar excesivamente el papel relevante que la música cumple, hoy por hoy, en la vida de la mayoría de la población joven (pero no solo de ésta). Viven su vida acompañados de música, convirtiéndose ésta en su banda sonora original. En esta línea, diferentes investigaciones, demuestran que, por ejemplo, dentro de los hábitos juveniles ocupan un lugar privilegiado algunos relacionados con la música (Martín Serrano, M., Velarde, O., 1997 I. Megias Quirós, E. Rodríguez; F.A.D e I.N.J.U.V.E. 2003). Así mismo, pueden constarse elevados gastos por parte de los jóvenes en música y de la industria musical en los jóvenes para promocionar sus productos. En otra dirección puede también señalarse el uso de la música para vender productos, como es el caso especifico de la industria tabaquera y de alcohol.
La música es, por tanto, un recurso importante, relevante, siginificativo para los jóvenes, un excelente instrumento a utilizar para establecer una longitud de onda preventiva diferente con los jóvenes, conectando con ellos de manera directa, clara y significativa, generando un clima de diálogo y trabajo bidireccional.
Se trata, pues, de utilizar la música para tratar de afrontar retos clásicos en materia de prevención de drogas con los jóvenes, cómo motivarles, desarrollar programas interactivos que cuenten con su participación, transmitirles información verídica y significativa, hablar de las consecuencias del uso y del abuso, de las motivaciones, de las estrategias de resistencia a la oferta, utilizando un lenguaje tan potente, significativo y motivador para los jóvenes como la música que escuchan o los mensajes que transmiten algunos de sus ídolos: los grupos y cantantes de música.
La música, no es solamente un elemento que contribuye al entretenimiento sino que, en muchos casos, sirve de vía para expresar los propios sentimientos, al mismo tiempo que los autores o interpretes de las melodías se convierten para el joven en modelos de conducta. La música es, igualmente, vehículo de transmisión de valores, creencias, actitudes y expectativas
Por otro lado, el trabajo con jóvenes puede hacerse desde la perspectiva de ellos mismos, facilitando así la adherencia a los programas, lo que dotaría a los mismos de una fiabilidad más elevada. Si los jóvenes se interesan por la música hablémosles a través de la música, pongámonos en su onda. Este estilo educativo garantiza al mismo tiempo una alta motivación y mayor facilidad para conectar con ellos, así como que ellos mismos se conviertan también en emisores de la información que poseen. Se convierten de esta manera en los protagonistas de los trabajos que con ellos realizamos. Se trata de, entre otras cuestiones, aumentar la interactividad de los programas mediante la participación activa de los usuarios y una mayor significación de los mensajes. No podemos hacer prevención para jóvenes sin la participación y los lenguajes de los propios jóvenes.
Uno de los principales problemas que se plantean en la actualidad respecto a la temática de las drogas es la baja percepción de riesgo asociado a los consumos. Los mensajes que llegan a nuestros jóvenes son contradictorios. Por un lado, los adultos solemos reflejar una imagen basada en el miedo para evitar el consumo; por otra parte, los jóvenes transmiten información entre ellos de los afectos positivos que se producen con el consumo. Es innegable que estos efectos positivos existen y son los primeros en producirse (la hilaridad del cannabis, el aumento del bienestar de la cocaína, la desinhibición con el alcohol, por ejemplo) y son esos efectos los que los jóvenes buscan y por los que emplean las drogas. Estos efectos son los que más se manifiestan en los temas musicales lo cual refleja la realidad de los jóvenes y el reto de abordar la misma a corto y largo plazo.
Si prestamos un poco de atención (Fouce, 2002, 2004; investigación de la que parte el programa ya señalada anteriormente) a los mensajes que están contenidos en las canciones, encontramos que hay abundante información sobre drogas en cualquiera de los estilos musicales y que los mensajes que se lanzan, en general, tratan la temática con cierta frivolidad. Las drogas son algo divertido, que nos ayuda a pasarlo bien, a ligar, a salir con los amigos y también a olvidarnos de los problemas.
En general se construía en las letras musicales, una imagen que abogaba por el consumo recreativo, presentando las drogas como algo divertido. Eran pocos los casos en los que se hablaba de los efectos a medio y largo plazo que estas sustancias provocan en la salud y el bienestar de los que las utilizan.
Por todo esto, el proyecto “Música y prevención de drogas: Prevenir en otra onda”, se plantea como un cauce para aplicar la música a la prevención con jóvenes, como instrumento de trabajo y comunicación. La música como instrumento altamente eficaz para establecer una comunicación fiable con los jóvenes, aún por explorar y explotar (son muy pocas las fuentes que hemos encontrado en este sentido (entre las excepciones podemos encontrar los trabajos de Carles Sedo, Ray Parreño o la página http://www.kolokon.com)
Partiendo de la música, interesándonos por lo que les gusta, nos acercamos a cada uno de los jóvenes y su pluralidad con sus mismos recursos de expresión, facilitando que una vez dentro de esta dinámica, sean ellos por sus propios medios los que descubran los mensajes, criben las ideas y tomen sus propias decisiones. Todo ello, contando con que poseen información significativa, cercana y relevante.
Además, durante esta etapa evolutiva de la adolescencia y juventud, la música también puede convertirse en un elemento identificador, tanto de la individualidad de cada uno como de la pertenencia al grupo.
Otra incidencia de la música y su utilización preventiva puede encontrarse en la fractura del tiempo cronológico en dos en la vida de los jóvenes: por un lado el tiempo de trabajo o estudio, entendido como tiempo normativizado, rutinizado; por otro lado, el tiempo de fiesta; “el tiempo de trabajo o estudio a la postre no sería sino un tiempo por el que hay que pasar lo más rápidamente posible para disfrutar del tiempo de fiesta que se convierte así en “el tiempo” por antonomasia” (Elzo, 1994:16). Con frecuencia, se da la paradoja, sin embargo, de que los programas preventivos destinados a jóvenes se insertan en su tiempo de estudio o trabajo, utilizando elementos de este contexto pero tratándose de incidir en el otro tiempo fracturado, el tiempo de ocio, el tiempo de la fiesta y la expresión con lo cual, tienen difícil establecer conexiones significativas entre estos dos tiempos.
3. FUNDAMENTOS DE PREVENCION DE PREVENIR EN OTRA ONDA
La prevención de drogas es hoy un campo prioritario para las administraciones considerándose, especialmente, la necesidad de desarrollar proyectos de prevención evaluables y evaluados que demuestren conseguir los objetivos perseguidos. En este énfasis en la prevención se han ido resaltando algunos elementos básicos fundamentales a la hora de diseñar y ejecutar programas de prevención. Entre estos elementos, por su especial relevancia para la intervención que proponemos queremos destacar los siguientes (Becoña, 2002; Amador y Calafat, 1999):
· Los programas preventivos deberían ser diseñados para realzar los factores de protección y revertir o reducir los factores de riesgo. Los programas preventivos deberían adaptarse a los conocimientos u percepciones de los destinatarios
· Los programas preventivos deberían incluir todas las formas de consumo de drogas, incluyendo tabaco, alcohol, marihuana e inhalantes
· Los programas preventivos para los adolescentes deberían incluir métodos interactivos obligando a los jóvenes a participar en lugar de solo técnicas didácticas. Evitar confiar únicamente en las intervenciones basadas en los conocimientos diseñadas para proporcionar información sobre las consecuencias negativas del consumo
· Los programas preventivos deberían ser a largo plazo, a lo largo de los años escolares con intervenciones repetidas para reforzar las metas preventivas originales
· La escuela ofrece la posibilidad de alcanzar a toda la población de jóvenes y también sirve como un lugar importante para sub poblaciones específicas con mayor riesgo de consumir drogas
· Es efectivo enseñar habilidades para la vida genéricas como toma de decisiones, habilidades de resistencia a influencias de los otros, habilidades sociales, en reducir la incidencia del abuso de sustancias entre los jóvenes
· Implicar a los jóvenes en intervenciones con iguales o con intervenciones que tienen componentes que utilizan iguales
· Hay que proporcionar a los estudiantes oportunidades para practicar las nuevas habilidades adquiridas a través de aproximaciones interactivas.
4. DESARROLLO DEL PROGRAMA PREVENIR EN OTRA ONDA
4.1. Objetivos
1. Desarrollar un programa interactivo en el que los jóvenes participen activamente desde el principio del programa hasta el final del mismo.
2. Aumentar el interés y la significación de los contenidos preventivos.
3. Aumentar la cercanía y significatividad del programa así como su carácter lúdico- formativo
4. Aumentar en la credibilidad de la información transmitida (Utilizar lenguaje cercano)
5. Tratar de llegar a grupos diferentes de jóvenes con motivaciones, realidades, estilos de vida y lenguajes diferentes
4.2. Actividades
El programa “Prevenir en otra onda” está secuenciado para su aplicación en los cuatro últimos cursos escolares, aumentando la profundidad en que se tratan los diferentes temas y las habilidades necesarias para las diferentes actividades, con la edad de los jóvenes a los que está destinado, en función de los datos existentes en la actualidad de prevalencia de consumo de sustancias según las edades.
El esquema general de aplicación es el mismo para todos los cursos, pero van cambiando los recursos utilizados, la metodología o dinámicas empleadas y las drogas que se trabajan. Así, bajo los mismos títulos de las sesiones se encuentran dinámicas diferentes para cada edad, sustancias distintas tratadas de maneras similares o metodologías que van evolucionando en los distintos cursos. De está manera se consigue que el mismo joven pueda insertarse de forma repetida en el programa (en los diferentes cursos) sin que lleguen a agotarse los recursos que este ofrece y sin que los alumnos lleguen a aburrirse.
Esa es una de las grandes ventajas que tiene la utilización de la música para interactuar con los escolares. Permite una gran variedad de tratamientos, una ampliación constante del material, así como tareas siempre innovadoras y diferentes. Y dado que es el lenguaje del joven, permite que éste se encuentre muy pronto adaptado a la metodología y la disfrute desde el principio. Así las cosas, lo que el programa busca es que se complete la información que el joven recibe desde esta vía sobre la temática de drogas, con información precisa y completa y con formación que le permita evolucionar a nivel personal.
Para el primer curso (3º de E.S.O.), el programa consiste en una visión de las diferentes sustancias; mientras, en los cursos siguientes se tratan con mas profundidad sustancias concretas: en 4º de E.S.O, alcohol y tabaco; en 1º de Bachillerato, cannabis y en 2º de Bachillerato, la apuesta es hablar de drogas como la cocaína o las drogas de síntesis.
4.3.Metodología
A continuación se presenta la tabla resumen de las diferentes sesiones. En ellas se pueden encontrar los objetivos de las sesiones, la temática de la que se va a tratar en cada una de ellas y las metodologías empleadas.
Tabla 1: RESUMEN DE SESIONES DE PREVENIR EN OTRA ONDA
Quizá, cabria destacar entre las novedades de la metodología y sesiones planificadas (además de la utilización de la música para potenciar la interactividad del programa o la participación de los jóvenes como ya se menciono anteriormente) el desarrollo de una última sesión centrada en la dimensión comunitaria del programa, tratando de ir más allá de las sesiones establecidas y también de comprometer personal y públicamente a los participantes en la temática y de conectar los diferentes ámbitos de prevención. También se opta, como puede comprobarse, por la ejecución práctica de habilidades como la resistencia a la presión o la transmisión de información normativa significativa de manera motivacionalmente relevante o se pasa de la reflexión y trabajo individual a lo colectivo.
5. EVALUACIÓN
a. Diseño
En el desarrollo del programa, por ser esta la primera aplicación del mismo y, por tanto, tener una consideración de proyecto piloto, se tuvo un especial cuidado en el diseño de un proceso evaluativo que permitiese establecer conclusiones sólidas y validadas empíricamente una vez terminada la ejecución del programa.
Como se señala hoy desde todos los parámetros técnicos, y reconoce entre otros documentos la Estrategia Nacional sobre drogas 2000- 2008 o en el documento de “criterios básicos de intervención de los programas de prevención de drogodependencias” necesitamos construir programas y acciones de prevención debidamente evaluados mediante métodos científicos rigurosos y fiables que nos permitan afirmar claramente si la acción preventiva que estamos desarrollando tiene o no un efecto preventivo, sobre que variables o factores y en que grado o medida .
Así, diseñamos una triple estrategia evaluativa:
n En primer lugar, se estableció una medida previa al desarrollo del programa tanto con los grupos experimentales como con el grupo control. Esta medida sirve de línea base para establecer posteriores comparaciones. Se comparará con los datos de los que disponemos hasta el momento de las encuestas escolares desarrolladas por el Plan Nacional de Drogas a lo largo del tiempo para constatar la situación de nuestra muestra con respecto al conjunto extenso de población juvenil de la Comunidad de Madrid y el Estado.
n En segundo lugar, se estableció un diseño con grupo control y grupo experimental que recibieron un tratamiento experimental diferente (recibir el programa versus no recibir el programa) y que posteriormente fueron evaluados con respecto a un mismo cuestionario que, a su vez, conectaba con la ya señalada medida previa para establecer una doble comparación entre grupo control y grupo experimental y entre medias pre y post.
n En tercer lugar, se desarrolló una evaluación interna consistente en el desarrollo de un cuestionario valorativo (cuantitativo y cualitativo) al final de la ejecución del programa piloto con los grupos sometidos a tratamiento experimental (desarrollo del programa). En este cuestionario se evalúo la satisfacción de los participantes con el programa, el grado de aprendizaje y las actitudes generadas, las posibles mejoras que sugieren los participantes y los aspectos que más satisfacción- insatisfacción causaron en los jóvenes.
Entre las variables que se tomaron en consideración encontramos:
a) Variables contextualizadoras y sociodemográficas
b) Relación con respecto al consumo de diferentes drogas
- Variables preventivas (Nivel de información con respecto a las drogas y utilidad percibida de esta información; Percepción del nivel de consumo de alcohol con respecto a la media; Intención de dejar de fumar e intentos desarrollados para dejar de fumar, etc.)
c) Satisfacción con el programa, valoración del mismo, aportaciones y déficit. (en el cuestionario interno).
La variable que determinaba la condición experimental del diseño era la aplicación o no del programa de prevención “Prevenir en otra Onda” en cada uno de las aulas en las que el mismo se ejecutó.
Se pretende por tanto, establecer por una parte, la posible incidencia del programa en las variables mencionadas y por otra parte, la valía intrínseca del mismo según las aportaciones desarrolladas por los jóvenes que participaron en el mismo (grupo experimental).
b. Sujetos- muestra
Los jóvenes alumnos participantes en la experiencia piloto, son todos alumnos del centro concertado Colegio Menesiano (Madrid) seleccionado para el desarrollo de este pilotaje por diferentes cuestiones operativas entre las que cabe mencionar la especial disposición de la dirección del colegio y su claustro de profesores a participar en una experiencia de este tipo.
El número total de alumnos analizados fue de 160 de ellos 85 pertenecían al grupo control y 75 al grupo experimental con la siguiente distribución:
Tabla 2: Sujetos participantes
La elección entre alumnos participantes en el grupo experimental o en el grupo control se hizo de manera aleatoria a partir de la distribución de los jóvenes por cursos escolares de los alumnos. Estando configuradas las clases, así mismo, mediante un criterio aleatorio como son los apellidos de los alumnos, lo cual garantiza en todo momento la ausencia de sesgos producidos por la falta de aleatoriedad en el proceso desarrollado.
c. Instrumentos de medida utilizados:
Se emplearon tres cuestionarios para establecer la medida de las variables anteriormente señaladas: cuestionario pre (antes de la ejecución del programa), un cuestionario post (tras la ejecución del programa, coincidiendo su aplicación en el mismo momento temporal entre el grupo pre y el post) y un cuestionario de evaluación interna (valoración cualitativa y cuantitativa del programa por los participantes en el mismo).
Para la elaboración de los dos primeros cuestionarios se contó con preguntas ya suficientemente validadas y que permitieran una comparación con otros estudios anteriores. Estas preguntas se extraen de la Encuesta Escolar sobre consumo de drogas desarrollada en los últimos años secuencialmente por el Plan Nacional de Drogas. Algunas de las preguntas fueron modificadas, si bien mantenemos la esencia de las mismas.
Entre las modificaciones, se encuentra la transformación con respecto a la percepción de riesgo ligadas al consumo de drogas que se encuentra en este cuestionario, en una dimensión escalar centrada en cada una de las sustancias trabajadas en el programa.
Estos dos primeros cuestionarios utilizados (pre y post) tienen una estructura de preguntas similar si bien el cuestionario post, para evitar sesgos contaminadores producidos por la reiteración de las preguntas, tiene aleatorizadas las preguntas sobre dimensiones claves consideradas como la percepción de riesgo o las intenciones de consumo. Así mismo, cabe señalar que, si bien los cuestionarios eran anónimos en todo momento, se codificaban de acuerdo a la posición que los alumnos ocupaban en sus respectivas clases, posición que se mantenía entre el primer momento y el segundo momento de exploración, lo que permitía ahorrarse preguntas de carácter contextualizador y sociodemográficas entre el cuestionario pre y el cuestionario post; así como ahorrar tiempos y costes y permitir presentar un cuestionario post diferente al pre en su forma y formato evitando así, elementos distorsionadores o de sesgo de respuesta por habituación en los jóvenes que contestan al mismo
El tercer cuestionario, el cuestionario de evaluación de carácter interno, se diseño ad hoc para el desarrollo del presente programa constituyéndose en una parte intrínseca del mismo como parte del material a utilizar en posteriores y futuras aplicaciones del programa. Para el desarrollo de este cuestionario se combinaron preguntas cerradas con abiertas de manera que pudiésemos disponer de información cuantitativa y cualitativa sobre el desarrollo del programa, la satisfacción con el mismo y las aportaciones sugeridas por los participantes.
Entre los aspectos considerados en este cuestionario de evaluación interno, se consideran elementos como las valoraciones cuantitativas que los participantes desarrollan sobre cada una de las sesiones en las que participan, la valoración que hacen de la actuación de la monitor, la influencia atribuida al programa en la toma de decisiones con respecto al consumo o relación con las drogas, las mejoras que sugieren, los aspectos más destacados y los menos destacados, y las sugerencias que plantean al desarrollo
6. DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS
A. Datos cualitativos
El cuestionario interno nos permitió conocer las opiniones de los alumnos en cuanto a las diferentes sesiones. A continuación se presentan los resultados de obtenidos en los diferentes grupos en cuanto al grado de satisfacción de los alumnos con las sesiones, el programa en general y el trabajo de la monitora:
Gráficos 1, 2, 3, 4 (Índices de satisfacción de 3º y 4º de E.S.O y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
Los resultados de estos gráficos muestran como las sesiones del programa “Prevenir en otra onda”, son bastante interesantes para los alumnos, siendo la puntuación más alta obtenida(en cuanto a las sesiones) por la quinta sesión para 4º de la E.S.O., en la que los alumnos eran los responsables de llevar a cabo una discoteca light (sin alcohol) y se desarrollaba una actividad de cócteles sin alcohol; la puntuación más baja es para la primera sesión para 2º de Bachillerato, en las que los alumnos tenían que analizar algunas canciones de diferentes estilos propuestas por el monitor y ajenas a la temática que nos ocupaba. La media respecto a la satisfacción con el programa se sitúa en 3’35(bastante interesante) y la del trabajo de la monitora en 3,5(ídem)
En los siguientes gráficos se muestran los resultados de la pregunta número ocho (“¿Ha influido el programa en que tomes alguna decisión respecto al consumo de drogas? En caso afirmativo, ¿qué decisión?”), a las que se suma una tabla resumen(Grafico 9) en la que se engloban las anteriores(Graficos 5,6, 7 y 8)
Gráficos 5, 6, 7, 8, 9(Influencias del programa en 3º y 4º de E.S.O., 1º y 2º de Bachillerato y resumen, respectivamente)
Como puede observarse, en todos los casos se reconoce una influencia del programa superior al 25% (para 1º de Bachillerato), llegando en el caso de 3º de E.S.O. al 56% (tabla 5). A partir de estos datos, se elabora el gráfico siguiente, con las medias de los alumnos de todos los cursos. El 40% de los alumnos que han tenido la experiencia de “Prevenir en otra onda” dice que el programa influye en su decisión sobre las drogas y todo parece indicar que la tendencia es hacia el no consumo. Del 60% que dice que esta influencia no es para la decisión, un 50% aproximadamente dice tener ya tomada esa decisión y que el programa ha contribuido a ratificarla (en la misma dirección que lo anterior).
A continuación se presentan algunas de las razones que dan los alumnos para esta influencia. Según los grupos de edad se valoran en mayor o menor medida diferentes aspectos. Para los más jóvenes (3º de E.S.O.; grafico 10), la información que aporta el programa es lo que más influye a la hora de tomar decisiones. En cambio, los alumnos de 4º de la E.S.O., valoran más el fomento de sus habilidades personales, lo que es común a los alumnos mayores(gráfico 13). Para los de 1º de Bachillerato ha influido a través de la promoción de habilidades personales y en este caso desaparece la categoría “información”.
Gráficos 10, 11, 12, 13 (Razones de la influecia del programa en
3º y 4º de E.S.O y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
Las dos preguntas siguientes eran de tipo abierto e indagaban en los aspectos, temáticas, dinámicas, etc., que más y menos les habían gustado y en las razones de su elección. En general las respuestas dirigen nuestra atención a la información que el programa aporta, así como sobre la posibilidad de compartir experiencias personales y de resolver sus dudas que la dinámica permite. Para ellos lo más valorado es que sea interesante, por la información que aporta, así como poder compartir con sus compañeros. Llama la atención que en todos los grupos se den respuestas generales como “Todo” y que el trato con la monitora salga a relucir. Es una de las características que permite “Prevenir en otra onda”
Cabe señalar que las categorías cambian en los diferentes cursos por estar tomadas las respuestas literalmente de los cuestionarios de los alumnos.
En cuanto a los aspectos que menos gustaron, la mayoría de los adolescentes de opinan que no hay nada que no les guste. Las diferencias entre los grupos son evidentes en este apartado por las diferentes dinámicas llevadas a cabo con cada uno de ellos. Entre las dinámicas mencionadas por los alumnos, el juego de “Prevenir en otra onda” sale en todos los cursos, aunque son minoritarias estas opiniones. Por último, algunos mencionan como crítica que hay trabajar para participar en el programa (pensar para realizar algunas de las actividades y dinámicas, escribir, etc.). .
También nos interesaba averiguar hasta que punto el programa enseñaba algo, o dicho de otra manera, que aprendían los alumnos con los que trabajamos. Para obtener respuesta se incluyó en el cuestionario interno una pregunta en la que ellos podían decirnos tres cosas que hubieran aprendido en el taller. En los gráficos de los gráficos 14, 15, 16, 17 se muestran sus respuestas de los cuatro grupos en diferentes categorías.
Graficos14, 15, 16, 17(aprendizajes durante el programa de
3º y 4º de E.S.O. y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
La categoría información en la que se englobaron para el análisis de los datos diferentes tipos de respuestas, se menciona en todos los grupos, así como la de consecuencias negativas. Como ocurre en el caso anterior, las diferencias entre los grupos vienen explicadas por las diferentes dinámicas realizadas en las aulas. Así en el gráfico 15 se menciona como aprendizaje la elaboración de cócteles sin alcohol, al igual que se mencionan específicamente las consecuencias negativas del consumo de las drogas específicas trabajadas en este grupo: alcohol y tabaco
La relación entre música y drogas, es decir, que en la música actual se refleja información sobre esta temática, también se ve reflejadas en los grupos de mayores (graficos16 y 17).
Los últimos gráficos elaborados para las respuestas de los grupos, reflejan los resultados de la pregunta número doce sobre las cosas que ellos cambiarían o mejorarían. La mayoría señala que no cambiaría nada. Las otras categorías varían de un grupo a otro por las mismas razones mencionadas anteriormente. Algunos opinan que deberían incluirse más experiencias personales; otros aumentarían la duración del programa.
Graficos18, 19, 29, 21(Cambios sugeridos por los alumnos de
3º y 4º de E.S.O. y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
B. Datos cuantitativos
A continuación se presentan los resultados estadísticos obtenidos a partir de las pruebas realizadas con los cuestionarios desarrollados para el pilotaje antes y después de desarrollar la acción preventiva y comparando entre grupo control y experimental. En ellas pueden apreciarse los cambios que hay entre la condición pre y la condición post, cambios atribuibles, por tanto a la ejecución de “Prevenir en otra onda”.
Para este análisis nos hemos centrado en algunas variables ya descritas, como son: el consumo de drogas legales (alcohol y tabaco) e ilegales (cannabis), las cantidades de ingesta de estas sustancias (incluyendo para el alcohol el consumo agudo), el grado en que los jóvenes se sienten informados y la utilidad de esta información, etc.
En cuanto las variables en las que se han encontrado cambios estadísticamente significativos, a partir del desarrollo de correlaciones, la primera que encontramos es la intención de dejar de fumar. En la tabla siguiente se presentan los datos del análisis estadístico de los cuatro grupos experimentales con los que hemos trabajado:
Tablas 3 y 4 : intención de dejar de fumar
En este caso, la pregunta se refería a si en algún momento se había planteado dejar de fumar. De los sujetos fumadores que en la situación previa al programa no se habían planteado dejar de fumar, un 15% dice que sí se lo ha planteado, aunque no lo haya intentado, y un 55 dice haberlo intentado. Es decir, del 65% que nunca se había planteado dejar de fumar, llegamos, tras la ejecución del programa a un porcentaje del 55%, consiguiéndose un aumento del deseo de dejar de fumar.
En cuanto al consumo de cannabis, en esta tabla se presentan los análisis realizados y los datos obtenidos. Es interesante comprobar que tras la aplicación del programa, el consumo de esta sustancia ha descendido. De los alumnos que antes del programa habían consumido en los 30 días anteriores, en la condición post, aumentan los porcentajes de aquellos que no consumen (42% para los que habían consumido ½ días, 50% para los que lo habían hecho 3-5 días y 40% para los de 6-9 días)
Tablas 5 y 6: frecuencia de consumo de cannabis
En las siguientes tablas se presentan las cantidades de cannabis consumidas antes y después del programa. Como puede apreciarse, desciende significativamente las medias de consumo de esta sustancia:
Tablas 7 y 8: cantidades de cannabis consumidas
En cuanto al consumo de alcohol, en las siguientes tablas encontramos los datos que corroboran que ha descendido tanto el número de borracheras, como los sujetos que llegaban a esta situación de intoxicación aguda; de igual manera se aprecia un descenso de la cantidad de alcohol consumido.
Tablas 9 y 10: cantidad de alcohol consumido
Un 30% de los sujetos que antes de “Prevenir en otra onda” se habían emborrachado en los últimos 30 días, ha dejado de hacerlo.
Por último, presentamos los datos obtenidos en cuanto a la percepción del grado de información que se tiene de la temática de las drogas. El cambio más significativo tras la aplicación del programa está en aquellos sujetos que antes se consideraban poco informados y después creen que tienen suficiente información o están adecuadamente informados.(50% y 12% respectivamente). Así, aumenta sustancialmente la información que el joven dice tener sobre drogas.
Tabla 13:Percepción de la información que se posee sobre drogas
Pero también se completa la información que ya tenían. Así, los jóvenes que decían estar informados suficientemente antes y después pasan a estar perfectamente informados, suponen un porcentaje del 27%. Algo similar ocurre con la utilidad de la información. Es decir, aumentan los porcentajes de los alumnos que consideran que la información que poseen es muy útil
Tabla 14: utilidad de la información que se posee sobre drogas.
Relacionado con el tema de la información, encontramos que el 80% de los alumnos que en el pretest contestan que los beneficios de la droga son superiores a los riesgos, contestan negativamente a la misma pregunta después de vivir la situación experimental.
Tabla 15: beneficios atribuidos al consumo de drogas
7. CONCLUSIONES
Una de las primeras conclusiones que podemos establecer del análisis desarrollado es que sin lugar a dudas, el programa “Prevenir en otra onda” consigue unos resultados satisfactorios en la consecución de unos de sus objetivos y fundamentos teóricos y metodológicos de partida: aumentar la significatividad y relevancia de los mensajes preventivos y educativos a establecer con los más jóvenes por la utilización de un lenguaje que es sumamente conocido y valorado por estos jóvenes: la música que escuchan, en la que invierten tiempo y dinero, y que les transmite un gran número de sensaciones positivas, muchas veces escasamente analizadas o utilizadas pese a su potencialidad.
En este sentido, se confirma aquello que seña Funes (1996) al hablar del trabajo con adolescentes de la necesidad de hablar en sus lenguajes si pretendemos trabajar con jóvenes. También se confirma, como estrategia preventiva y educativa, que lo lúdico es un excelente material de trabajo para desarrollar acercamientos en materia de prevención de drogas, ya que aprender jugando siempre ha sido y sigue siendo una estrategia fundamental y muy útil en casi todas las edades pero especialmente en edades como aquellas a las que dirigimos el presente proyecto preventivo.
La música además de entretenernos permite acceder al mundo propio de los jóvenes, a algunas de sus expresiones características, a espacios significativos de comunicación con ellos, se trata de ponernos en onda, en su onda, en conexión, en comunicación.
Que podamos afirmar la confirmación de este particular tiene mucho que ver con las aportaciones al cuestionario interno de carácter cualitativo en el cual los participantes del programa valoran el mismo manifestando elevadas dosis de satisfacción y significatividad con el mismo.
Otro elemento a valorar especialmente del programa es la valoración que hacen los participantes con respecto a la contribución del programa para que tomasen decisiones con respecto a las drogas en unos casos reafirmando su decisión de no consumir y en otros estableciendo un rechazo a los consumos, modificando expectativas, aportando informaciones y generando actitudes.
También cabe señalar como un elemento no medido en el cuestionario pre y post pero sí en el cuestionario interno, como es la adquisición de habilidades para la toma de decisiones en situaciones de consumo o la resistencia a las mismas, obtiene resultados positivos de valoración en la línea de que los participantes en el programa señalan que el mismo contribuyó a dotarles de más estrategias y habilidades para enfrentarse y gestionar situaciones de posible riesgo de consumo
Otro elemento clave a destacar, tiene que ver con la valoración que se hace del monitor que ejecuto el programa, muchas veces clave de una correcta ejecución de los programas de prevención.
Como se señala en las bases teóricas que establecemos para el desarrollo del presente programa creemos que el mismo consigue, en función de los resultados obtenidos, realzar los factores de protección y disminuir los factores de riesgo, se adapta especialmente a los conocimientos, situaciones y percepciones de los destinatarios, incluyen la consideración de sustancias y su trato, considera la utilización de métodos interactivos y la participación de los jóvenes. Todos estos elementos del programa, son además, los más valorados por los participantes con lo que se consigue una más que interesante confluencia entre los planteamientos teóricos, las evaluaciones concretas del programa y el desarrollo práctico del mismo que garantiza la coherencia interna, teórica y empírica de la propuesta de intervención desarrollada y pilotada.
Es importante en toda evaluación y en todo programa de prevención que exista una clara conexión entre los principios teóricos que se plantean como elementos de partida y la plasmación de los mismos en acciones concretas evaluadas posteriormente. Así, los principios teóricos han servido sin duda para desarrollar el programa y muy especialmente el establecimiento de métodos interactivos que propician la participación de los jóvenes, su implicación mediante al utilización de iguales (como las últimas sesiones de cada una de las aplicaciones), métodos que propician también la oportunidad para practicar las nuevas habilidades adquiridas a través de su ejecución práctica (como la cuarta sesión del programa) o intervenciones que permitan llegar a jóvenes diversos, diferentes en sus estilos de vida, gustos, preferencias y pautas de consumo.
En otro orden de cosas, los datos del análisis estadístico preliminar que hemos realizado, confirman que “Prevenir en otra onda” no solo es un programa que engancha con los jóvenes sino que además en su ejecución como programa piloto consiguió buenos resultados en cuanto a algunas de las variables cuantitativas que habíamos contemplado. Los jóvenes que vivieron nuestro programa disminuyeron sus consumos de alcohol y cannabis y las veces que los consumos de alcohol conducen a la borrachera.
Pero nos son los únicos cambios que se producen. También aumentan considerablemente el número de alumnos que se plantean dejar de fumar, los que se consideran bastante bien informados sobre el tema de drogas y aquellos que creen que está información es de gran utilidad. Y, sobre todo, los que perciben que en el tema de las drogas son más los riesgos que los beneficios.
Pero creemos que no son los únicos cambios que vamos a encontrar. Por ello, en el análisis estadístico detallado que se realizará a continuación contemplaremos también otras variables que pueden ser significativas, como la percepción de riesgo o la tendencia al no consumo. En este mismo estudio, no solo se presentarán los datos generales, sino análisis de los datos de cada uno de los grupos. Este es uno de los elementos a completar.
Entre los elementos a mejorar, encontramos la necesidad de reestructurar alguna de las sesiones, como la primera sesión de primero de bachillerato, una de las que peor valoración tuvo con el agravante de que el grupo escogido como modelo desarrollo una campaña de promoción publicitaria de una bebida alcohólica una vez que ya teníamos diseñado el programa y en plena ejecución del mismo, también resulta necesario desarrollar e implementar actuaciones que consideren a los padres y madres de los jóvenes participantes.
Otro elemento especialmente a considerar y que nos generó algunos problemas técnicos y de ejecución, tienen que ver con el manejo en un programa universal como éste de demandas de información sobre drogas de jóvenes que están en consumo activo actual de sustancias frente a sus compañeros que no se encuentran en esta situación de consumo; otra de las dificultades tiene que ver con la escasez de canciones con mensajes preventivos a utilizar en el desarrollo de las actividades preventivas.
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AUTORES: JOSÉ GUILLERMO FOUCE. Doctor en psicología. Coordinador del CAID de Torrejón de Ardoz (Madrid) y presidente de Psicólogos Sin Fronteras Madrid
MONICA M. FOSSOUL PALICIO. Psicóloga educativa. Vicepresidenta de Psicólogos Sin Fronteras Madrid
DIRECCIÓN: C/ Gloria Fuertes, nº 11, 2º E. 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)
mailto:guiller@correo.cop.es;monicafoss@gmail.com;
RESUMEN:
El articulo que ahora presentamos es el resultado de la confluencia de dos grandes líneas de actuación que venimos desarrollando desde hace algunos años, por una parte, la investigación para constatar la relación entre música y drogas en las letras de un gran número de grupos musicales y, por otra parte, y más relevante en esta oportunidad, aprovechar esta constatación y estos diversos materiales obtenidos para desarrollar un programa preventivo novedoso que hemos denominado “Prevenir en otra onda” para jóvenes de 3 y 4º de la E.S.O. y de 1º y 2º de Bachillerato. En el texto se presentan los resultados obtenidos en la primera ejecución de este programa preventivo, así como las principales conclusiones obtenidas.
PALABRAS CLAVE: prevención, drogas, jóvenes, música
ABSTRAC:
The article that now we present is the result of the confluence of two big lines of performance that we come developing for some years, on one hand, the investigation to state the relation between music and drugs in the letters of a great number of musical groups and, on the other hand, and more relevant in this opportunity, to take advantage of this verification and these diverse materials obtained to develop a preventive novel program that we have named " To provide in another wave " for young men of 3 and 4 º ESO and with 1 º and 2 º BUP. In the text there appear the results obtained in the first execution of the preventive notable program, as well as the principal obtained conclusions.
KEY WORDS: Prevention, drugs, young people, music
1. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es fruto de una ya larga línea de intervención e investigación que tuvo como primer hito a destacar la publicación en la Revista Española de Drogodependencias (2002) y después en la Revista Adicciones (2004), de dos estudios que analizaban descriptivamente la relación entre letras de canciones españolas escuchadas por los jóvenes y tópicos temáticos relacionados con las drogas.
Esta investigación dio lugar a una aplicación práctica , estructurando el material analizado en un completo programa de prevención de drogodependencias para jóvenes escolares de 3º y 4º de la ESO y 1º y 2º de Bachillerato, que hemos denominado “Prevenir en otra onda” y que consta de cinco sesiones en cada curso señalado.
Este programa se llevó a cabo como proyecto piloto financiado por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, durante los meses de Marzo y Abril del 2004 en el Colegio Menesiano de Madrid, con unos resultados en general muy positivos, tanto en lo que se refiere a datos cuantitativos de diferencias significativas(por ejemplo, respecto al consumo de alcohol y cannabis antes y después del programa), como en datos cualitativos vinculados a la satisfacción con el programa así como la influencia atribuida a éste en la toma de decisiones futuras en cuanto al consumo de drogas o cambios en el consumo de sustancias . Más adelante tendremos ocasión de analizarlo con detalle.
2. FUNDAMENTACIÓN
El trabajo en prevención de drogas con los jóvenes es hoy un ámbito de especial interés entre otras cuestiones, por los datos epidemiológicos que presenta este grupo de edad. Sin embargo, está no es una tarea sencilla y nos encontramos con importantes problemas para desarrollarla. Además, podemos preguntarnos, en esta misma dirección, si esta todo inventado en materia de prevención o más bien estamos iniciando un largo trayecto.
También podemos cuestionarnos sobre la forma de conectar con los jóvenes y las necesarias explicaciones multi causales de este complejo fenómeno.
Por eso, para desarrollar “Prevenir en otra onda” partimos de un modelo consolidado, el modelo bio-psico–social y los factores de riesgo y protección asociados al mismo, en el que se contempla el consumo de sustancias desde la interacción de dimensiones, factores y variables psicológicas, sociales y biológicas o si lo preferimos: droga, persona y ambiente. La drogodependencia (tanto en lo que respecta a la adquisición como al mantenimiento y la extinción), el uso de sustancias o el abuso, son todos procesos complejos en el que la interacción entre múltiples factores es lo fundamental. Planteado así, el concepto clave es el uso que se haga de las drogas, que se convierte, por otra parte, en una construcción social, en una situación cultural, por lo que debemos contar con los sujetos para su conceptualización y comprensión.
Si se pretende, por tanto, desarrollar acciones de prevención con los jóvenes, hay que contactar con ellos, hay que contar con ellos. Como señala Funes (1996) hay que tener en cuenta el significado que para estos mismos jóvenes tienen estos consumos. Así, no podemos caer en interpretar sus conductas bajo nuestro prisma; sino que, muy al contrario, de nuevo tendremos que verlo desde su punto de vista, por tanto, desde otra onda, desde su contexto y comunicarnos desde esta flexibilidad.
Siendo así, se nos presenta como fundamental conocer y manejar el mundo que vive el joven a quien vamos a dirigirnos.
En esta dirección, no hace falta explicar excesivamente el papel relevante que la música cumple, hoy por hoy, en la vida de la mayoría de la población joven (pero no solo de ésta). Viven su vida acompañados de música, convirtiéndose ésta en su banda sonora original. En esta línea, diferentes investigaciones, demuestran que, por ejemplo, dentro de los hábitos juveniles ocupan un lugar privilegiado algunos relacionados con la música (Martín Serrano, M., Velarde, O., 1997 I. Megias Quirós, E. Rodríguez; F.A.D e I.N.J.U.V.E. 2003). Así mismo, pueden constarse elevados gastos por parte de los jóvenes en música y de la industria musical en los jóvenes para promocionar sus productos. En otra dirección puede también señalarse el uso de la música para vender productos, como es el caso especifico de la industria tabaquera y de alcohol.
La música es, por tanto, un recurso importante, relevante, siginificativo para los jóvenes, un excelente instrumento a utilizar para establecer una longitud de onda preventiva diferente con los jóvenes, conectando con ellos de manera directa, clara y significativa, generando un clima de diálogo y trabajo bidireccional.
Se trata, pues, de utilizar la música para tratar de afrontar retos clásicos en materia de prevención de drogas con los jóvenes, cómo motivarles, desarrollar programas interactivos que cuenten con su participación, transmitirles información verídica y significativa, hablar de las consecuencias del uso y del abuso, de las motivaciones, de las estrategias de resistencia a la oferta, utilizando un lenguaje tan potente, significativo y motivador para los jóvenes como la música que escuchan o los mensajes que transmiten algunos de sus ídolos: los grupos y cantantes de música.
La música, no es solamente un elemento que contribuye al entretenimiento sino que, en muchos casos, sirve de vía para expresar los propios sentimientos, al mismo tiempo que los autores o interpretes de las melodías se convierten para el joven en modelos de conducta. La música es, igualmente, vehículo de transmisión de valores, creencias, actitudes y expectativas
Por otro lado, el trabajo con jóvenes puede hacerse desde la perspectiva de ellos mismos, facilitando así la adherencia a los programas, lo que dotaría a los mismos de una fiabilidad más elevada. Si los jóvenes se interesan por la música hablémosles a través de la música, pongámonos en su onda. Este estilo educativo garantiza al mismo tiempo una alta motivación y mayor facilidad para conectar con ellos, así como que ellos mismos se conviertan también en emisores de la información que poseen. Se convierten de esta manera en los protagonistas de los trabajos que con ellos realizamos. Se trata de, entre otras cuestiones, aumentar la interactividad de los programas mediante la participación activa de los usuarios y una mayor significación de los mensajes. No podemos hacer prevención para jóvenes sin la participación y los lenguajes de los propios jóvenes.
Uno de los principales problemas que se plantean en la actualidad respecto a la temática de las drogas es la baja percepción de riesgo asociado a los consumos. Los mensajes que llegan a nuestros jóvenes son contradictorios. Por un lado, los adultos solemos reflejar una imagen basada en el miedo para evitar el consumo; por otra parte, los jóvenes transmiten información entre ellos de los afectos positivos que se producen con el consumo. Es innegable que estos efectos positivos existen y son los primeros en producirse (la hilaridad del cannabis, el aumento del bienestar de la cocaína, la desinhibición con el alcohol, por ejemplo) y son esos efectos los que los jóvenes buscan y por los que emplean las drogas. Estos efectos son los que más se manifiestan en los temas musicales lo cual refleja la realidad de los jóvenes y el reto de abordar la misma a corto y largo plazo.
Si prestamos un poco de atención (Fouce, 2002, 2004; investigación de la que parte el programa ya señalada anteriormente) a los mensajes que están contenidos en las canciones, encontramos que hay abundante información sobre drogas en cualquiera de los estilos musicales y que los mensajes que se lanzan, en general, tratan la temática con cierta frivolidad. Las drogas son algo divertido, que nos ayuda a pasarlo bien, a ligar, a salir con los amigos y también a olvidarnos de los problemas.
En general se construía en las letras musicales, una imagen que abogaba por el consumo recreativo, presentando las drogas como algo divertido. Eran pocos los casos en los que se hablaba de los efectos a medio y largo plazo que estas sustancias provocan en la salud y el bienestar de los que las utilizan.
Por todo esto, el proyecto “Música y prevención de drogas: Prevenir en otra onda”, se plantea como un cauce para aplicar la música a la prevención con jóvenes, como instrumento de trabajo y comunicación. La música como instrumento altamente eficaz para establecer una comunicación fiable con los jóvenes, aún por explorar y explotar (son muy pocas las fuentes que hemos encontrado en este sentido (entre las excepciones podemos encontrar los trabajos de Carles Sedo, Ray Parreño o la página http://www.kolokon.com)
Partiendo de la música, interesándonos por lo que les gusta, nos acercamos a cada uno de los jóvenes y su pluralidad con sus mismos recursos de expresión, facilitando que una vez dentro de esta dinámica, sean ellos por sus propios medios los que descubran los mensajes, criben las ideas y tomen sus propias decisiones. Todo ello, contando con que poseen información significativa, cercana y relevante.
Además, durante esta etapa evolutiva de la adolescencia y juventud, la música también puede convertirse en un elemento identificador, tanto de la individualidad de cada uno como de la pertenencia al grupo.
Otra incidencia de la música y su utilización preventiva puede encontrarse en la fractura del tiempo cronológico en dos en la vida de los jóvenes: por un lado el tiempo de trabajo o estudio, entendido como tiempo normativizado, rutinizado; por otro lado, el tiempo de fiesta; “el tiempo de trabajo o estudio a la postre no sería sino un tiempo por el que hay que pasar lo más rápidamente posible para disfrutar del tiempo de fiesta que se convierte así en “el tiempo” por antonomasia” (Elzo, 1994:16). Con frecuencia, se da la paradoja, sin embargo, de que los programas preventivos destinados a jóvenes se insertan en su tiempo de estudio o trabajo, utilizando elementos de este contexto pero tratándose de incidir en el otro tiempo fracturado, el tiempo de ocio, el tiempo de la fiesta y la expresión con lo cual, tienen difícil establecer conexiones significativas entre estos dos tiempos.
3. FUNDAMENTOS DE PREVENCION DE PREVENIR EN OTRA ONDA
La prevención de drogas es hoy un campo prioritario para las administraciones considerándose, especialmente, la necesidad de desarrollar proyectos de prevención evaluables y evaluados que demuestren conseguir los objetivos perseguidos. En este énfasis en la prevención se han ido resaltando algunos elementos básicos fundamentales a la hora de diseñar y ejecutar programas de prevención. Entre estos elementos, por su especial relevancia para la intervención que proponemos queremos destacar los siguientes (Becoña, 2002; Amador y Calafat, 1999):
· Los programas preventivos deberían ser diseñados para realzar los factores de protección y revertir o reducir los factores de riesgo. Los programas preventivos deberían adaptarse a los conocimientos u percepciones de los destinatarios
· Los programas preventivos deberían incluir todas las formas de consumo de drogas, incluyendo tabaco, alcohol, marihuana e inhalantes
· Los programas preventivos para los adolescentes deberían incluir métodos interactivos obligando a los jóvenes a participar en lugar de solo técnicas didácticas. Evitar confiar únicamente en las intervenciones basadas en los conocimientos diseñadas para proporcionar información sobre las consecuencias negativas del consumo
· Los programas preventivos deberían ser a largo plazo, a lo largo de los años escolares con intervenciones repetidas para reforzar las metas preventivas originales
· La escuela ofrece la posibilidad de alcanzar a toda la población de jóvenes y también sirve como un lugar importante para sub poblaciones específicas con mayor riesgo de consumir drogas
· Es efectivo enseñar habilidades para la vida genéricas como toma de decisiones, habilidades de resistencia a influencias de los otros, habilidades sociales, en reducir la incidencia del abuso de sustancias entre los jóvenes
· Implicar a los jóvenes en intervenciones con iguales o con intervenciones que tienen componentes que utilizan iguales
· Hay que proporcionar a los estudiantes oportunidades para practicar las nuevas habilidades adquiridas a través de aproximaciones interactivas.
4. DESARROLLO DEL PROGRAMA PREVENIR EN OTRA ONDA
4.1. Objetivos
1. Desarrollar un programa interactivo en el que los jóvenes participen activamente desde el principio del programa hasta el final del mismo.
2. Aumentar el interés y la significación de los contenidos preventivos.
3. Aumentar la cercanía y significatividad del programa así como su carácter lúdico- formativo
4. Aumentar en la credibilidad de la información transmitida (Utilizar lenguaje cercano)
5. Tratar de llegar a grupos diferentes de jóvenes con motivaciones, realidades, estilos de vida y lenguajes diferentes
4.2. Actividades
El programa “Prevenir en otra onda” está secuenciado para su aplicación en los cuatro últimos cursos escolares, aumentando la profundidad en que se tratan los diferentes temas y las habilidades necesarias para las diferentes actividades, con la edad de los jóvenes a los que está destinado, en función de los datos existentes en la actualidad de prevalencia de consumo de sustancias según las edades.
El esquema general de aplicación es el mismo para todos los cursos, pero van cambiando los recursos utilizados, la metodología o dinámicas empleadas y las drogas que se trabajan. Así, bajo los mismos títulos de las sesiones se encuentran dinámicas diferentes para cada edad, sustancias distintas tratadas de maneras similares o metodologías que van evolucionando en los distintos cursos. De está manera se consigue que el mismo joven pueda insertarse de forma repetida en el programa (en los diferentes cursos) sin que lleguen a agotarse los recursos que este ofrece y sin que los alumnos lleguen a aburrirse.
Esa es una de las grandes ventajas que tiene la utilización de la música para interactuar con los escolares. Permite una gran variedad de tratamientos, una ampliación constante del material, así como tareas siempre innovadoras y diferentes. Y dado que es el lenguaje del joven, permite que éste se encuentre muy pronto adaptado a la metodología y la disfrute desde el principio. Así las cosas, lo que el programa busca es que se complete la información que el joven recibe desde esta vía sobre la temática de drogas, con información precisa y completa y con formación que le permita evolucionar a nivel personal.
Para el primer curso (3º de E.S.O.), el programa consiste en una visión de las diferentes sustancias; mientras, en los cursos siguientes se tratan con mas profundidad sustancias concretas: en 4º de E.S.O, alcohol y tabaco; en 1º de Bachillerato, cannabis y en 2º de Bachillerato, la apuesta es hablar de drogas como la cocaína o las drogas de síntesis.
4.3.Metodología
A continuación se presenta la tabla resumen de las diferentes sesiones. En ellas se pueden encontrar los objetivos de las sesiones, la temática de la que se va a tratar en cada una de ellas y las metodologías empleadas.
Tabla 1: RESUMEN DE SESIONES DE PREVENIR EN OTRA ONDA
Quizá, cabria destacar entre las novedades de la metodología y sesiones planificadas (además de la utilización de la música para potenciar la interactividad del programa o la participación de los jóvenes como ya se menciono anteriormente) el desarrollo de una última sesión centrada en la dimensión comunitaria del programa, tratando de ir más allá de las sesiones establecidas y también de comprometer personal y públicamente a los participantes en la temática y de conectar los diferentes ámbitos de prevención. También se opta, como puede comprobarse, por la ejecución práctica de habilidades como la resistencia a la presión o la transmisión de información normativa significativa de manera motivacionalmente relevante o se pasa de la reflexión y trabajo individual a lo colectivo.
5. EVALUACIÓN
a. Diseño
En el desarrollo del programa, por ser esta la primera aplicación del mismo y, por tanto, tener una consideración de proyecto piloto, se tuvo un especial cuidado en el diseño de un proceso evaluativo que permitiese establecer conclusiones sólidas y validadas empíricamente una vez terminada la ejecución del programa.
Como se señala hoy desde todos los parámetros técnicos, y reconoce entre otros documentos la Estrategia Nacional sobre drogas 2000- 2008 o en el documento de “criterios básicos de intervención de los programas de prevención de drogodependencias” necesitamos construir programas y acciones de prevención debidamente evaluados mediante métodos científicos rigurosos y fiables que nos permitan afirmar claramente si la acción preventiva que estamos desarrollando tiene o no un efecto preventivo, sobre que variables o factores y en que grado o medida .
Así, diseñamos una triple estrategia evaluativa:
n En primer lugar, se estableció una medida previa al desarrollo del programa tanto con los grupos experimentales como con el grupo control. Esta medida sirve de línea base para establecer posteriores comparaciones. Se comparará con los datos de los que disponemos hasta el momento de las encuestas escolares desarrolladas por el Plan Nacional de Drogas a lo largo del tiempo para constatar la situación de nuestra muestra con respecto al conjunto extenso de población juvenil de la Comunidad de Madrid y el Estado.
n En segundo lugar, se estableció un diseño con grupo control y grupo experimental que recibieron un tratamiento experimental diferente (recibir el programa versus no recibir el programa) y que posteriormente fueron evaluados con respecto a un mismo cuestionario que, a su vez, conectaba con la ya señalada medida previa para establecer una doble comparación entre grupo control y grupo experimental y entre medias pre y post.
n En tercer lugar, se desarrolló una evaluación interna consistente en el desarrollo de un cuestionario valorativo (cuantitativo y cualitativo) al final de la ejecución del programa piloto con los grupos sometidos a tratamiento experimental (desarrollo del programa). En este cuestionario se evalúo la satisfacción de los participantes con el programa, el grado de aprendizaje y las actitudes generadas, las posibles mejoras que sugieren los participantes y los aspectos que más satisfacción- insatisfacción causaron en los jóvenes.
Entre las variables que se tomaron en consideración encontramos:
a) Variables contextualizadoras y sociodemográficas
b) Relación con respecto al consumo de diferentes drogas
- Variables preventivas (Nivel de información con respecto a las drogas y utilidad percibida de esta información; Percepción del nivel de consumo de alcohol con respecto a la media; Intención de dejar de fumar e intentos desarrollados para dejar de fumar, etc.)
c) Satisfacción con el programa, valoración del mismo, aportaciones y déficit. (en el cuestionario interno).
La variable que determinaba la condición experimental del diseño era la aplicación o no del programa de prevención “Prevenir en otra Onda” en cada uno de las aulas en las que el mismo se ejecutó.
Se pretende por tanto, establecer por una parte, la posible incidencia del programa en las variables mencionadas y por otra parte, la valía intrínseca del mismo según las aportaciones desarrolladas por los jóvenes que participaron en el mismo (grupo experimental).
b. Sujetos- muestra
Los jóvenes alumnos participantes en la experiencia piloto, son todos alumnos del centro concertado Colegio Menesiano (Madrid) seleccionado para el desarrollo de este pilotaje por diferentes cuestiones operativas entre las que cabe mencionar la especial disposición de la dirección del colegio y su claustro de profesores a participar en una experiencia de este tipo.
El número total de alumnos analizados fue de 160 de ellos 85 pertenecían al grupo control y 75 al grupo experimental con la siguiente distribución:
Tabla 2: Sujetos participantes
La elección entre alumnos participantes en el grupo experimental o en el grupo control se hizo de manera aleatoria a partir de la distribución de los jóvenes por cursos escolares de los alumnos. Estando configuradas las clases, así mismo, mediante un criterio aleatorio como son los apellidos de los alumnos, lo cual garantiza en todo momento la ausencia de sesgos producidos por la falta de aleatoriedad en el proceso desarrollado.
c. Instrumentos de medida utilizados:
Se emplearon tres cuestionarios para establecer la medida de las variables anteriormente señaladas: cuestionario pre (antes de la ejecución del programa), un cuestionario post (tras la ejecución del programa, coincidiendo su aplicación en el mismo momento temporal entre el grupo pre y el post) y un cuestionario de evaluación interna (valoración cualitativa y cuantitativa del programa por los participantes en el mismo).
Para la elaboración de los dos primeros cuestionarios se contó con preguntas ya suficientemente validadas y que permitieran una comparación con otros estudios anteriores. Estas preguntas se extraen de la Encuesta Escolar sobre consumo de drogas desarrollada en los últimos años secuencialmente por el Plan Nacional de Drogas. Algunas de las preguntas fueron modificadas, si bien mantenemos la esencia de las mismas.
Entre las modificaciones, se encuentra la transformación con respecto a la percepción de riesgo ligadas al consumo de drogas que se encuentra en este cuestionario, en una dimensión escalar centrada en cada una de las sustancias trabajadas en el programa.
Estos dos primeros cuestionarios utilizados (pre y post) tienen una estructura de preguntas similar si bien el cuestionario post, para evitar sesgos contaminadores producidos por la reiteración de las preguntas, tiene aleatorizadas las preguntas sobre dimensiones claves consideradas como la percepción de riesgo o las intenciones de consumo. Así mismo, cabe señalar que, si bien los cuestionarios eran anónimos en todo momento, se codificaban de acuerdo a la posición que los alumnos ocupaban en sus respectivas clases, posición que se mantenía entre el primer momento y el segundo momento de exploración, lo que permitía ahorrarse preguntas de carácter contextualizador y sociodemográficas entre el cuestionario pre y el cuestionario post; así como ahorrar tiempos y costes y permitir presentar un cuestionario post diferente al pre en su forma y formato evitando así, elementos distorsionadores o de sesgo de respuesta por habituación en los jóvenes que contestan al mismo
El tercer cuestionario, el cuestionario de evaluación de carácter interno, se diseño ad hoc para el desarrollo del presente programa constituyéndose en una parte intrínseca del mismo como parte del material a utilizar en posteriores y futuras aplicaciones del programa. Para el desarrollo de este cuestionario se combinaron preguntas cerradas con abiertas de manera que pudiésemos disponer de información cuantitativa y cualitativa sobre el desarrollo del programa, la satisfacción con el mismo y las aportaciones sugeridas por los participantes.
Entre los aspectos considerados en este cuestionario de evaluación interno, se consideran elementos como las valoraciones cuantitativas que los participantes desarrollan sobre cada una de las sesiones en las que participan, la valoración que hacen de la actuación de la monitor, la influencia atribuida al programa en la toma de decisiones con respecto al consumo o relación con las drogas, las mejoras que sugieren, los aspectos más destacados y los menos destacados, y las sugerencias que plantean al desarrollo
6. DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS
A. Datos cualitativos
El cuestionario interno nos permitió conocer las opiniones de los alumnos en cuanto a las diferentes sesiones. A continuación se presentan los resultados de obtenidos en los diferentes grupos en cuanto al grado de satisfacción de los alumnos con las sesiones, el programa en general y el trabajo de la monitora:
Gráficos 1, 2, 3, 4 (Índices de satisfacción de 3º y 4º de E.S.O y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
Los resultados de estos gráficos muestran como las sesiones del programa “Prevenir en otra onda”, son bastante interesantes para los alumnos, siendo la puntuación más alta obtenida(en cuanto a las sesiones) por la quinta sesión para 4º de la E.S.O., en la que los alumnos eran los responsables de llevar a cabo una discoteca light (sin alcohol) y se desarrollaba una actividad de cócteles sin alcohol; la puntuación más baja es para la primera sesión para 2º de Bachillerato, en las que los alumnos tenían que analizar algunas canciones de diferentes estilos propuestas por el monitor y ajenas a la temática que nos ocupaba. La media respecto a la satisfacción con el programa se sitúa en 3’35(bastante interesante) y la del trabajo de la monitora en 3,5(ídem)
En los siguientes gráficos se muestran los resultados de la pregunta número ocho (“¿Ha influido el programa en que tomes alguna decisión respecto al consumo de drogas? En caso afirmativo, ¿qué decisión?”), a las que se suma una tabla resumen(Grafico 9) en la que se engloban las anteriores(Graficos 5,6, 7 y 8)
Gráficos 5, 6, 7, 8, 9(Influencias del programa en 3º y 4º de E.S.O., 1º y 2º de Bachillerato y resumen, respectivamente)
Como puede observarse, en todos los casos se reconoce una influencia del programa superior al 25% (para 1º de Bachillerato), llegando en el caso de 3º de E.S.O. al 56% (tabla 5). A partir de estos datos, se elabora el gráfico siguiente, con las medias de los alumnos de todos los cursos. El 40% de los alumnos que han tenido la experiencia de “Prevenir en otra onda” dice que el programa influye en su decisión sobre las drogas y todo parece indicar que la tendencia es hacia el no consumo. Del 60% que dice que esta influencia no es para la decisión, un 50% aproximadamente dice tener ya tomada esa decisión y que el programa ha contribuido a ratificarla (en la misma dirección que lo anterior).
A continuación se presentan algunas de las razones que dan los alumnos para esta influencia. Según los grupos de edad se valoran en mayor o menor medida diferentes aspectos. Para los más jóvenes (3º de E.S.O.; grafico 10), la información que aporta el programa es lo que más influye a la hora de tomar decisiones. En cambio, los alumnos de 4º de la E.S.O., valoran más el fomento de sus habilidades personales, lo que es común a los alumnos mayores(gráfico 13). Para los de 1º de Bachillerato ha influido a través de la promoción de habilidades personales y en este caso desaparece la categoría “información”.
Gráficos 10, 11, 12, 13 (Razones de la influecia del programa en
3º y 4º de E.S.O y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
Las dos preguntas siguientes eran de tipo abierto e indagaban en los aspectos, temáticas, dinámicas, etc., que más y menos les habían gustado y en las razones de su elección. En general las respuestas dirigen nuestra atención a la información que el programa aporta, así como sobre la posibilidad de compartir experiencias personales y de resolver sus dudas que la dinámica permite. Para ellos lo más valorado es que sea interesante, por la información que aporta, así como poder compartir con sus compañeros. Llama la atención que en todos los grupos se den respuestas generales como “Todo” y que el trato con la monitora salga a relucir. Es una de las características que permite “Prevenir en otra onda”
Cabe señalar que las categorías cambian en los diferentes cursos por estar tomadas las respuestas literalmente de los cuestionarios de los alumnos.
En cuanto a los aspectos que menos gustaron, la mayoría de los adolescentes de opinan que no hay nada que no les guste. Las diferencias entre los grupos son evidentes en este apartado por las diferentes dinámicas llevadas a cabo con cada uno de ellos. Entre las dinámicas mencionadas por los alumnos, el juego de “Prevenir en otra onda” sale en todos los cursos, aunque son minoritarias estas opiniones. Por último, algunos mencionan como crítica que hay trabajar para participar en el programa (pensar para realizar algunas de las actividades y dinámicas, escribir, etc.). .
También nos interesaba averiguar hasta que punto el programa enseñaba algo, o dicho de otra manera, que aprendían los alumnos con los que trabajamos. Para obtener respuesta se incluyó en el cuestionario interno una pregunta en la que ellos podían decirnos tres cosas que hubieran aprendido en el taller. En los gráficos de los gráficos 14, 15, 16, 17 se muestran sus respuestas de los cuatro grupos en diferentes categorías.
Graficos14, 15, 16, 17(aprendizajes durante el programa de
3º y 4º de E.S.O. y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
La categoría información en la que se englobaron para el análisis de los datos diferentes tipos de respuestas, se menciona en todos los grupos, así como la de consecuencias negativas. Como ocurre en el caso anterior, las diferencias entre los grupos vienen explicadas por las diferentes dinámicas realizadas en las aulas. Así en el gráfico 15 se menciona como aprendizaje la elaboración de cócteles sin alcohol, al igual que se mencionan específicamente las consecuencias negativas del consumo de las drogas específicas trabajadas en este grupo: alcohol y tabaco
La relación entre música y drogas, es decir, que en la música actual se refleja información sobre esta temática, también se ve reflejadas en los grupos de mayores (graficos16 y 17).
Los últimos gráficos elaborados para las respuestas de los grupos, reflejan los resultados de la pregunta número doce sobre las cosas que ellos cambiarían o mejorarían. La mayoría señala que no cambiaría nada. Las otras categorías varían de un grupo a otro por las mismas razones mencionadas anteriormente. Algunos opinan que deberían incluirse más experiencias personales; otros aumentarían la duración del programa.
Graficos18, 19, 29, 21(Cambios sugeridos por los alumnos de
3º y 4º de E.S.O. y 1º y 2º de Bachillerato respectivamente)
B. Datos cuantitativos
A continuación se presentan los resultados estadísticos obtenidos a partir de las pruebas realizadas con los cuestionarios desarrollados para el pilotaje antes y después de desarrollar la acción preventiva y comparando entre grupo control y experimental. En ellas pueden apreciarse los cambios que hay entre la condición pre y la condición post, cambios atribuibles, por tanto a la ejecución de “Prevenir en otra onda”.
Para este análisis nos hemos centrado en algunas variables ya descritas, como son: el consumo de drogas legales (alcohol y tabaco) e ilegales (cannabis), las cantidades de ingesta de estas sustancias (incluyendo para el alcohol el consumo agudo), el grado en que los jóvenes se sienten informados y la utilidad de esta información, etc.
En cuanto las variables en las que se han encontrado cambios estadísticamente significativos, a partir del desarrollo de correlaciones, la primera que encontramos es la intención de dejar de fumar. En la tabla siguiente se presentan los datos del análisis estadístico de los cuatro grupos experimentales con los que hemos trabajado:
Tablas 3 y 4 : intención de dejar de fumar
En este caso, la pregunta se refería a si en algún momento se había planteado dejar de fumar. De los sujetos fumadores que en la situación previa al programa no se habían planteado dejar de fumar, un 15% dice que sí se lo ha planteado, aunque no lo haya intentado, y un 55 dice haberlo intentado. Es decir, del 65% que nunca se había planteado dejar de fumar, llegamos, tras la ejecución del programa a un porcentaje del 55%, consiguiéndose un aumento del deseo de dejar de fumar.
En cuanto al consumo de cannabis, en esta tabla se presentan los análisis realizados y los datos obtenidos. Es interesante comprobar que tras la aplicación del programa, el consumo de esta sustancia ha descendido. De los alumnos que antes del programa habían consumido en los 30 días anteriores, en la condición post, aumentan los porcentajes de aquellos que no consumen (42% para los que habían consumido ½ días, 50% para los que lo habían hecho 3-5 días y 40% para los de 6-9 días)
Tablas 5 y 6: frecuencia de consumo de cannabis
En las siguientes tablas se presentan las cantidades de cannabis consumidas antes y después del programa. Como puede apreciarse, desciende significativamente las medias de consumo de esta sustancia:
Tablas 7 y 8: cantidades de cannabis consumidas
En cuanto al consumo de alcohol, en las siguientes tablas encontramos los datos que corroboran que ha descendido tanto el número de borracheras, como los sujetos que llegaban a esta situación de intoxicación aguda; de igual manera se aprecia un descenso de la cantidad de alcohol consumido.
Tablas 9 y 10: cantidad de alcohol consumido
Un 30% de los sujetos que antes de “Prevenir en otra onda” se habían emborrachado en los últimos 30 días, ha dejado de hacerlo.
Por último, presentamos los datos obtenidos en cuanto a la percepción del grado de información que se tiene de la temática de las drogas. El cambio más significativo tras la aplicación del programa está en aquellos sujetos que antes se consideraban poco informados y después creen que tienen suficiente información o están adecuadamente informados.(50% y 12% respectivamente). Así, aumenta sustancialmente la información que el joven dice tener sobre drogas.
Tabla 13:Percepción de la información que se posee sobre drogas
Pero también se completa la información que ya tenían. Así, los jóvenes que decían estar informados suficientemente antes y después pasan a estar perfectamente informados, suponen un porcentaje del 27%. Algo similar ocurre con la utilidad de la información. Es decir, aumentan los porcentajes de los alumnos que consideran que la información que poseen es muy útil
Tabla 14: utilidad de la información que se posee sobre drogas.
Relacionado con el tema de la información, encontramos que el 80% de los alumnos que en el pretest contestan que los beneficios de la droga son superiores a los riesgos, contestan negativamente a la misma pregunta después de vivir la situación experimental.
Tabla 15: beneficios atribuidos al consumo de drogas
7. CONCLUSIONES
Una de las primeras conclusiones que podemos establecer del análisis desarrollado es que sin lugar a dudas, el programa “Prevenir en otra onda” consigue unos resultados satisfactorios en la consecución de unos de sus objetivos y fundamentos teóricos y metodológicos de partida: aumentar la significatividad y relevancia de los mensajes preventivos y educativos a establecer con los más jóvenes por la utilización de un lenguaje que es sumamente conocido y valorado por estos jóvenes: la música que escuchan, en la que invierten tiempo y dinero, y que les transmite un gran número de sensaciones positivas, muchas veces escasamente analizadas o utilizadas pese a su potencialidad.
En este sentido, se confirma aquello que seña Funes (1996) al hablar del trabajo con adolescentes de la necesidad de hablar en sus lenguajes si pretendemos trabajar con jóvenes. También se confirma, como estrategia preventiva y educativa, que lo lúdico es un excelente material de trabajo para desarrollar acercamientos en materia de prevención de drogas, ya que aprender jugando siempre ha sido y sigue siendo una estrategia fundamental y muy útil en casi todas las edades pero especialmente en edades como aquellas a las que dirigimos el presente proyecto preventivo.
La música además de entretenernos permite acceder al mundo propio de los jóvenes, a algunas de sus expresiones características, a espacios significativos de comunicación con ellos, se trata de ponernos en onda, en su onda, en conexión, en comunicación.
Que podamos afirmar la confirmación de este particular tiene mucho que ver con las aportaciones al cuestionario interno de carácter cualitativo en el cual los participantes del programa valoran el mismo manifestando elevadas dosis de satisfacción y significatividad con el mismo.
Otro elemento a valorar especialmente del programa es la valoración que hacen los participantes con respecto a la contribución del programa para que tomasen decisiones con respecto a las drogas en unos casos reafirmando su decisión de no consumir y en otros estableciendo un rechazo a los consumos, modificando expectativas, aportando informaciones y generando actitudes.
También cabe señalar como un elemento no medido en el cuestionario pre y post pero sí en el cuestionario interno, como es la adquisición de habilidades para la toma de decisiones en situaciones de consumo o la resistencia a las mismas, obtiene resultados positivos de valoración en la línea de que los participantes en el programa señalan que el mismo contribuyó a dotarles de más estrategias y habilidades para enfrentarse y gestionar situaciones de posible riesgo de consumo
Otro elemento clave a destacar, tiene que ver con la valoración que se hace del monitor que ejecuto el programa, muchas veces clave de una correcta ejecución de los programas de prevención.
Como se señala en las bases teóricas que establecemos para el desarrollo del presente programa creemos que el mismo consigue, en función de los resultados obtenidos, realzar los factores de protección y disminuir los factores de riesgo, se adapta especialmente a los conocimientos, situaciones y percepciones de los destinatarios, incluyen la consideración de sustancias y su trato, considera la utilización de métodos interactivos y la participación de los jóvenes. Todos estos elementos del programa, son además, los más valorados por los participantes con lo que se consigue una más que interesante confluencia entre los planteamientos teóricos, las evaluaciones concretas del programa y el desarrollo práctico del mismo que garantiza la coherencia interna, teórica y empírica de la propuesta de intervención desarrollada y pilotada.
Es importante en toda evaluación y en todo programa de prevención que exista una clara conexión entre los principios teóricos que se plantean como elementos de partida y la plasmación de los mismos en acciones concretas evaluadas posteriormente. Así, los principios teóricos han servido sin duda para desarrollar el programa y muy especialmente el establecimiento de métodos interactivos que propician la participación de los jóvenes, su implicación mediante al utilización de iguales (como las últimas sesiones de cada una de las aplicaciones), métodos que propician también la oportunidad para practicar las nuevas habilidades adquiridas a través de su ejecución práctica (como la cuarta sesión del programa) o intervenciones que permitan llegar a jóvenes diversos, diferentes en sus estilos de vida, gustos, preferencias y pautas de consumo.
En otro orden de cosas, los datos del análisis estadístico preliminar que hemos realizado, confirman que “Prevenir en otra onda” no solo es un programa que engancha con los jóvenes sino que además en su ejecución como programa piloto consiguió buenos resultados en cuanto a algunas de las variables cuantitativas que habíamos contemplado. Los jóvenes que vivieron nuestro programa disminuyeron sus consumos de alcohol y cannabis y las veces que los consumos de alcohol conducen a la borrachera.
Pero nos son los únicos cambios que se producen. También aumentan considerablemente el número de alumnos que se plantean dejar de fumar, los que se consideran bastante bien informados sobre el tema de drogas y aquellos que creen que está información es de gran utilidad. Y, sobre todo, los que perciben que en el tema de las drogas son más los riesgos que los beneficios.
Pero creemos que no son los únicos cambios que vamos a encontrar. Por ello, en el análisis estadístico detallado que se realizará a continuación contemplaremos también otras variables que pueden ser significativas, como la percepción de riesgo o la tendencia al no consumo. En este mismo estudio, no solo se presentarán los datos generales, sino análisis de los datos de cada uno de los grupos. Este es uno de los elementos a completar.
Entre los elementos a mejorar, encontramos la necesidad de reestructurar alguna de las sesiones, como la primera sesión de primero de bachillerato, una de las que peor valoración tuvo con el agravante de que el grupo escogido como modelo desarrollo una campaña de promoción publicitaria de una bebida alcohólica una vez que ya teníamos diseñado el programa y en plena ejecución del mismo, también resulta necesario desarrollar e implementar actuaciones que consideren a los padres y madres de los jóvenes participantes.
Otro elemento especialmente a considerar y que nos generó algunos problemas técnicos y de ejecución, tienen que ver con el manejo en un programa universal como éste de demandas de información sobre drogas de jóvenes que están en consumo activo actual de sustancias frente a sus compañeros que no se encuentran en esta situación de consumo; otra de las dificultades tiene que ver con la escasez de canciones con mensajes preventivos a utilizar en el desarrollo de las actividades preventivas.
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