lunes, 5 de enero de 2009

EL RETO DE INTERVENIR CON MENORES EN RIESGO DE CONSUMO DESDE LA RED MUNICIPAL DE DROGAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID

TÍTULO: EL RETO DE INTERVENIR CON MENORES EN RIESGO DE CONSUMO DESDE LA RED MUNICIPAL DE DROGAS DE LA COMUNIDAD DE MADRID
· AUTORES: José Guillermo Fouce Fernández: Doctor en psicología, Coordinador CAID Torrejón de Ardoz (Madrid) del 2001 a Julio del 2007. Inma trabajadora social CAID Alcobendas, tecnica de prevención. Ambos como relatores- coordinadores del grupo de trabajo de la red municipal de drogas de la Comunidad de Madrid[1] sobre este tema.
· PALABRAS CLAVE: menores, drogodependencias, municipios.
RESUMEN: el presente documento surge como fruto de la puesta en común de los diferentes municipios de la red municipal de drogodependendencias de la Comunidad de Madrid sobre las respuestas que han desarrollado ante el desafío cada vez mayor de responder a menores y jóvenes que presentan situaciones de consumo de drogas que les sitúan en riesgo social ligado a este consumo. Se trata, por tanto, de un documento, por una parte de recopilación y por otra de consenso sobre las acciones a desarrollar en este ambito
TITLE:
KEY WORDS:
SUMMARY:

La red municipal de drogodependencias de la Comunidad de Madrid.

El grupo de trabajo sobre menores en riesgo ligado al uso- abuso de sustancias.

El presente documento surge a partir de la puesta en común dentro del grupo de drogas de la red de salud de la Comunidad de Madrid, por una parte, de los programas de intervención y actuaciones con menores desarrolladas por los diferentes dispositivos de drogas de ámbito municipal pertenecientes a la citada red; por otra parte, y a partir de esta información, se establecieron una serie de necesidades y planteamientos conjuntos que pretenden ser guía de actuaciones futuras a desarrollar.

El trabajo coordinado y en red a través de la puesta en común de iniciativas, planteamientos y estrategias supone dar valor añadido al trabajo que desarrollamos desde los dispositivos de atención ya que, entre otras cuestiones, supone el desarrollo de actuaciones sinergicas basadas en la coordinación y la puesta en común de ideas, planteamientos e iniciativas.

Por otra parte, el presente texto supone el desarrollo de un esfuerzo para publicar lo que muchas veces se queda tan solo en debates internos o en disquisiciones teóricas. Supone reflexionar y sistematizar la reflexión desde la práctica directa y cotidiana algo tremendamente necesario tanto en nuestro contexto de trabajo como en otros.

Los menores y jóvenes son, hoy, en la esfera de los riesgos ligados al consumo de sustancias, un ámbito relativamente novedoso de actuación en el que surgen nuevas necesidades y retos ante los que tenemos que responder de la manera más adecuada posible, estas respuestas combinan acciones que deben desarrollarse desde el ámbito preventivo, fundamentalmente, y también, en los casos en los que sea necesario, desde el plano asistencial, estableciendo un proceso de intervención secuencializado y gradual que de respuestas operativas concretas y eficaces a estas situaciones.

Cada vez son más, como señalan los diferentes estudios epidemiológicos, los jóvenes y menores que consumen, generando situaciones sobre las que es necesario intervenir y a las que es necesario dar respuesta. Nos referimos, por ejemplo, a los jóvenes que consumen sustancias en fin de semana, jóvenes y situaciones a las que debemos tratar de acercarnos desde una óptica preventiva y comunitaria que nos lleve a anticiparnos al surgimiento de problemas más graves. Anticiparnos porque las demandas de atención en situaciones incipientes u originarias antes del surgimiento de problemas graves resulta ser escasa: pocos son los menores o familias que demandan atención siendo ellos los que se acercan a los centros de tratamiento.

Abordamos la respuesta a dar a esta situación desde el paradigma de la atención bio- psico- social y desde el enfoque de riesgos múltiples a los que deberán enfrentarse los jóvenes para aprender a gestionarlos, riesgos entre los que se encuentra el consumo de drogas aunque no sea este el único de los presentes o de los que necesitarán gestionar.

INTERVENCIONES DESARROLLADAS EN MUNICIPIOS

La realidad en los diferentes municipios es sumamente diversa, quizá, especialmente en este ámbito, que como todos los que conectan con la prevención es competencia directa de los propios municipios, por lo que resulta muy difícil establecer una recopilación de las actividades, propuestas y planteamientos desarrollados en el conjunto de la red como pretendemos hacer.

De partida, lo que en todos los sitios se comparte es la intervención en materia de prevención de drogas con menores y jóvenes, ámbito en el que todos desarrollamos programas diversos en contextos variados sean estos educativos, familiares o comunitarios; estas actuaciones compartidas tienen por objeto anticiparse al surgimiento de problemas mayores, la transmisión de información, la potenciación de factores de protección y la disminución de factores de riesgo, la gestión de riesgos y la reducción de daños, el retraso en la edad de inicio de consumo o la generación de alternativas y se desarrollan en diferentes contextos como el escolar, el familiar o el comunitario con acciones y programas escolares universales y selectivos, los cursos de mediadores o el ocio nocturno alternativo juvenil.

Estos programas de prevención, junto con las mesas de coordinación con otros recursos suelen ser los elementos fundamentales de detección de menores en situación de riesgo ligado a las drogodependencias.

En concreto en esta materia de detección, pueden referenciarse las siguientes actuaciones (desarrolladas desigualmente según el municipio):

- Puntos de información. Situados en institutos, en espacios de ocio nocturno o en espacios por los que los jóvenes transitan (por ejemplo instalaciones deportivas o de ocio). En ellos por una parte, se transmite información y por otra se recogen inquietudes de los jóvenes en materia de drogodependencias, constituyéndose en espacios de encuentro y acercamiento. Se trata de aplicar aquel viejo refrán de “mahoma y la montaña”…. Si ellos no vienen a nosotros, vayamos nosotros a ellos.

- Participación en mesas de coordinación con otros dispositivos (salud, policía, servicios sociales, juventud, educación). En estas mesas de coordinación se establecen protocolos y canales de intervención con los menores y se suelen analizar casos de menores para determinar la intervención a desarrollar con los mismos. También los Planes de Prevención en sus actuaciones concretas suponen un espacio de coordinación y detección relevante.

- Coordinación específica con urgencias sanitarias de fin de semana y/ o con orientadores escolares. Por una parte, se trata de acercarse a los dispositivos sanitarios para que conozcan la existencia de programas de atención a menores a los que puedan derivar a menores sobre los que intervienen por ejemplo en los fines de semana por abusar de sustancias; por otra, el contacto con los centros escolares para asesorar y orientar en el manejo de situaciones ligadas al consumo de drogas de los jóvenes y menores.

- Desarrollo de programas tipo bola de nieve. Consistentes en analizar los entornos de los menores ya detectados para así poder descubrir otras situaciones, otros menores sobre los que resulta necesario también intervenir. Los menores contactados sirven de contactadotes, de agentes de salud, de mediadores.

- Trabajo de calle y análisis de espacios de riesgo (plazas públicas, etc). Se trata de contactar directamente con los menores en sus espacios de socialización y muchas veces de consumo para en estos entornos, por una parte, conocer las situaciones de riesgo estableciendo “mapas” de riesgo y por otra parte, conectar con los jóvenes. Estas detecciones a veces se concretan en el desarrollo de mapas de riesgo.

- Actividades de ocio y tiempo libre como “enganche” y evaluación de las situaciones. Como estrategia motivacional que permita un seguimiento y evaluación de la situación que presentan los jóvenes y que permita introducir una formación y orientación en materia de drogas transversal y de contenido lúdico- formativo. Estas actividades, son desarrolladas normalmente por los programas de menores dependientes de los servicios sociales aunque, en algunos casos, los centros de drogas tienen actividades lúdicas específicas propias.

- Programas de prevención e intervención familiar en los distintos niveles de implicación e intervención.

No obstante, según avanzamos en el continuum de la intervención, aparecen mayores diferencias: algunos centros, por ejemplo, tienen equipos específicos de atención a menores, otros no; algunos tienen programas, otros no; algunos desarrollan mayor número de intervenciones, otros menos.

En este contexto más avanzado del proceso de intervención, se destaca especialmente la necesidad de valorar y evaluar bien la situación del menor, ajustando mucho el tipo de respuesta que le demos para no dar una respuesta mayor a una necesidad menor y evitar situaciones de etiquetaje social que pudieran ser dañinas para los menores.

En segundo lugar, es también unánime la constatación de que los problemas de drogas y menores en jóvenes, no solo suponen un problema de drogas en ningún caso, sino que los mismos son multi componentes y las respuestas a desarrollar deben ser coordinadas por todos los servicios implicados y muy en particular entre los servicios sociales especializados (drogas) y los servicios sociales generales.

Estas dos cuestiones tienen una clara conexión y están interrelacionadas siendo uno de los problemas a los que hay que tratar de enfrentarse, por una parte todos los problemas de los menores son multi componentes, por otra, es necesario determinar cuando los factores y situaciones de riesgo están mas ligados a las drogas y, por tanto, debe responder un dispositivo especializado como los dispositivos de adicciones, algo que no se plantea en el ámbito de la prevención pero sí en el de la atención. Estamos aquí, ante una cuestión de gran calado en la que debemos valorar con criterios técnicos cuanto de prominente es la droga en la problemática multi componente o en que medida la droga es un problema fundamental o es la consecuencia de otros problemas

En tercer lugar, se constata también la necesidad de integrar progresivamente los procesos de intervención en los equipos de atención ya existentes y en la oferta de la que ya disponemos, esta integración progresiva debe, además, graduar la intervención.

Se constatan también las dificultades existentes con la falta de adaptación de los recursos y dispositivos a los menores, se habla lenguajes diferentes y la formación y configuración de los servicios no esta demasiado adaptada.

También se plantea la necesidad de desarrollar la atención a menores en espacios y hora claramente diferenciados para contribuir aun mas a la normalización en la atención.

En materia de atención a menores, buscando la máxima normalización y la intervención mínima parece relevante tratar de desmitificar en otros servicios y dispositivos este ámbito de trabajo, acompañando mediante la formación y la orientación a otros dispositivos como los colegios o animadores socioculturales para que sean ellos los que puedan desarrollar respuestas normalizada.

La atención a menores tiene que contemplar, además de al menor, su familia, pues atender a un menor es atender a un menor con sus padres

RETOS A ABORDAR EN EL TRABAJO CON MENORES

Puestos en común una serie de aspectos generales a abordar y que están abiertos, se señalan los siguientes elementos de discusión y análisis:

a) Hay una dificultad “intrínseca” a la hora de trabajar con jóvenes y adolescentes, por su momento vital evolutivo y las dificultades que tienen con los entornos (familia, colegio). En materia de consumos uno de los principales problemas es la baja percepción del problema que se tiene (el problema suele ser percibido por el entorno, no por el propio menor).

b) Las sustancias aún estando presentes no son el único problema y en la mayoría de casos tampoco son el principal problema, resulta muy complejo determinar y definir cual es el o los problemas más importantes. Esta situación lleva a la necesidad de desarrollar actuaciones globales, coordinadas y multicomponentes. La droga es a veces el disparador de las alarmas, la excusa para pedir ayuda, es necesario en todo caso trabajar integralmente con todo el contexto- entorno.

c) Hay un problema de lenguaje, ritmos y espacios con los menores, en este sentido sería necesario encontrar espacios diversificados y de tarde en el tratamiento con los menores para tratar de evitar el etiquetaje y atenderles de manera normalizada y normalizadora. En cuanto al lenguaje se trata de conectar con sus lenguajes, hábitos y pensamientos o actitudes.

d) Es necesario cubrir también por una parte algunos déficit formativos en los equipos de adicciones con respecto al trabajo de menores, así como la formación a otros equipos que trabajan con menores para que introduzcan el trabajo en drogodependencias como un eje transversal más en su tarea educativa.

e) Hay dificultades también en la coordinación con otros recursos o equipos, por las diferentes visiones sobre un mismo problema, el que se intervenga desde diferentes lugares con perspectivas diferentes, etc. Con cierta frecuencia dispersamos las intervenciones y no conseguimos un grado adecuado de coordinación y sinergia en las mismas.

f) Abordar los problemas de etiquetaje del menor cuando se le atiende desde nuestros dispositivos.

g) Existen algunas dudas o lagunas legales como la forma de entender la situación de riesgo o el mayor interés del menor. Se producen colisiones entre ley y realidad.

h) La detección esta más o menos resuelta pues hay diferentes vías para la misma, lo que resulta más complejo de cerrar tiene que ver con las respuestas a desarrollar

i) Las respuestas tienen que ser diversificadas y graduales adaptadas a las peticiones que se nos hacen.

j) Los procesos de intervención tienen que ser los mínimos posibles según la demanda o situación y tienen que estar previamente clarificados.

k) Es importante considerar las intervenciones como transversales para que se apoyen unas áreas con otras.

LÍNEAS DE TRABAJO A ESTABLECER EN MATERIA DE ATENCIÓN CON MENORES DESDE DROGODEPENDENCIAS

Tras todo lo dicho cabe pues establecer las siguientes líneas de trabajo consensuadas:

a. Es necesario intervenir en esta materia, hay demandas a las que es necesario dar respuestas

b. Si hay un consumo de drogas y hay una demanda de intervención, hay que dar respuesta, hay que intervenir ajustando la respuesta a la demanda y a la situación.

c. Hay que individualizar el tratamiento al tiempo que se establecen procesos estándar de intervención

d. Las respuestas a desarrollar deben basarse en la normalización y la evitación del etiquetaje, con espacios y lenguajes diferentes para los menores

e. Este es un ámbito de amplio contenido municipal, que conecta la prevención con la asistencia y que requiere una amplia y extensa coordinación con otros dispositivos (servicios sociales, policía, educación, salud)

f. Hay que establecer procesos de intervención secuencializados y graduados en la repuesta con los menores (según su situación sea de uso o abuso- dependencia)

g. Es fundamental determinar el grado de respuesta a ejecutar desde los dispositivos de drogas a partir de evaluaciones finas de la situación y respuestas graduadas

h. Los menores, como los adultos, presentaran una situación multi problemática y por tanto su atención deberá ser abordada desde esta perspectiva, en particular la intervención con los menores debe contemplar siempre la intervención con las familias.

i. Hay que adaptar los dispositivos a los menores o crear dispositivos específicos, adaptando lenguajes y formas de funcionamiento.

j. Un 80-90 % del trabajo en este área corresponde a prevención, el resto sería abordable desde la asistencia estableciendo un continuo entre ambas áreas

k. En los dispositivos de detección se señalan entre los posibles: las mesas de coordinación, los institutos y colegios, los puntos de información, el desarrollo de bolas de nieve con los menores, el trabajo de calle y el contacto con las áreas de salud.

PERFILES DE LOS MENORES CON LOS QUE TRABAJAR

- Menores /jóvenes con un uso esporádico de alcohol, tabaco, cannabis , que vengan solos, acompañados de sus padres, o derivados por alguna institución y que por sus características personales, de relación y/ o entorno social tengan mayor probabilidad de problematizar su consumo.

- Menores/ jóvenes que acuden a los IES demandando información sobre drogas (usos, efectos, consecuencias..)

- Menores que demanden una intervención más específica desde los IES y que se hayan iniciado ya en el consumo de algunas drogas y presenten disfunciones (personales, escolares..)

- Menores/ jóvenes que acuden con una sanción administrativa por consumo o tenencia de alguna sustancia estupefaciente.

- Hasta los 18 años / jóvenes con consumos no problemáticos

- Sanciones administrativas (necesidad de secuencializar y estandarizar la respuesta)

- Atender demandas de la familia sin que sean del menor

- Respuestas diferenciadas para consumos recreativos y esporádicos

ACCESO:

La intervención con un menor se inicia por diferentes motivos:

- Que acudan al CAID por iniciativa propia, derivación o consulta familiar o por sanción administrativa.

- Que a través de diferentes dispositivos, los chavales y/ o los profesores soliciten una intervención más específica, individual.

OBJETIVOS DE LAS INTERVENCIONES

Generales

- Responder a las demandas de intervención y a las situaciones de consumo de drogas
- Prevenir- adelantarse al surgimiento de situaciones más disfuncionales

Específicos

· Programas individualizados pero con unos objetivos mínimos o áreas de trabajo a abordar:
· Tomar conciencia de su situación frente al consumo
· Aumentar percepción riesgo y conciencia problema
· Aumentar motivación al tratamiento
· Aumentas las habilidades de enfrentamiento
· Aumentar los vínculos con los recursos existentes generales y específicos (si son necesarios)
· Aportar información objetiva sobre las drogas y sus riesgos adaptando esta información a su situación de consumos y las consecuencias ligadas a la misma
· Valorar que aspectos del desarrollo madurativo del menor están siendo afectados por el consumo
· Fomentar una actitud crítica frente al consumo de drogas como medio único de diversión
· Fomentar estilos de vida saludables que les permitan disfrutar de su tiempo libre sin consumir drogas
· Estimular su sentido crítico enseñándole a tomar decisiones y solucionar sus propios conflictos
· Disminuir los factores de riesgo ligados al consumo de drogas e incrementar los de protección
· Articular las intervenciones necesarias en caso de que el joven se encuentre en una situación de riesgo frente al consumo
· Ofrecer a los menores/ jóvenes consumidores y a sus familias una intervención integral y especializada que garantice la adecuación de las intervenciones a las características que presentan
· Atender demandas familias
· Encauzar- modular- normalizar- desdramatizar- disminuir niveles alarma
· Establecer estrategias de coordinación, intervención compartida con el ambiente
· Trabajar sobre normas y limites
· Tratar de adaptar lenguajes, espacios y tiempos o ritmos
[1] Formada por los siguientes municipios:

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